Las pérdidas que deja la cancelación del Carnaval de Barranquilla

La suspensión de la fiesta, declarada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, para 2021 tendrá un impacto negativo en la economía local.

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La suspensión de las fiestas
La suspensión de las fiestas populares más importantes de Colombia, previstas en un principio para febrero y en las que cada año se dan cita más de dos millones y medio de personas entre locales y visitantes, la hizo pública este lunes el alcalde de esa ciudad caribeña, Jaime Pumarejo. EFE/ RICARDO MALDONADO ROZO/Archivo

El pasado 26 de octubre, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejó anunció el aplazamiento del Carnaval de Barranquilla 2021, que estaba programado entre el 13 y 16 de febrero, por la emergencia sanitaria.

“La fiesta está aplazada. La fiesta no será en febrero, no sabemos cuándo será, no sabemos si será en 2021. Lo que sabemos es que en febrero no habrá Carnaval”, dijo Pumarejo.

La suspensión de una de las fiestas más importantes del país tendrá un impacto negativo en la economía local, que ha sido bastante golpeada por la pandemia, ya que aunque la decisión del Alcalde no fue fácil, no tuvo ningún reparo de los cerca de 50 mil hacedores del Carnaval, el comercio y los gremios económicos, que entendieron que ante la emergencia actual no cabe la posibilidad de realizar este tipo de eventos, en donde las aglomeraciones son inevitables.

El presidente de la Asociación Hotelera y Turística de Atlántico, Mario Muvdi, reconoce que la decisión afecta mucho a la economía local, pero respalda la determinación del Distrito como una medida para evitar la propagación y un rebrote del virus.

Según Efraín Cepeda, presidente de la Intergremial, el Carnaval de Barranquilla que se realizó el pasado febrero, movilizó 405 mil millones de pesos durante el precarnaval y los cuatro días de la fiesta, lo que permite anticipar el impacto económico que tendrá la cancelación de la edición 2021.

Asimismo, los sectores que también dependen de la dinámica del Carnaval son hoteles y diferentes establecimientos de alojamiento, artesanos involucrados en la creación de carrozas y disfraces, comerciantes de artículos alusivos a la fiesta, bebidas y alimentos, organizadores y establecimientos de eventos .

“El Carnaval de Barranquilla genera uno de los impactos más importantes en la economía de la ciudad, debido al entretejido económico que involucra”, manifestó Estefanía García Lacouture, coordinadora de investigación de Fundesarrollo.

Según un estudio de la Cámara de Comercios y la Alcaldía de Barranquilla, el segundo carnaval más grande de América Latina, sólo superado por el Carnaval de Río de Janeiro, benefició a unas 55 mil personas con empleos.

Los sectores del comercio, como el transporte, tuvieron un crecimiento del 55 %; licorerías y bares, del 75 %, y la operación del aeropuerto Ernesto Cortissoz aumentó en un 9 %.

Infortunadamente, uno de los sectores más golpeados será el hotelero, que en el caso de Barranquilla comprende alrededor de 200 establecimientos.

En las fiestas celebradas tradicionalmente en febrero, los hoteles alcanzan una ocupación del 90 %, o que equivale a alojar a más de 15 mil personas. Solamente este sector, genera unos 8 mil empleos directos y en la temporada se incrementan a 10 mil.

“Estamos dejando de vender unos 10 mil millones de pesos”, agregó el presidente de COTELCO Atlántico.

Por otro lado, solo en el Carnaval de la carrera 44, conocido como “Carnaval del Bordillo”, afectará a no menos de 35 mil personas, que incluyen desde agrupaciones folclóricas hasta vendedores ambulantes.

<mark class="hl_orange"><b>¿ Qué alternativas se tomarán ?</b></mark>

Por lo pronto, muchos esperan el plan que tiene el Distrito para realizar algunas de estas actividades de manera virtual, como se ha hecho alrededor del país.

“Comencemos a definir alternativas para hacer una versión digital del Carnaval en 2021 que se pueda comercializar para generar ingresos para los hacedores de la fiesta por lo menos”, manifestó Efraín Cepeda Tarud, presidente de la Intergremial.

Tarud insiste en que hay que buscar paliativos y otros tipos de ayudas que les permitan reducir el impacto económico que dejará la cancelación de la edición del próximo año.

“El Carnaval es una fuente de ingresos muy importante en sus presupuestos anuales de ventas y por ende de ingresos”, puntualizó Cepeda.

El Carnaval de Barranquilla, más allá de la fiesta, es una gran industria cultural que mueve la economía local y que, ante los desafíos que imponen la nueva realidad, debe adaptarse.

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