El pasado 30 de octubre, luego de una jornada de cerca de 12 horas de debate, el Concejo de Bogotá aprobó a la administración de la alcaldesa Claudia López 10,8 billones de cupo de endeudamiento, con los que se ejecutará el denominado Plan Marshall, una apuesta por la recuperación económica y social de la capital tras la crisis por la pandemia.
Las aprobación de este rubro, sin embargo, ha despertado temor en algunos sectores políticos debido al monto elevado: es la primera vez que en el cabildo distrital aprueba una cifra de este tamaño a una administración. Aun así, para Claudia López el cupo de endeudamiento es necesario para apalancar proyectos de infraestructura y programas sociales que le permitan avanzar a la ciudad.
La ejecución de proyectos como las troncales de TransMilenio por las avenidas carrera 68 y Ciudad de Cali, además del corredor verde por la cerrera Séptima, que hacen parte del Plan de Desarrollo 2020 - 2023, dependían, en cierta medida, del cupo de endeudamiento recién aprobado. Lo mismo ocurre con la construcción de colegios, unidades de salud y los 20.000 cupos para la educación superior con los que se ha comprometido el Distrito, entre otros.
Parte del presupuesto incluso será destinado a la investigación sobre el covid-19 y la logística de la distribución de la vacuna, cuando llegue al país.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, endeudarse con la billonaria suma también es necesario debido a la caída de la economía en la capital producto de la crisis mundial por el coronavirus. En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) de Bogotá cayó a -15,2 %, aunque, a final de año, se espera que la cifra de -6,3 %.
Así las cosas, de acuerdo con lo que el secretario de Hacienda Juan Mauricio Ramírez le dijo al diario El Tiempo, quedaban dos caminos: cobrar más impuestos, aunque la economía en los hogares no es la mejor, o endeudarse.
Bajar los gastos sería contrario a la reactivación económica, los queremos mantener y para ello hay que endeudarse
“Cuando usted tiene de repente esa reducción de los ingresos, hay solo dos alternativas, o reduce el gasto en un monto similar o se endeuda por una cifra igual, y dijimos vamos a ir por cerca de 3,9 billones adicionales. Bajar los gastos sería contrario a la reactivación económica, los queremos mantener y para ello hay que endeudarse”, explico a El Tiempo el secretario de Hacienda.
Previo a la emergencia sanitaria, la intención de la Alcaldía Mayor igual era endeudarse, con el fin de sacar adelante algunos de los proyectos mencionados, aunque con una cifra menor, $ 7 billones. No obstante, el cierre de 37.000 empresas, según la Cámara de Comercio de Bogotá, y el desempleo, cuyas consecuencias se ven en el aumento de trabajadores informales, por ejemplo, llevaron al Distrito a endeudarse en 3,8 billones más de lo previsto.
Los 10,8 billones con los que la ciudad se endeudará deberán generar 120.000 empleos de los 500.000 que se fijaron como meta en el Plan de Desarrollo Distrital, según la autoridad en Hacienda.
La búsqueda de crédito, conforme con las declaraciones del secretario Ramírez a El Tiempo, también se debe a la caía de los recaudos en impuestos, producto de la crisis por el covid-19. A corte de 8 de octubre, con respecto al mismo periodo de 2019, el pago del impuesto predial se redujo en 3,8 %, y el de vehículos 2,2 %, si bien la cifra que más alerta es el de industria y comercio, con una caída de 21 % y la sobretasa de la gasolina, 30 %.
Ante las dudas de si el crédito pone en riesgo la sostenibilidad de las finanzas de Bogotá, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez ha sostenido que, por el contrario, genere mayor productividad e ingresos a futuro: “Se tiene calculado que, por cada billón de pesos de inversión en obras públicas, se crean en Bogotá 13.000 empleos directos e indirectos”