En la comunicación conocida el pasado 27 de octubre a través de la cuenta de Twitter, A Corriente PC3, el guerrillero Jesús Santrich, prófugo de la justicia y parte del denominado Partido Comunista Clandestino de Colombia, dio detalles sobre el asesinato del líder político Álvaro Gómez Hurtado, quien murió presuntamente a manos de las antiguas FARC-EP, en 1985.
El pasado 3 de octubre los integrantes del partido FARC, Julián Gallo Cubillos, Pastor Lisandro Alape Lascarro y Pablo Catatumbo Torres Victoria, confesaron ante el país la responsabilidad del grupo guerrillero en el homicidio de Gómez Hurtado y de otros asesinatos cometidos entre 1987 y 2002.
Santrich, quien junto a Iván Márquez y otros jefes guerrilleros formaron el grupo disidente Segunda Marquetalia, aseguró que “no es cierto que el ajusticiamiento de Álvaro Gómez Hurtado fuera ordenado por el Mono Jojoy".
En el comunicado también dice que tampoco es verdad que alias Mono Jojoy, “le avisó al antiguo Secretariado de las FARC sobre el homicidio una vez el asesinato fue cometido”, ni que “a los pocos días, Manuel Marulanda (máximo exjefe de las Farc) orientó a todos que nos quedáramos en silencio”.
El líder de Segunda Marquetalia, instó en su comunicado a que, “se deje esa torpe táctica de echarle la culpa a los muertos de lo que ocurrió en una guerra de más de medio siglo. Que no sea Timochenko más canalla y cobarde de lo que ha sido”.
Además, afirmó que el homicidio de Álvaro Gómez se concretó en una conferencia y “mantenerlo en secreto también fue una determinación colectiva, de dirección, por la que las FARC responden como organización que actuó contra uno de los máximos representantes del régimen de terror que aún impera en Colombia”.
Estas afirmaciones no coinciden con las declaraciones de Rodrigo Londoño, quien afirmó, el pasado 3 de octubre, en entrevista con el periódico El Tiempo:
Las decisiones de esta índole las tomaba el secretariado. Esas órdenes no son individuales, ni producto de un deseo personal. Es importante que el país sepa que se hacían evaluaciones políticas y militares antes de establecer un objetivo.
Además, la comunicación de Santrich incluyó fuertes señalamientos contra el hoy jefe del partido político FARC, asegurando que no entiende cuál es su propósito de “autovictimizarse” e incriminarlo supuestamente a él, a Romaña, Márquez y el Paisa con un plan para asesinarlo.
“Reiteramos que esto jamás se ha pensado porque no es la forma en que consideramos se deben tratar nuestros desacuerdos y porque además no vale la pena”, aseguró el jefe disidente, quien siguió arremetiendo contra el hoy jefe político, con afirmaciones sobre lo que denominó “timochenkismo”:
Un verdadero fiasco que avergüenza y da pesar, y que por lo tanto no nacía hacer otra valoración y ni siquiera se alimentaban sentimientos de rebatirlos o de enfrentarles en su presente de fracasos ni en su futuro, distanciados de la visión revolucionaria en la que antes coincidíamos.
Concluyó diciendo que, aunque en los documentos oficiales el partido FARC señalan que su decisión de retomar las armas “es una aventura y una irresponsabilidad”, él no va a “discutir eso a los tiros” y afirmó, en relación al atentado dado a conocer por las autoridades contra Timochenko, que “hasta donde se sabe, fue un falso positivo, con el que no tuvimos que ver absolutamente en nada”.
Este el comunicado dado a conocer a través de la cuenta A Contracorriente PC3 @AContraCorrie15:
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