En la noche de este martes 6 de octubre, el senador del partido Farc, Carlos Lozada reconoció, en entrevista con El Espectador, que él fue quien ejecutó la orden y planeó todo el operativo para llevar a cabo el magnicidio en contra del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, perpetrado en noviembre de 1995.
De acuerdo con el testimonio del negociador de los Acuerdos de Paz entre el gobierno y la extinta guerrilla colombiana, la orden la recibió de Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’ , quien murió en un operativo del Ejército, y la ejecutó un comando de cuatro personas de la Red Urbana Antonio Nariño.
“Es un hecho cuya responsabilidad es de la Red Urbana Antonio Nariño, de la cual yo era comandante en ese momento”
Sostuvo, además, que está dispuesto a dar más detalles de este asesinato y de otros actos terroristas cometidos por la extinta guerrilla, incluyendo los asesinatos del general Fernando Landazábal Reyes y el académico y ex-negociador de paz Jesús Antonio Bejarano, ante los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz – tribunal de justicia transitorio que nació a partir de los acuerdos-.
También aclaró que no hubo participación del Ejército – una hipótesis que se manejaba sobre el homicidio- y sostuvo que nunca se enteraron del operativo. Contó que muchos de los que participaron en el asesinato del político “fueron asesinados por la Policía” y que por esta razón “al Estado le tocó callarse”.
De acuerdo con el relato de Lozada, algunos integrantes del organismo de inteligencia colombiana se enteraron de la autoría del magnicidio, por parte de la Red Urbana Antonio Nariño, y que por eso torturaron y desaparecieron a dos guerrilleros que participaron en el operativo.
Del éxito del operativo, el ahora senador de la República se enteró cuando estaba a punto de reunirse con el bloque oriental de las Farc y Manuel Marulanda, quien tenía planes para asesinar al líder conservador casi desde que se creó la guerrilla.
El líder de la colectividad pidió disculpas a la familia y aseguró que espera reunirse un día con éstos y contar la verdad de los hechos.
Sin embargo, los familiares de Álvaro Gómez Hurtado y el mismo presidente de la República Iván Duque no quedaron satisfechos con esta confesión.
“Adjudicarse esos crímenes, cuando ya hay garantías de que nadie va a pagar cárcel, no deja de generar dudas, sospechas, preocupaciones”, sostuvo el jefe de estado cuando se le preguntó por la confesión.
“Obviamente, que la justicia cumpla con su tarea, pero también que no vaya a permitir que por una vía se trate de obstruir la verdadera responsabilidad que hay detrás de ese asesinato”, agregó el mandatario.
Por su parte, la familia del inmolado líder conservador, ha sostenido desde un principio que se trató de un crimen de Estado y rechazó la confesión, pues se trataría de ocultar a los verdaderos responsables.
Pero esta teoría del asesinato de Hurtado por parte de las Farc ya había hecho eco dentro del uribismo, que ahora se opone a esta hipótesis. Esto gracias a un libro con más de 1,500 cartas del jefe guerrillero donde se refería al magnicidio y que fue publicado por el senador José Obdulio Gaviria en 2012 y que promovió el expresidente Álvaro Uribe Vélez.