El guerrillero, en diálogo con Colprensa, aseguró que el frente que acompañaba a Andrés Felipe Vanegas, alias ‘Uriel’, quien en ese momento estaba desarmado, respondió al fuego inmediatamente después de que el comandante guerrillero fuera impactado por un disparo realizado por un francotirador que se encontraba a su espalda. Varias personas resultaron heridas por las esquirlas de las granadas, aseguró el subversivo.
El guerrillero hizo un fuerte cuestionamiento a lo que consideró una violación del Estado de Derecho, pues, aseguró, fue aplicada la pena de muerte contra el excomandante. “Si tenían una investigación tan adelantada y esperaron a que Uriel se sentara a trabajar en un computador para dar rienda a la misión, ¿por qué no lo capturaron?”, cuestionó. Aseguró que fue una ejecución inconstitucional y un ataque a quienes ejercen el legítimo derecho a la rebelión en un “narcoestado” que no garantiza los derechos humanos.
Fueron dos los combatientes que respondieron al fuego del Ejército Nacional para salvar la vida de los acompañantes, los cuales se encontraban en peligro, pese a no ser parte del ELN. “Personas no combatientes y desarmadas que vieron pender sus vidas de un hilo en una operación supuestamente impecable”, señaló el guerrillero que, además, calificó como “un acto de guerra”, pues no se midieron las consecuencias físicas y psicológicas de los acompañantes.
La Fundación Paz y Reconciliación denunció la presencia de dos menores de edad durante el operativo. Según Ariel Ávila, subdirector del la entidad, recibieron llamadas de las madres para dar conocimiento de la situación y, gracias a la Defensoría del Pueblo, los menores de edad fueron entregados a sus madres.
El guerrillero aseguró que fue la pronta reacción del ELN la que permitió salvar la vida de los dos menores, entre ellos la hija de alias Uriel, pues “el Ejército Nacional disparó a mansalva a pesar de su supuesta inteligencia de días antes”. Además, en el operativo solo se registró un guerrillero herido.
La muerte de Uriel representa para el ELN, según el vocero de la guerrilla, la pérdida de un líder político, ideológico y mediático de la revolución en Colombia, un atraso en procesos de transformación, consciencia y superación “de las políticas corruptas, excluyentes, opresoras y abusivas que tienen a las mayorías en condiciones inhumanas”. Pese a esta baja la cual afecta directamente el mando del grupo armado, los ideales y principios siguen vivos en obreros, campesinas, estudiantes, militantes y “personas de a pie” que sufren por los de su clase.
No dejó en claro el subversivo quien reemplazará al exjefe guerrillero, pero aseguró que serán personas “muy bien preparadas” las encargadas de continuar con los trabajos y la lucha política, ideológica, mediática y militar del grupo armado. Respecto a las células urbanas, también señaló que la influencia del ELN seguirá vigente, “pues ‘Uriel’ era un componente importante, pero no el único”.
Según las autoridades, fue un estudiante universitario cercano a Uriel quien, junto a otra mujer, brindaron la ubicación que permitió dar con el comandante guerrillero en zona selvática de Novita, departamento de Chocó, por lo cual recibieron $500 millones.