Doce reclusas de la Distrital, pupilas de Johana Bahamón, celebraron su grado de la universidad

Johana Bahamón, propiciadora de la iniciativa, exhortó a la comunidad carcelaria a entender que los errores se pueden convertir en oportunidades.

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Foto: Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá
Foto: Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá

Doce mujeres privadas de la libertad de la Cárcel Distrital de Bogotá se graduaron de un diplomado virtual en resolución de retos empresariales de la Universidad Sergio Arboleda. El curso había iniciado en agosto pasado y tras completar satisfactoriamente con lo requerido recibieron su certificado.

El día de la graduación hubo mucha alegría en las reclusas, quienes entre planchas, secadoras, moñas, gritos y preguntas se preparaban para el acto conmemorativo mientras que la alegría, la emoción y los nervios las invadían. Según la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, el día del grado, en el pabellón Esperanza de la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres se veían “uniformes naranjas transitando de un lado a otro, llevando brochas de maquillaje, cintas y pinzas para el cabello”.

“Mami, ya casi van a comenzar, usted viera lo linda que quedé, voy a ver si me pueden tomar una foto”, dijo una de las internas, quienes llamaban a sus seres queridos por uno de los teléfonos disponibles en la Cárcel Distrital.

Las recién graduadas ya no se caracterizaban por lucir sus uniformes de prisión, este día se veían imponentes, con togas y birretes negros. Cuando eran las diez de la mañana, llegó el gran momento de graduación en esta penitenciaría ubicada en el barrio Calvo sur de la localidad de San Cristóbal.

Todas las graduandas entraron en primera fila a sus lugares de conmemoración y cuidadosamente se sentaron para no arrugar sus togas. Posteriormente, sus compañeras de pabellón se sentaron detrás de ellas, mientras que los invitados al evento estaban atentos a la tan anhelada ceremonia que pronto comenzó.

“Mis felicitaciones a ustedes por su graduación, por el esfuerzo que hicieron al estudiar. Quiero que esta no sea una única oportunidad de graduarse, que sean varias, que su familia las pueda ver con la alegría con la que hoy todos las estamos mirando”, dijo el Secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Hugo Acero.

Luego, el Secretario agradeció a Johana Bahamón, directora de la Fundación Acción Interna, a la Universidad Sergio Arboleda y los demás participantes por sus esfuerzos hacia esta población. Terminó su intervención con una felicitación a las graduandas.

Bahamon dio un mensaje de felicitación a las reclusas e hizo una exhortación a la importancia de garantizar oportunidades a quienes están bajo retención pues “estar privado de la libertad no significa estar privado de la dignidad y los errores se pueden convertir en oportunidades”, dijo la directora de la Fundación.

Ustedes son las emprendedoras más grandes que hemos tenido en los últimos tiempos”, dijo en tono positivo y muy orgulloso, Diego Plata, director del Centro de Innovación, Emprendimiento y Empresa de la Universidad Sergio Arboleda.

A la anterior reacción se unió la del director de la Cárcel Distrital, Manuel Castillo, quien reiteró el ejemplo que las graduandas daban para toda la población carcelaria. Cuando Castillo preguntó quién quería ser la próxima en graduarse, una gran cantidad de manos con uniforme naranja se levantaron.

Entrega del reconocimiento

Se procedió a llamar una a una a las reclusas para la entrega de diplomas y cada que una de ellas lo recibía, los invitados daban un fuerte aplauso en señal de felicitación. Al final, se escuchó un estallido de aplausos que enaltecía al personal de la cárcel que hizo parte de este logro: miembros del Cuerpo de Custodia y Vigilancia, profesores, personas del equipo de atención integral, compañeras de pabellón y directivos.

Las recién graduadas no solo recibieron el diploma, la Fundación Acción Interna entregó a cada una de ellas un kit de toallas y cremas para su rostro. Posterior a la premiación hubo un espectáculo de saxofón y un acto de cuentería que hicieron aplaudir y reír a homenajeadas e invitados.

Una vez terminado el concierto, entre felicitaciones y aplausos, una lluvia de doce birretes se vio en los aires de la Cárcel Distrital mientras que los gritos y felicitaciones no cesaron.

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