Con una cifra de masacres que no se daba desde el 2017, una débil reactivación económica y cerca del millón de contagios por Covid-19 en el país, comienza la cuenta regresiva para el Paro Nacional del 21 de octubre, convocado por distintos sectores sociales. Aquí, algunas claves para entender la nueva jornada de manifestaciones.
¿Quiénes y por qué se movilizarán?
“Por la vida, democracia, paz y negociación del pliego de emergencia”, así dice la consigna del Comité Nacional del Paro, que convocó a la jornada de protesta social de este 21 de octubre, el cual está integrado por las centrales obreras, organizaciones sociales, educadores y líderes estudiantiles del país. El comité fue el encargado de organizar la multitudinaria movilización del 21 de noviembre de 2019.
La política aplicada por el presidente Duque para enfrentar la emergencia ha sido de las más desastrosas del continente
En la manifestación también participará la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la central obrera más grande del país, que afirma que protestará, entre otras causas, porque “la política aplicada por el presidente Duque para enfrentar la emergencia ha sido de las más desastrosas del continente, ni la vida ni la economía han sido puestos como prioridad (...). Somos el quinto país en el mundo por número de fallecidos por cada millón de habitantes”.
No existen las condiciones necesarias para retornar a los colegios del país
También estará la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), que, desde este martes 20 de octubre, se manifiesta por las calles de las principales ciudades del país para denunciar que, según afirman, “no existen las condiciones necesarias para retornar a los colegios del país, pues no se cuenta con los recursos para implementar los protocolos”. Para Fecode, la vuelta a las aulas de clase representa riesgos para la salud y la vida de estudiantes y educadores.
La movilización hacia Bogotá es para defender la vida en nuestros territorios, no solo la de los pueblos indígenas, sino la de todos los colombianos
A la jornada de movilizaciones también se suman los más de 6.000 participantes de la Minga, de la que hacen parte organizaciones, movimientos indígenas, afro y campesinos, que llegaron el 18 de octubre a Bogotá para exigirle al presidente Duque que escuche sus peticiones en torno a los derechos a la vida, la paz, el territorio y la democracia. “La movilización hacia Bogotá fue para defender la vida en nuestros territorios, no solo la de los pueblos indígenas, sino la de todos los colombianos”, explicó Dario Tote, consejero de la minga.
El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) también comunicó su participación en el paro, entre otras cosas, como rechazo a los asesinatos de 234 exmilitantes de la guerrilla desde la firma de los Acuerdos de Paz, 146 de ellos durante el Gobierno Duque.
Debemos movilizarnos hasta que seamos millones los que exijamos el cese del exterminio que se adelanta con la complacencia del Gobierno Nacional
Tras el asesinato de los desmovilizados, Juan de Jesús Monroy y Luis Alexander Largo, el viernes 16 de octubre, en La Uribe, Meta, el partido Farc dijo: “Debemos movilizarnos hasta que seamos millones los que exijamos el cese del exterminio que se adelanta con la complacencia del Gobierno nacional”.
Recrudecimiento de la violencia, una de las razones del paro
Una de las principales razones del Paro Nacional del 21 de octubre, de acuerdo con el comité que lo organiza, es el recrudecimiento de la violencia en Colombia. Según Indepaz, en lo que va de 2020, han sido asesinadas 267 personas en 67 masacres perpetradas en el país.
Indepaz incluye en las masacres documentadas el homicidio de diez ciudadanos en Bogotá y Cundinamarca entre el 9 y el 10 de septiembre, durante las jornadas de protestas en el país en rechazo al homicidio del abogado Javier Ordóñez, que hoy son materia de investigación por uso indiscriminado de armas por parte de miembros de la Policía.
“Entre el 2014 y el 2017, las masacres en Colombia disminuyeron. A partir de ese año, contrario a lo que se esperaba, aumentaron”, afirmó a Infobae en una entrevista reciente Diego Restrepo, coordinador de la línea de conflicto, paz y posconflicto de la Fundación Paz y Reconciliación.
La información coincide con las cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que registra, en 2017, 12 masacres que dejaron 49 víctimas; en 2018, 105 víctimas en 27 y 2019 cerró con 35 masacres que le costaron la vida a 113 personas.
Durante estos diez meses del 2020, en plena pandemia, se ha duplicado el número de víctimas del 2019 y se está cerca de doblar la cifra de masacres.
Solo en lo que va de octubre, de acuerdo con Indepaz, van 15 asesinatos de líderes sociales, de los cuales ocho se han ejecutado la última semana.