La escolaridad en Colombia también sufrió las consecuencias de la crisis por la pandemia. Así lo dio a conocer el Ministerio de Educación al asegurar que más de 102.000 niños y adolescentes, de jardines y colegios, desertaron de sus estudios desde marzo, cuando comenzaron las medidas de cuarentena para evitar el riesgo de contagio por el covid-19.
Según las cifras del Sistema de Matrículas del MinEducación (Simat), dadas a conocer el pasado 26 de octubre, en la actualidad son 9′395.018 los menores matriculados en la educación preescolar, básica y media en el país. No obstante, a corte de agosto 102.880 de ellos se retiraron del sistema, es decir un 1,1%.
Lo que preocupa del porcentaje, aun cuando es menor que el del 2019, año en que el 2,99 % de niños y estudiantes desertaron de sus estudios, es que los mayores índices de abandono de las actividades educativas suele estar al fin o al comienzo de un periodo académico, no durante él.
Miembros de la Confederación Nacional de Padres de familia manifestaron que Colombia no estaba preparada para una educación virtual, y previeron que la cifra de casi 103.000 menores que desertaron a corte de agosto, puede aumentar a 650.000, entre noviembre de 2020 y enero de 2021, previo a la matrícula de un nuevo año escolar.
De llegar a ser así, se perdería el avance en materia de educación que se ha venido dando desde 2017, fecha en la que la tendencia al abandono de las actividades educativas fue a la baja. Ese año, el porcentaje de deserción fue de 3,08%. Lo que esperaba el Gobierno nacional para el 2020 era estar por debajo del 2,7%.
Entre las razones del 1,1 % de deserción escolar en lo que va del año destaca la falta de acceso a un computador o servicio de internet por parte del sector educativo en el país. A comienzos de octubre, por ejemplo, se hizo viral el caso de una maestra que dictaba clases en los torniquetes del Metro de Medellín, debido a la imposibilidad de algunos estudiantes para conectarse a las clases vía Internet.
Pero no solo esa es la razón, la economía en los hogares, afectada por la crisis, también sobresale, de acuerdo con algunos padres de familia.
Preferí retirar a mi hijo del jardín, ahorrar ese dinero y enseñarle cada vez que pueda, ya que trabajo desde casa
“Pese a no hacer uso de las instalaciones por la cuarentena y sin importar que las horas de clase se redujeron de manera considerable, al ser a través de videollamadas, en el jardín de mi hijo no descontaron si quiera un peso a los 250.000 pesos que pagaba cada mes. Preferí retirar a mi hijo, ahorrar ese dinero y enseñarle cada vez que pueda, ya que trabajo desde casa”, explicó Sandra Arias, una madre de familia de Bogotá.
En contraste con las cifras dadas por el Ministerio de Educación sobre la deserción, la Encuesta Pulso Social, realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 23 ciudades capitales del país, concluye que el porcentaje de abandono es todavía mayor.
De acuerdo con el estudio, el 87,4% de los estudiantes en los hogares continuaron con sus actividades académicas tras el cierre de los colegios en marzo, mientras que un 4,5 %, según los padres de familia que hicieron parte del sondeo, no pudieron seguir con la formación de sus hijos.
Como medidas para evitar la deserción escolar, el Ministerio de Educación trabaja en estrategias como la implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en casa, el Fondo Solidario para la Educación —con el que se ayuda a los padres de familia a pagar la pensión escolar— y las alternativas de educación vía medios de comunicación, a través de Señal Colombia y la Radio Nacional de Colombia.