Quince exjefes paramilitares solicitaron, a través de una carta, al presidente Iván Duque, protección para el antiguo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, detenido al regresar al país, el pasado 28 de septiembre, tras cumplir una condena de doce años en Estados Unidos por narcotráfico.
En la misiva firmada por El Alemán, Diego Vecino, Julián Bolívar y Nodier Giraldo, entre otros, los exparamilitares aseguran que preservar la vida de Jorge 40 es muy importante para conocer la verdad del conflicto. Por esta razón, piden “de la manera más respetuosa” al presidente de Colombia “que se tomen todas las medidas posibles y pertinentes para preservar la vida e integridad” del excomandante de las AUC.
“Tiene mucho para aportar, tanto para la satisfacción de las justas demandas de las víctimas, como para una comprensión integral de las dinámicas de nuestros fenómenos de violencia, pues, por años, se enfrentó a las guerrillas y, como pocos, conoció los desarrollos del conflicto armado, en especial en el Caribe colombiano”, afirman en el documento.
Esta carta se une a la petición que hizo en días pasados el mismo Jorge 40 al presidente de la República, después de haber llegado deportado a Colombia desde Estados Unidos, y ser llevado a la cárcel de Picaleña en Ibagué. En el documento enviado por el exparamilitar dice: “Presidente, me van a matar”.
“Solicito, por medio de la presente, se me recluya en un lugar que cuente con las medidas de seguridad necesarias, no solamente por tutelarme la vida, sino también por las víctimas que necesitan conocer la verdad de la historia del conflicto que me corresponde”, expresó ‘Jorge 40’ en su petición.
Los exparamilitares, que se unen al pedido de protección de Jorge 40, recuerdan en su carta que el excomandante se desmovilizó como paramilitar jefe del Bloque Norte de las AUC, dentro del “proceso de paz” realizado con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Aseguran que desde el momento de su desmovilización, en 2005, Jorge 40 ha entregado “detalles sobre las circunstancias de su participación militar y sus relaciones políticas y económicas como comandante de las AUC en los departamentos de Cesar, Magdalena y Atlántico”.
Pero, según los firmantes de la misiva, la entrega de información y verdad por parte de Jorge 40 se vio afectada por su extradición a los Estados Unidos “motivada en alegatos de incumplimientos y reincidencias nunca probadas”, las amenazas de las que fue víctima él y su familia en 2009, el asesinato de su hermano y su exclusión del proceso de Justicia y Paz.
Los exjefes paramilitares aseguran en la petición que, luego de su desmovilización, 3.500 exmilitantes de las Autodefensas han sido asesinados. Por eso argumentan que más allá de garantizar su seguridad, Jorge 40 necesita de “máxima protección”.
Jorge 40 fue comandante en jefe del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, que tenía presencia en los departamentos de Cesar, Magdalena, La Guajira, Atlántico y Santander.
A su regreso a Colombia, el exparamilitar estuvo varios días en los calabozos del búnker de la Fiscalía, en Bogotá, y luego el Inpec lo trasladó a la cárcel de Picaleña, en Ibagué. Allí estará recluido, en el pabellón de máxima seguridad, mientras aguarda el resultado de la apelación que sus abogados presentaron para solicitar su entrada a la Jurisdicción Especial para la Paz.
Hoy por hoy, aseguran sus abogados, Jorge 40 solo se alimenta de paquetes de frutos secos y, si necesita beber o comer algo más, solicita que el custodio lo pruebe primero, por el temor de ser envenenado.
El exjefe del bloque Norte de las AUC tiene tres sentencias condenatorias por homicidio y más de 80 procesos penales pendientes por asesinatos, masacres y desapariciones ocurridas entre 1998 y 2006, en el auge de la denominada parapolítica.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: