A finales de noviembre empezará la negociación entre centrales sindicales, gremios empresariales y el Gobierno nacional en torno al aumento del salario mínimo. La discusión, que podrá durar hasta mediados de diciembre, tendrá una propuesta unificada de las uniones de los trabajadores, que exigirán de 10% a 15% más en el mínimo, justificado en la crisis por el COVID-19 y con el fin de dinamizar el consumo.
Sin embargo, algunos expertos afirman que el mínimo no debería superar el 6% de aumento para combatir una de las cifras más altas de informalidad y desempleo en la historia del país. Según el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en las 23 ciudades y áreas metropolitanas se registró una proporción de ocupados informales del 47,2%.
La apuesta de algunas autoridades económicas del país es un aumento que oscila entre $17.556 y $52.668 pesos, descartando completamente la meta del esperado millón de pesos, propuesta planteada por los sindicatos desde el año pasado.
Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), propone un aumento de $131.670, con el fin de lograr una cifra mayor al millón de pesos, pasando de $877.803 a $1.009.473, sin auxilio de transporte.
Sin embargo, Nelson Vera, exvicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), le aseguró a Dinero que la manera de medir el aumento del salario mínimo debe basarse en factores específicos anualmente.
“En la medida en que nos desviemos de esa regla universal de inflación más productividad, podemos echar a perder la recuperación y el reenganche laboral de las personas que han perdido su puesto de trabajo por culpa de la pandemia”, afirmó Vera al medio económico, y advirtió que un aumento a esta modalidad salarial puede resultar en la intensificación de la informalidad. Agregó además que, idealmente, el aumento debe oscilar entre un 4% y un 5,5%.
Las apuestas de los expertos
En un sondeo realizado por el diario La República, los expertos, economistas y centros de pensamiento proyectan un aumento posible mucho más bajo que la petición de los sindicatos e, incluso, afirman que no se podría emular el aumento del año pasado, un 6% ,con un alza de $102.854.
Corficolombiana, empresa inversora de soluciones financieras, estima que es prudente pensar un alza del salario mínimo entre 2% y 2,5%. Por otro lado, la Anif considera un intervalo entre 2% y 3% justificado en acabar con la informalidad en el país y las altas cifras de desempleo que deja la pandemia.
En proyecciones más optimistas, Global Securities, firma de negociación en bolsa, propone un alza entre el 3% y el 4%. En proyecciones parecidas, el banco Scotiabank Colpatria y Credicorp Capital afirman que el alza debe ser entre 3% y 5%, y dentro del intervalo 4% y 5%, respectivamente. Por otro lado, las firmas Econometría y Casa de Bolsa solo ofrecen un límite del 6% para las negociaciones entre empresarios, trabajadores y el Gobierno.
Sergio Clavijo, expresidente de la Anif, asegura que no encuentra viable un aumento mayor a 17.556 pesos. El economista afirma, en conversación con La República, que “un alza cercana a 2% sería justa para promover el empleo en Pymes debilitadas y evitar el descalabro de mayores tasas de desempleo".
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