Recomendaciones para el uso de tapabocas en niños y niñas en Bogotá

La Secretaría de Bogotá expidió una circular que contiene las principales recomendaciones para el uso del tapabocas en esta población. En los niños menores de dos años no se recomienda su uso.

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EFE/Carlos Lemos/Archivo
EFE/Carlos Lemos/Archivo

En la actualidad hay poca información con respecto al uso del tapabocas en la población pediátrica. Existen algunas recomendaciones de referentes internacionales y nacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Colombiana de Infectología- ACIN, que indican algunos lineamientos para el uso de la mascarilla.

Es por eso que la Secretaría de Salud Bogotá convocó a un comité de expertos dentro de los cuales participaron médicos pediatras de la Sociedad Colombiana de Pediatría Regional Bogotá, así como otros especialistas en pediatría de las áreas de neumología, infectología, cuidado intensivo y neonatología, con el fin de generar un consenso sobre el las principales recomendaciones para el uso de tapabocas en niños y niñas.

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Entre las conclusiones del consenso de expertos sobre el uso del tapabocas en la población pediátrica, está que los menores de dos años no deberían usar tapabocas.

“No existe evidencia científica suficiente para recomendar el uso del tapabocas en niñas y niños menores de 2 años", señala la circular 064 de la Secretaría de Salud.

Se recomienda el uso del tapabocas en la población entre los 3 y 5 años cuando se cumplan las siguientes condiciones:

1. Supervisión continúa de un adulto responsable, conocedor de la adecuada técnica de postura, uso, retiro e identificación del momento de cambio de este elemento.

2. Presencia del niño en zonas de alto riesgo de contagio/entornos públicos, siempre y cuando no sea posible cumplir el distanciamiento físico recomendado y la tasa de transmisibilidad del virus en la zona sea alta, corno por ejemplo en:

  • Guarderías o colegios.
  • Centros de salud.
  • Transporte público.
  • Espacios cerrados o conglomeraciones de personas.
  • Lugares con presencia de adultos mayores con riesgo alto para contagiarse y enfermar por el SARS CoV 2.
  • Al entrar en contacto con personas que no son miembros de su hogar.

Por su parte, el comité de expertos recomienda que el uso de mascarillas quirúrgicas es muy similar al realizado en la población adulta, en la población pediátrica entre los 6 y 11 años cuando se cumplan las siguientes condiciones:

  • Supervisión adecuada de un adulto responsable y siempre y cuando sean claras las instrucciones para la postura, uso y retiro de la mascarilla de forma segura por parte del niño.
  • Adecuada capacidad del niño para usar la mascarilla de forma segura.
  • El acceso a las mascarillas, así como su lavado o recambio en determinados lugares (como colegio y guarderías).
  • Si hay transmisión generalizada en el área donde reside el niño.
  • Presencia del niño en zonas de alto riesgo de contagio/entornos públicos y la tasa de transmisibilidad del virus en la zona sea alta, como las descritas con anterioridad.

Se indica el uso del tapabocas a partir de los 12 años en las mismas condiciones dictadas para la población adulta y en particular cuando no se pueda garantizar el distanciamiento físico recomendado y haya transmisión generalizada en la zona.

¿En qué casos se debe evitar el uso del tapabocas?

  • Menores de 2 años.
  • Poblaciones especiales como: niños con patologías neurológicas, retrasos en el neurodesarrollo o patologías respiratorias (Incluida la obstrucción parcial de vía aérea superior, por ejemplo, en casos de: Hipertrofia de cornetes y/o adenoides, cromosomopatías con tendencia a la apnea obstructiva y, algunas malformaciones congénitas o adquiridas de vía aérea superior tales como traqueo o broncomalacia), que puedan tener complicaciones derivadas del uso del tapabocas.
  • Niños o ,niñas a quienes, por su discapacidad física o motora, no les sea posible retirarse el tapabocas por sus propios medios y requieran ayuda externa para esto.
  • Niños o niñas inconscientes.
  • Durante actividades escolares en las cuales la mascarilla facial pudiese humedecerse y perder su eficacia: horas de alimentación, realización de actividad física y durante ciertas actividades lúdicas al aire libre y en las cuales se pueda mantener el distanciamiento físico.
  • Niños o niñas con discapacidad auditiva o del lenguaje , en quienes prima su atención integral y desarrollo como individuos sociales. En estos casos es necesario considerar otro tipo de alternativas tales como el distanciamiento físico.

Conozca la circular completa aquí:

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