Los ‘pros’ y ‘contras’ de dolarizar la economía en Colombia

Economistas analizan las consecuencias, positivas y negativas, del cambio de moneda para el país. La mayoría encuentran esta alternativa como una idea descabellada, pues, pese a la crisis que desafía a América Latina, hay otras medidas menos riesgosas para afrontar el problema.

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Un hombre sostiene un billete de $20 dólares mientras al fondo se observan numerosos billetes de $20.000 y $50.000 pesos este. EFE/Ernesto Guzmán/Archivo
Un hombre sostiene un billete de $20 dólares mientras al fondo se observan numerosos billetes de $20.000 y $50.000 pesos este. EFE/Ernesto Guzmán/Archivo

El economista y profesor de la Universidad Johns Hopkins Steve Hanke aseguró, en su columna de la revista Forbes ‘It’s Time For Colombia To Dump The Peso’ (Es hora de que Colombia se deshaga del peso), que el peso es un desestabilizador destructivo. Además, señaló que la tasa de crecimiento del país es variable “y modesta” y, gracias a la caída del pasó después de 2013, el PIB se desplomó. Luego de estas declaraciones, se generó nuevamente la discusión en el país sobre la posibilidad de dolarizar la economía. La mayoría está en desacuerdo con Hanke.

Steve Hanke aseguró que 33 países ya no tienen su propia moneda, pues se adaptaron a una moneda extranjera. Las ventajas, según Hanke, son menos inflación, menos déficit y menos deuda. Destacó casos como el de Panamá, con una economía dolarizada hace más de un siglo; Ecuador, que completó 20 años de haber hecho el cambio de moneda y El Salvador, que el próximo año cumplirá 20 años de haber dolarizado la economía. Además, Indicó que Colombia ha sido un país afortunado, pues el peso solo ha perdido 20% de su valor desde el 1 de enero.

Steve H. Hanke.
Steve H. Hanke.

Asimismo, subrayó que en el país ya se ha cambiado espontáneamente al dólar de manera no oficial. Por ello, uno de los beneficios para Colombia con la dolarización de la economía es la disminución de las tasas de interés, menor riesgo para quienes decidan mantener su dinero en el país y una mejora en los préstamos y las hipotecas.

Pero, Alejandra Carvajal, columnista de la revista Dinero, aseguró que, en el caso de Ecuador, la medida fue “cortoplacista” y que áreas como la producción, el incremento de la productividad, la reducción de la pobreza, la equidad social y el ordenamiento de la parte fiscal no han presentado las mejorías esperadas. Otro de los problemas que trajo consigo la dolarización fue el lavado de activos y la falsificación de dólares.

El Banco Central de Ecuador, señaló Carvajal, “perdió la capacidad de crear dinero”, por ello, solo dependen de las divisas que llegan desde el exterior. También, reiteró que este proceso de dolarización no es saludable, pues ha aumentado la importación de bienes. Para que sea sostenible, debe existir más ingreso que salida de divisas.

El Salvador, otro de los países que adaptó el dólar, sufrió la depresión del sector inmobiliario dada la baja de los precios de las viviendas. Por ello, Carvajal también aseguró que la dolarización puede traer consecuencias negativas para la economía en general que no se presentan en países industrializados.

Daniel Niño Tarazona, fundador de Pyxis Analytics, firma especializada en big data económico, aseguró en entrevista con El Tiempo, que la improductividad, la baja tecnificación, la poca diversificación, la nula diferenciación productiva y “lo absurdo de nuestros costos laborales” no tendrán solución con la dolarización.

Niño Tarazona reiteró que no todos los casos son exitosos. Por ejemplo, cuando la crisis amenazó a Grecia, bajo la apropiación del euro, los grandes capitales abandonaron al país ante el riesgo de quiebra. Fue gracias al FMI y al Banco Europeo que Grecia logró afrontar la situación. Pese a ello, perdió varias generaciones de avances económicos.

Dada la situación económica que afronta el país por la pandemia, Niño aseguró que la dolarización podría, incluso, agravar el problema “y generar una enorme tensión social”. Igualmente, los incrementos salariales en dólares no corresponderían a la producción de bienes y servicios y se frenarían las importaciones por la disminución de la capacidad de compra.

Para Carlos Esteban Posada, quien fue jefe de la Unidad de Análisis Macroeconómico del DANE, la dolarización de la economía colombiana es necesaria, pues estimularía la inversión. Aumentaría, además, la eficiencia macroeconómica y ayudaría al crecimiento del país a largo plazo.

Pero, uno de los problemas que presenta la dolarización, es que el país deja de controlar su política monetaria, indicó El Tiempo. En adelante, las decisiones estarían bajo el control de la Reserva Federal Americana (FED). Por tanto, para el economista Salomón Kalmanovitz, lo mejor es descartar la idea de dolarizar la economía para tener el control de la moneda. Considera que adaptar el dólar es una medida radical, pues tiene costos muy altos.

El país que se dolariza, además, no puede contrarrestar las bajas en las exportaciones, pues no es posible ajustar la tasa de cambio ya que no se tiene poder sobre la moneda.

La economista Marcela Eslava, decana de economía de la Universidad de los Andes, coincidió con Kalmanovitz al no justificar el cambio de moneda. Otra de las consecuencias es que el Banco de la República se acabaría y no habría posibilidad de dinamizar la economía a través del manejo de tasas de interés.

El Banco de la República, en cabeza del codirector José Antonio Ocampo, también manifestó su desacuerdo pues la propuesta de dolarizar la economía no tiene “ni pies ni cabeza”. Ocampo reiteró que se perdería la autonomía de la economía y que, contrario a las afirmaciones de Heken, países como Perú y Bolivia, con economías semidolarizadas, han tratado de abandonar este mecanismo.

El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, señaló que dolarizar solo es posible cuando los Estados no tienen la posibilidad de construir credibilidad en su política monetaria y Colombia está muy lejos de esto. Además, ha sido el único país de la región que no ha sufrido de hiperinflación.

En general, los especialistas concordaron con la idea de que la dolarización es desmedida y apresurada, pues Colombia, pese a la devaluación del peso, por ejemplo, ha logrado un ajuste económico.

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