En un informe completo de 36 páginas, entregado el pasado 7 de octubre a la mandataria de la ciudad, la comisión de alto nivel designada hace unos meses por la alcaldesa Claudia López, reveló que tras un análisis detallado de lo que había sido el proceso de estructuración y contratación de la primera línea del metro, no se encontraron indicios de ningún acto de corrupción.
El grupo de expertos destacó que no se halló ningún caso de soborno, prevaricato, uso de información privilegiada o tráfico de influencias.
“El propósito de la comisión fue identificar alertas de actos, hechos, decisiones o elecciones en los que hubo corrupción, entendida como actos en los que hay un privilegio de intereses particulares en detrimento del interés en general, como en el caso del soborno, cohecho, prevaricato, uso de información privilegiada, el tráfico de influencias, fraudes, entre otras”, dice el documento entregado a López.
“La comisión no encontró indicios o alertas de actos o hechos de corrupción en el proyecto”, asegura el documento entregado a la mandataria.
La actual directora de la escuela de gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de Los Andes, María Margarita Zuleta, el economista y especialista en finanzas Dimitri Zaninovich y el ingeniero Ricardo Cárdenas, asesor de la Alcaldía Mayor de Bogotá, estuvieron al frente de la comisión.
En este sentido, después de realizar el estudio, Zaninovich le dijo a López que en relación con el blindaje del proyecto frente a la corrupción, la comisión agrupó su análisis alrededor de tres componentes principales.
<mark class="hl_orange"><b>¿Cómo se realizó el estudio?</b></mark>
Por un lado, los procedimientos propios del proyecto en los cuales se incluyeron los filtros instituidos por la Empresa Metro y los mecanismos exigidos tanto por la banca multilateral como por el Gobierno Nacional.
En segundo lugar, se analizó la vigilancia ejercida por los organismos de control (Veeduría, Contraloría Distrital y Contraloría Nacional), y, como tercer indicador, los procesos judiciales relacionados con el proyecto.
Finalmente, la alcaldesa agradeció a la comisión y aseguró que está satisfecha por las conclusiones del seguimiento. Por su parte, se comprometió a fortalecer los mecanismos y procedimientos para garantizar las mejores prácticas en lo que resta del proceso, con el fin de que la construcción del metro se haga de la mejor manera posible.
“La conclusión es que podemos estar tranquilos con el proceso contractual que se surtió. Hay cosas por mejorar, sin duda; que no haya alertas de corrupción no quiere decir que no haya cosas por mejorar, y, además, hay unos grandes desafíos en lo que se viene de ejecución del proyecto”, dijo López.
Todo este proceso se presentó para estudiar si en la estructuración de todo el proyecto, que fue realizado en la alcaldía de Enrique Peñalosa, se presentaron actos de corrupción.
<mark class="hl_orange"><b>Los agradecimientos a líderes pasados</b></mark>
Finalmente, en el discurso de inauguración del proyecto, celebrado el pasado 20 de octubre, López envió varios guiños a otros dirigentes políticos. La alcaldesa aseguró que “a veces a nuestros gobernantes e incluso a los mismos ciudadanos les cuesta demasiado reconocer con generosidad los aportes de otros, los avances que nos preceden y continuarlos sabiendo que no somos sino un peldaño en la construcción de una larga historia”.
López continuó diciendo, “desde aquí le mando un abrazo de reconocimiento y gratitud al exalcalde Enrique Peñalosa, al expresidente Juan Manuel Santos que empezaron en los respectivos mandatos los trámites, estudios y compromisos mutuos requeridos para que la fase 1 de la primera línea del metro empiece hoy a construirse”.
El metro de Bogotá con el inicio de concesión, la interventoría y el traslado de redes, generará, entre lo que queda de 2020 y 2021, 3.276 empleos directos y 13.842 indirectos.
El concesionario, la firma Metro Línea 1 SAS, está integrado por las empresas chinas China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Metro Company Limited. Ambas empresas han participado en la construcción de los metros de Hong Kong, Singapur, Wuhan, Kuala Lumpur y Sydney, entre otros.
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