Entre los protocolos de entrada a Colombia, se le exige a los pasajeros que porten una prueba PCR negativa, realizada, máximo, 96 horas antes del viaje. Incluso, se habilitó un laboratorio en el aeropuerto El Dorado para garantizar pruebas a las personas que arriban o abandonan el país. Sin embargo, la Secretaría de Salud de Bogotá confirmó la llegada de dos pacientes positivos para COVID-19 al aeropuerto de la capital colombiana.
Blu Radio reveló que, en uno de los casos, se trata de una pasajera que llegó a Bogotá el pasado 26 de octubre desde Quito, Ecuador, en un vuelo de la aerolínea Wingo, que ya ha estado inmersa en controversias por faltas a los protocolos de bioseguridad.
La aerolínea de bajo costo se refirió al caso y afirmó que la pasajera le dijo a sus operadores en el aeropuerto Mariscal Sucre que no se pudo tomar la prueba PCR previa al vuelo. El protocolo a seguir ante esa situación fue el diligenciamiento de un formulario en el que la mujer certificaba que la aerolínea le solicitó la prueba PCR para abordar el avión, pero, que por motivos ajenos a Wingo, no le fue posible presentar la certificación.
De acuerdo con la aerolínea, a la pasajera se le permitió abordar por el compromiso de la misma de seguir con las normativas del Gobierno nacional. Una de las cláusulas del formulario comprometía a la usuaria a certificar que la información que suministró a la compañía era veraz y completa, ya que no se le podía negar el abordaje por la ley que indica que ningún nacional colombiano puede ser restringido de su entrada al país.
Según cuenta Blu Radio, Migración Colombia se enteró, a su llegada, que la usuaria tenía un resultado positivo en una prueba PCR realizada antes del viaje. Por su parte, por la violación del compromiso en el formulario, Wingo evaluará acciones legales contra la colombiana por su conducta irresponsable, la cual puso en riesgo la salud de todos los pasajeros del vuelo.
Según lo establecido por Migración, la culpable de este hecho fue la pasajera, al abordar irresponsablemente la aeronave. Sin embargo, la institución resalta la responsabilidad de Wingo por desacatar el requerimiento de solo abordar pasajeros que cuenten con una prueba negativa vigente, a pesar de abrir una ventana de posibilidad en la normativa para permitir que se realicen las pruebas al llegar a territorio nacional.
Wingo, de nuevo en la mira de las autoridades
El 5 de octubre, Wingo confirmó que transportó a una pasajera con COVID-19 entre Cancún y Bogotá, en un vuelo operado el 4 de octubre. En un comunicado, la aerolínea se comprometió a investigar lo ocurrido.
Según Wingo, la situación presentada “en el vuelo 7028 que cubría la ruta Cancún – Bogotá va en contra de los protocolos de bioseguridad que hemos adoptado como compañía. En Wingo hemos diseñado estrictos lineamientos con el objetivo de proteger la salud e integridad de todos nuestros viajeros y tripulaciones; y hemos cumplido a cabalidad con todos los requisitos establecidos por las autoridades de los países a los que hoy tenemos operación”, expresó la aerolínea en un comunicado.
Por su parte, la Aerocivil sigue investigando el hecho ocurrido a principios de octubre. “Una vez la Aerocivil recaude las pruebas necesarias, determinará las medidas que corresponden a este caso. La Aeronáutica Civil hace un llamado a las empresas y personas que usan el transporte aéreo hacia el cumplimiento estricto de los protocolos de bioseguridad”, señaló la entidad estatal.