Sí habrá cambio de color en buses del SITP en Bogotá: Claudia López

El Distrito asegura que la estrategia hace parte de una campaña de concienciación ambiental y va acorde con las empresas operadoras que prestan el servicio.

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An aerial view of Integrated Transport System (SITP) buses parked in a lot amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Bogota, Colombia April 7, 2020. REUTERS/Luisa Gonzalez
An aerial view of Integrated Transport System (SITP) buses parked in a lot amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Bogota, Colombia April 7, 2020. REUTERS/Luisa Gonzalez

Luego de la controversia de la semana pasada por el cambio de color de azul a verde de 371 buses nuevos del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que cuesta aproximadamete 5.300 millones de pesos, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que sí se hará este cambio, pero que el dinero para cubrir este gasto no saldrá del bolsillo de los capitalinos.

En una rueda de prensa, la mandataria se refirió por primera vez a la polémica propuesta, frente a ello aseguró: “Nadie se va a gastar un centavo de los impuestos de los bogotanos en pintura, cero pesos”. Después, la mandaria aseguró que la estrategia de cambiar de color los buses es algo que se ha hecho en ciudades como Santiago de Chile y Medellín:

“Es una manera de control social y cultura ciudadana. (...) Los buses eléctricos se señalizan justamente para que se sepa que tienen un nivel de emisiones distinto, las flotas se señalizan por el nivel de emisiones, para que se distingan, para que los ciudadanos además puedan hacer un control social”, expresó la mandataria.

López, además, aseguró que la idea de pintar los buses se dio a raíz de que ya venían en tránsito desde febrero y “lo que quisiéramos es que esos pioneros, 420 buses, creo que son, que ya vienen eléctricos, queden con la señalización por emisiones”, confirmó.

Además, para ratificar el anuncio de que el costo de pintar los buses no saldrá del bolsillo de los bogotanos, la mandataria dijo que ya hay empresas privadas como Enel-Codensa, interesadas en patrocinar dicha iniciativa. Una vez más reiteró: “Nadie -en la Alcaldía- va a invertir ningún peso en eso”. Sin embargo, dejó en claro que la nueva flota que vendrá de ahora en adelante estará con la señalización de emisiones “que está prevista en el manual de TransMilenio desde el mes de febrero. De manera que no hay allí ningún riesgo”.

Claudia López finalizó su intervención diciendo que para lograr que Bogotá tenga un servicio de transporte público completamente eléctrico que no contamine el medio ambiente, habrá que esperar al menos diez años.

Si bien la alcaldesa aclaró el interrogante que la opinión pública y los internautas en redes sociales le reprochaban sobre el costo de dicha estrategia, López no se refirió a las críticas que le han hecho por el cambio de color de azul a verde, como el del partido Alianza Verde, del que hace parte.

Frente a ello, el gerente de TransMilenio le informó a El Tiempo que el cambio de color se da como una manera de mostrarle a la ciudadanía que la llegada de esta flota está ayudando al medioambiente. Ramírez dijo también que el verde hace alusión a un tema ambiental y que el cambio de color se hace alineado y acordado con las empresas operadoras que prestan el servicio.

Aunque la decisión del cambio de color se habría tomado meses atrás, la iniciativa no se ha hecho por el costo que estas modificaciones representan para la ciudad, que sería de alrededor de 9 millones de pesos por unidad de transporte.

Ramírez, gerente de TransMilenio, aseguró también en diálogo con El Tiempo, que ninguno de los buses que opera actualmente se va a pintar. Sin embargo, dijo que si la propuesta avanza, se podría llegar a pintar la flota de buses eléctricos y a gas Euro VI que llegará después a TransMilenio. El costo de ese cambio de color lo asumiría la empresa Enel-Codensa, de la cual el Distrito es socio.

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