El metro que no lleva ni un metro desde hace más de 70 años en la capital colombiana por fin es un hecho. Esta megaobra que beneficiará significativamente a cientos de bogotanos se atribuye a los gobiernos de Juan Manuel Santos, Iván Duque, Enrique Peñalosa y Claudia López. Sin embargo, el colombiano que ‘lleva a cuestas’ el Metro de Bogotá es el ingeniero civil Andrés Escobar Uribe, de 35 años, quien tendrá que asumir los retos de una de las obras más esperadas y controversiales del último siglo en Colombia.
En diálogo con el diario El Tiempo, Escobar Uribe dijo que está vinculado con el Metro de Bogotá desde que Enrique Peñalosa, exalcalde de la capital le dijera que en Colombia no habían personas que supieran hacer metros y por la amplia trayectoria que este individuo poseía se le entregó la vocería y gerencia del metro.
Escobar dice que a muchas personas no le gustan los retos, pero a él sí y pese a que no habían muchos estudios y tuvo que replantear el trazado y los diseños del metro, decidió ‘ponerse la 10’ y dirigir este proyecto que por fin comenzará ladrillo sobre ladrillo.
El gerente de la empresa Metro explica que junto al equipo multidisciplinar con el que trabajó en este proyecto, contrataron una consultora y a la Financiera de Desarrollo Nacional que sirvió para “priorizar la línea elevada hasta Los Héroes, hasta la 76, y las troncales alimentadoras, porque era la única forma de que la relación beneficio-costo diera positiva”, dijo Escobar.
Al indagar al gerente de este proyecto sobre si ha sido un proceso demandante, Escobar Uribe asegura que han sido años de trabajo intenso y “un desgaste”. Dice que el proyecto tuvo que pasar por diversos entes gubernamentales y de rigor como el Concejo de Bogotá, deudas con el Banco Mundial, la Presidencia, la Alcaldía, entre otras. Además, menciona que por la preocupación del proyecto en ocasiones no pudo dormir, pero que todo ha valido la pena.
El Metro de Bogotá ha tenido múltiples trabas en las diferentes administraciones distritales y nacionales. Frente a dichos inconvenientes, Escobar Uribe dice que sintió temor al ver que la deuda que tendría que adquirir la nación por más de 2,4 billones de pesos para firmar el acta de inicio le hizo pensar que “no íbamos a poder hacer esa emisión y nos íbamos a quedar sin completar la financiación”.
Otro de los ‘chicharrones’ que el gerente de la empresa Metro tuvo que asumir fue el de la decisión de que el proyecto del metro se hiciera mediante una concesión. Según Escobar, esta situación ocasionó que tuviera un roce con el exalcalde Peñalosa debido a que “cuando decimos que la modalidad de contratación iba a ser una concesión, esa fue una muy mala noticia para algunas constructoras de metros, porque a algunas lo que les gusta es ‘me ganó el contrato, hago obra, me pagan y me voy’. En una concesión usted hace la obra y se queda operando, y si las cosas no funcionan, es el responsable y no va a recibir el pago”, expresó al diario El Tiempo.
Cuenta además, que frente a dicha decisión, la opinión pública no se hizo esperar y muchos embajadores e involucrados en el proyecto ‘se bajaron del metro’ y decidieron no continuar porque aseguraban que la decisión era “un grave error”. “Pasamos unas noches muy difíciles, de mucha tensión. Y fuera de eso tuvimos problemas macroeconómicos, devaluaciones”, dice.
Las elecciones presidenciales y distritales incidieron bastante en el retroceso del metro. Según Escobar, en la contienda electoral del 2019, hubo un candidato que acusó de corrupción a quienes lideraban la empresa Metro; sin embargo, todo salió bien porque “por fortuna, eso no terminó en nada y Claudia López aclaró todo eso”, dijo.
Faltan aproximadamente ocho años para que la capital colombiana por fin pueda tener el metro, los retos son grandes y los obstáculos más. Sin embargo, el gerente de dicho proyecto dice que queda mucho por hacer y “somos los responsables de pagar sumas inmensas, del orden de 10 billones de pesos, en estos ocho años. Eso viene por delante”, concluyó Escobar Uribe.