Patricia Linares envía un mensaje a los críticos de la JEP en su último día frente al tribunal

En marzo de 2017 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) nació en Colombia como el sistema transicional de justicia que se creó en los Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP en 2016. Seis meses después de fundarse se designó a la magistrada Patricia Linares para ser su presidenta por un periodo de tres años, que termina este viernes 30 de octubre.

Durante la entrega del informa de su gestión, Linares señaló que se siente tranquila porque en esos tres años lograron un proceso de implementación de la Jurisdicción que permite decir: “partimos de cero el 15 de enero de 2018 y hoy tenemos a la JEP funcionando al 100%”.

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En el balance que entregó Linares de los tres años de funcionamiento de la JEP, se destacan: siete macro-casos abiertos, que vinculan a 9.800 comparecientes de las extintas Farc y 2.700 miembros de la fuerza pública, así como a 117 servidores de Estado sometidos y 600 solicitudes de terceros que se postulan como financiadores, promotores y auspiciadores que voluntariamente que se han presentado a la JEP.

La magistrada destacó que la JEP ya cuenta con más de 308.000 víctimas individuales y colectivas acreditadas y ya se han adoptado 34.000 decisiones judiciales. “Todas importantes, porque ha sido nuestra tarea llenar de contenido ese diseño complejo que aspira a cumplir expectativas que se han planteado durante los dos días del encuentro”, puntualizó.

La presidenta de la JEP insistió en que hay temas sobre los que tienen que seguir avanzando a partir de estrategias de pedagogía y resultados que le permitan entender tanto a la sociedad, como a las víctimas y sectores amigos o adversarios, que el modelo de justicia transicional funciona.

"La JEP presenta resultados, garantiza la no impunidad y honra el compromiso de imponer sanciones que ordena la Constitución pero atinadas a la gravedad de los delitos sobre los que tenemos competencia, como son los de lesa humanidad y crímenes de guerra ocurridos antes del 1 de diciembre de 2016”, explicó Linares.

Frente a quienes reclaman resultados prontos a la JEP, su presidenta explicó: “Es una tarea difícil. Hablamos de un modelo inédito en el mundo, sin precedentes de ningún orden y que se rige por principios y lógicas diferentes a las que están arraigadas en el imaginario social. A las que estamos acostumbradas las sociedades respondiendo a los principios de una justicia retributiva”.

El mensaje de Patricia Linares a los contradictores de la JEP

Para Linares, la labor del tribunal de paz parece ser cada día más difícil por los debates que se desarrollan en el país sobre si este modelo garantiza o no los derechos de las víctimas.

De hecho, durante el Encuentro Internacional de Justicia Transicional ‘Respuestas Emergentes a Atrocidades Contemporáneas’, organizado por la Jurisdicción Especial para la Paz, este 29 de octubre, el presidente Iván Duque lanzó varios dardos al trabajo de la JEP.

“Es fundamental que no se vuelvan a presentar hechos tristemente célebres como los ocurridos con alias Jesús Santrich, alias Iván Márquez y alias el ‘Paisa’ (...) que pusieron en tela de juicio la administración de justicia, ya que casi más de nueve meses después de ocurridos los hechos fehacientes de su retorno a la actividad criminal se conocieron las decisiones de su exclusión”, expuso el jefe de Estado.

Sin embargo, la presidenta de la JEP se mostró “optimista porque en estos tres años presentamos un balance del que nos sentimos orgullosos. En Colombia se habla de si es sano para el país insistir en la búsqueda de la verdad, profunda y plena".

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En su salida del cargo, Patricia Linares lamentó que frecuentemente tenga que acudir al reclamo del respeto a la autonomía e independencia que se les debe a los jueces en cualquier país que se predique democrático.

Los magistrados Eduardo Cifuentes como presidente y Alexandra Sandoval como vicepresidenta reemplazarán a Patricia Linares Prieto y a Xiomara Balanta.

Linares seguirá como magistrada de la Sala de Apelación, órgano de cierre del Tribunal para la Paz. Allí decidirá sobre las peticiones de revocar, confirmar o modificar las sentencias y decisiones de las Secciones y las Salas de la JEP.