Crisis entre los productores de papa: venden o regalan su cosecha

Denunciando el abandono del Gobierno nacional, los campesinos boyacenses productores de papa han salido, durante varios días, a las carreteras aledañas al municipio de Ventaquemada, Boyacá, para vender a precios muy bajos, casi regalados, su producción de los últimos seis meses.

A pesar de las promesas económicas hechas por el gobierno a los cultivadores de papa para sustentar sus necesidades básicas en medio de la crisis sanitaria generada por la pandemia de la covid-19, los campesinos aseguran que las ayudas nunca llegaron a sus manos.

“Me tocó salir a vender la papa aquí a la orilla de la carretera porque no nos la compran los negociantes, los insumos están carísimos”, le explicó Albeiro Castro, cultivador boyacense a Blu radio, que añadió que lo hacen también para evitar que la papa se pudra en sus cultivos.

Esta situación se presenta casi al mismo tiempo del lanzamiento, liderado por Juan Camilo Restrepo, viceministro de Desarrollo, del proyecto ‘La papa, compromiso por Colombia’, que busca atender las necesidades de los papicultores que, con la creación de esta iniciativa, se evidencia que no es un problema nuevo.

El compromiso de Restrepo es destinar $30 mil millones para beneficiar a unos 3.000 pequeños productores paperos para noviembre y diciembre, es decir, aquellos papicultores con terrenos menores a las tres hectáreas en tamaño. Se estima, según cifras del Ministerio de Desarrollo, que en Colombia alrededor del 90% de los 100 mil productores de papa son pequeños.

A la cifra de Restrepo le faltarían ceros según los agricultores que, explicaron que esos $30 mil millones les equivaldría a una ayuda de $5.000 por bulto, cifra mucho menor a la que venden el producto en las carreteras.

“Está muy barata y no hay comercio para la papa, estamos vendiendo solamente a $15.000 o $20.000 el ‘bultico’ de papa”, señaló Castro.

Antes de la pandemia, explica el cultivador John Aldo León, en declaraciones al portal KienyKe un bulto de papa se vendía a $150.000 o $200.000, una cifra que no se aproxima a los $5.000 que ofrece el gobierno con ‘La papa, compromiso por Colombia’.

Al mal pago que obtienen los papicultores por sus productos, se ha sumado que la crisis sanitaria ha hecho que los compradores mayoristas descarten la idea de adquirir el tubérculo, lo que generó un sobrecosto que los campesinos no pueden sostener y no les genera rentabilidad.

“Sí, hay mucha papa, pero no hay rentabilidad por los bajos precios. Los líquidos y el abono para los cultivos son bastante costosos comparados al valor en el que se está vendiendo actualmente, digamos una libra de papa, que está por los 400 y hasta 300 pesos”, explicó León.

Por su parte, Hugo Rosas, diputado y líder agrario y medio ambiental de Boyacá, manifestó su inconformidad, y escribió a través de sus redes sociales, “esta es la triste realidad a la que nuestros campesinos están sometidos, precios bajos para vender, precios altos para producir; no alcanza el dinero ni para llevar sus productos a las plazas de mercado o centrales de abastos. Hoy cientos de miles de familias que dependían de producir papa están en quiebra por los bajos precios”.

Según cifras de Fedepapa, a la problemática mencionada, se le suma que, según cálculos de la entidad, las pérdidas mensuales para los productores de papa están alrededor de los $100 mil millones, es decir, de una producción mensual de 220.000 toneladas de papa, se estarían perdiendo cerca de $450.000 por cada tonelada.

Aunque no se ha confirmado la información, se presume que el sector papicultor estaría planeando manifestar su inconformidad a través de movilizaciones el próximo 13 de noviembre.

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