El gobierno colombiano tenía como meta para el 2022 que el 85 por ciento de su su población se bancarizara, esto quiere decir, lograr que alguien desarrolle o resuelva las actividades económicas a través de la banca. Según expertos, la pandemia de COVID-19 permitió que este cometido se lograra mucho antes. En el primer semestre de este 2020, más de 1,6 millones adultos ingresaron por primera vez al sistema financiero o adquirieron algún producto bancario, cuentas de ahorros, créditos, etc.
Freddy Castro, director del programa estatal Banca de las Oportunidades, le dijo al diario El Tiempo que, a junio del 2020, 31 millones de colombianos estaban bancarizados. Esto le permitió al país alcanzar una tasa de inclusión financiera del 85,9 por ciento, cerca de un punto porcentual por encima de la meta establecida en el Plan de Desarrollo para el 2022, que era el 85%.
Estas cifras le permitirán al país ser líder en el ranking de economías emergentes, garantizando que la población obtenga información de valor sobre el sistema financiero, de acuerdo con el Microscopio Global del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras entidades internacionales.
Según el Microscopio Global, en el 2019, Colombia alcanzó el 82% de inclusión financiera, al mismo nivel de países como Perú, Uruguay, México, India y Brasil, entre otros. Ahora, Colombia sigue siendo pionera en impulsar los servicios bancarios para su población.
¿La pandemia permitió este objetivo?
Los expertos aseguran que las restricciones que el Gobierno nacional implmentó desde marzo para contener el coronavirus incidieron positivamente en que la inclusión financiera del país aumentara significativamente. Además, permitió que la población hiciera un mejor uso de sus productos bancarios, muchos de ellos estaban pausados antes de la cuarentena.
“En particular, la evolución del indicador de uso tuvo un crecimiento superior al 4 por ciento entre marzo y junio, mientras que en el primer trimestre este fue de 0,8 por ciento”, indicaronn en Banca de las Oportunidades.
Aumenta el uso de productos bancarios
Otra buena noticia con relación al uso de productos bancarios, según la Banca de las Oportunidades, fue que en los primeros seis meses del 2020, unos 2,3 millones de adultos usaron productos que estaban inactivos en diciembre pasado. Además, en el primer semestre se evidenció una significativa cifra de colombianos con productos activos en el sistema financiero: 25,8 millones, lo cual ratifica una vez más el cumplimiento de la meta de bancarización que el Gobierno nacional tenía propuesta.
Según los informes, el porcentaje de los colombianos que adquirieron productos con la banca ascendió al 71,6 por ciento, 5,6 puntos porcentuales por encima del dato registrado en diciembre pasado y 5,4 por debajo de la meta fijada para el cuatrienio.
Las anteriores cifras se suman también a las que reportó la Superintendencia Financiera de Colombia, que evidencia el dinámico panorama que ha tenido la bancarización del país, sobre todo durante la situación sanitaria del COVID-19.
Canales electrónicos: aliados bancarios durante la pandemia
La Superintendencia también recalcó la importancia de los canales electrónicos, que siguen posicionándose como fuertes aliados de las entidades bancarias y de los usuarios. Además, la entidad resalta el beneficioso aumento de pagos por internet, banca móvil, corresponsales bancarios y datáfonos. Según la Superintendencia, el uso de estos servicios se estima en una tasa promedio por encima del 150 por ciento, frente a un día normal.
“En este frente, el país traía una dinámica positiva que, bajo el escenario de pandemia, se ha profundizado, especialmente en acceso y uso de servicios financieros digitales, resultado de la coordinación entre el sistema financiero y entidades de Gobierno. Este salto ratifica que la transformación digital no tiene reversa”, señaló a El Tiempo, Freddy Castro de Banca de las Oportunidades.
Castro, además, resaltó el indispensable rol que los programas de transferencias monetarias del Gobierno, como Ingreso Solidario y Compensación del IVA. Según el funcionario, el Ingreso Solidario permitió que más de 759.000 beneficiarios activaran sus productos de depósito o abrieran uno por primera vez. Por su parte, la Compensación del IVA logró que más de 99.000 personas reactivaran o abrieran un producto de depósito, la mayoría de estos digitales.
En marzo se registraron 2,3 millones de adultos con Cuentas de Trámite Simplificado (Cats) y 2,7 millones de usuarios de Cuentas de Depósito Electrónico (CDE) activas. Tres meses después, el primer producto contaba con 4,3 millones de titulares activos, mientras que el segundo escaló hasta los 7,4 millones de usuarios.
“En este Gobierno hemos acelerado la ejecución de programas de transferencias monetarias y por eso cerca del 90 por ciento de los hogares en condiciones de pobreza y vulnerabilidad económica acceden a algún esquema. Sin duda estamos sentando las bases de la política social moderna y construyendo equidad a partir de la prestación de servicios financieros”, señaló a El Tiempo Luis Alberto Rodríguez, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Todavía hay que mejorar
Pese a que hay un notable aumento de la bancarización en el país, aún hay un sinnúmero de colombianos, sobre todo en las áreas rurales y lejos de las metrópolis que no cuentan con servicios bancarios. Según las entidades financieras, al menos 5 millones de colombianos permanecen hoy por fuera del circuito oficial. En estas poblaciones se enfocarán las estrategias de ahora en adelante para permitir que todos gocen de los ‘beneficios’ de los servicio bancarios.
Para lograr dicho cometido, se implementará una red de corresponsales bancarios en 1.600 puntos. Hasta el momento, Colombia posee 145.000, pero se espera que se puedan hacer muchos más. Para ello, se planea invertir al menos 7.000 millones de pesos en los próximos dos años.
Las estrategias del Gobierno nacional para permitir que más personas accedan a la bancarización se enfocarán en la modificación de la estructura institucional de la política pública que existe actualmente con el fin de generar una sinergia entre actores públicos y privados.