El artista de música urbana, Sebastián Yatra, fue duramente criticado por tener de mascota a un pequeño mono tití al que llama Kabu. En una publicación que hizo en su cuenta de Twitter se mostró acompañado por el animal que estaría en la casa del artista para su cumpleaños.
“Lo más random que vas a ver hoy… Kabu viene para mi cumple”, escribió Yatra.
Una de las primeras en reaccionar a estas fotografías, fue la concejal animalista de Bogotá, Andrea Padilla, quien insistió en que los animales silvestres deben estar en su hábitat y le envió un mensaje al cantante.
“Ojalá le permitas a ese miquito recobrar la libertad que nadie debió quitarle. En Miami debe haber alguna entidad ambiental que lo reciba y rehabilite #TuCasaNoEsSuCasa”, escribió Padilla.
A las críticas también se sumó la secretaria de Ambiente de Bogotá, Carolina Urrutia, señalando que “si Sebastián estuviera en Bogotá, un operativo de la Secretaría de Ambiente estaría saliendo para su casa a decomisar a Kabu, encuarentenarlo, recuperarlo y tratar de que recupere las capacidades necesarias para volver a la libertad. No seas como Sebastián”.
Algunos usuarios de la red social mostraron su rechazo a la actuación de Yatra.
El mono tití busca protección en Colombia
En 2018 el Ministerio de Ambiente amplió, con una extensión de 2.622 hectáreas al occidente del Parque Natural Regional Los Rosales, el Palmar del Tití, una nueva área protegida del Atlántico como parte del consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA).
De hecho, en el país hay presencia de la especie del mono tití, cabeciblanco, que está en peligro de extinción.
Estos diminutos primates son una de las tres especies amazónicas de tití. Los monos tití viven en una pequeña zona boscosa del noroeste de Colombia, se alimentan a través de la capa media del dosel en busca de las frutas y de los insectos que constituyen gran parte de su dieta, aunque también se sabe que comen vertebrados más grandes.
Los monos tití desempeñan un papel importante en la difusión de semillas en los ecosistemas tropicales. Estos monos suelen comer semillas grandes, incluso más de las que consumen los chimpancés y los babuinos. Esas semillas finalmente se digieren en heces, que han demostrado ser un excelente fertilizante con una alta tasa de éxito para la germinación.