Es uno de los más importantes reconocimientos culturales a la comunidad latina en Estados Unidos. Además, la organización, localizada en California, ha desarrollado programas como el Festival Latino Book & Family e International Society of Latino Authors, que buscan promover a editores, ilustradores, autores y traductores de literatura hecha en países de habla hispana. Además, el crecimiento de este premio, a lo largo de los años, da muestra del aumento de la demanda de libros escritos en países como Colombia, México y España.
En esta ocasión fueron las poetas colombianas, nacidas entre 1964 y 1989, las ganadoras del primer puesto en la categoría ‘Mejor libro de Antología Poética’, Vaso Roto Casa Editorial. Sobre por qué escoger este periodo, Andrea Cote, editora de la antología, afirmó en una entrevista de la Facultad de Artes de la Universidad de los Andes que “son 25 años de nuestro país donde la revolución en la forma en la que escriben las mujeres va de la mano con la transformación del papel de las mujeres en la sociedad”.
Esta generación, además, ha recibido más premios y ha sido “más productiva”, en sus palabras; generación de poetas que nacen en los años ochenta y empiezan a publicar luego del 2000.
Andrea Cote, literatara de la Universidad de los Andes, nos da un nuevo camino para leer la poesía colombiana contemporánea, pues esta selección “trasciende la casa y el romance” porque las autoras dejan de habitar esos espacios. Esta generación también se caracteriza por hacer parte de la llamada ‘globalización’ que les permitó estudiar en el exterior, viajar y ser traducidas.
El orden cronológico es invertido y la razón, en palabras de Cote, es que “de alguna manera las autoras más contemporáneas tienen que ser pioneras de las pioneras, en el sentido en el que hay que leer la historia de la literatura colombiana escrita por mujeres al revés”. Esto, para descubrir de dónde vienen: María Mercedes Carranza, Olga Helena Mattei y todas las autoras que antes de ellas publicaron bajo condiciones sociológicas menos favorables.
El hilo que circunda a todas las autoras se define con las palabras del crítico alemán Hugo Friederich: “para conocer el alma de un poeta hay que fijarse en las palabras con las que se obsesiona”. La obsesión, en este caso, son los pájaros. Pero, ¿qué representan o simbolizan? En nuestro país parece haber un anhelo de la naturaleza y campo en contraposición a la ciudad, asegura Cote. Y esto apela a una división campo-ciudad dada por la guerra. Es por esto que “el pájaro representa ese momento de libertad y recuperación del territorio”.
La diversidad del pájaro apela, además, a la diversidad de la antología, al espectro de posibilidades de las autoras. También, en el prólogo, Andrea cote da cuenta de la relación, en la poesía colombiana, entre escritura y territorio. En el pasado, los autores construían a partir de los paisajes. Pero, las autoras contemporáneas rompen con esto y construyen, habitan otros territorios, no solo la naturaleza. El pájaro, ahora, también puede habitar la ciudad, representar el viaje de la mujer.
La variante de esto es la relación poesía-cuerpo de mujer que Cote la describe con números: en Colombia, matan a 4 mujeres por día en promedio. Es así como este cuerpo se convierte en un territorio “sobre el que se han ejercido dominios económicos, políticos y simbólicos”, afirma. El pájaro se libera, se desprende y contrarresta esos actos de violencia.
Esta antología hace parte de la colección ‘Sombras’ de Vaso Roto, editorial fundada en 2005 en Barcelona, España. Para Vaso Roto, “editar un libro es aprender a repensar el mundo al lado de sus autores y lectores, pero, ante todo, es dar sentido al tiempo que nos ha tocado vivir”.
Las diecisiete poetas que hacen parte de la antología son:
Beatriz Vanegas Athias
Bibiana Bernal
Camila Charry Noriega
Carolina Dávila
Catalina González
Clemencia Sánchez
Fátima Vélez
Gloria Posada
Gloria Susana Esquivel
Lucía Estrada
Luz Andrea Castillo
María Gómez Lara
María Paz Guerrero
Sandra Uribe Pérez
Tania Ganitsky
Yenny León
Yirma Castaño