María Juliana Ruiz, la historia íntima de la primera dama de Colombia

En pocos años, la vida de esta abogada y madre de tres hijos cambió por completo cuando, en familia, decidieron ir por el sueño y las aspiraciones del presidente de Colombia, Iván Duque.

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Primera Dama, María Juliana Ruiz
Primera Dama, María Juliana Ruiz / Presidencia

María Juliana Ruiz Sandoval no se hubiera imaginado que el baile le marcaría los pasos en la vida: en el prestigioso colegio Marymount de Bogotá donde se inscribió en cuanto concurso pudo; en el barco donde dictó clases de salsa para subsistir mientras estudiaba en el Institut Catholique de París; en la fiesta de su amigo donde bailó, cuando tenía 15 años, con el que se uniría varios años después, nada menos que el actual presidente de Colombia.

Ese día la primera dama llegó a su casa, luego de la larga fiesta, a contarle a su mamá que había conocido al “papá de sus hijos”. Lo único que se atrevió a decir Gloria Sandoval, que desconocía los dotes de profeta de su hija, fue: “no digas palabras ociosas”, una historia que relataría Ruíz Sandoval a El Tiempo, tres hijos después.

La primera dama tiene en los genes dos geografías distintas: la boyacense de su madre, Gloria Sandoval, socióloga y profesora universitaria, de la que dice es “profunda” y “analítica” con un amor inmenso por sus hijos y por ella; y la antioqueña de su padre, Luis Fernando Ruiz, economista y hombre de negocios que estuvo en el sector público y al que se refiere como “divertido” y “leal”.

María Juliana hizo los estudios de primaria en el Marymount durante 13 años, donde fue porrista, jugó en el equipo de voleibol, hizo teatro, participó en concursos de literatura y conoció las que consideraría sus “hermanas”. Destacada en Sociales y Filosofía, su fuerte nunca fueron las matemáticas. Es una época en la que se recuerda inquieta.

Maria Juliana Ruiz en su
Maria Juliana Ruiz en su época de porrista del exclusivo colegio Marymount de Bogotá | Protagonista

Luego estudió derecho en la Universidad Javeriana, camino que luego la llevó a Francia para especializarse en el Católico de París. Allí, como a muchos estudiantes colombianos, le tocó ser niñera de una familia con cuatro niños, trabajó en un restaurante e hizo las veces de presentadora en algún evento de ópera. Las peripecias para costearse los gastos de su vida en Europa la “hicieron madurar”, recuerda.

Estando en París, atravesó el Atlántico hasta Washington para continuar con sus estudios de postgrado, allí se encontró, después de caminos divididos, con aquel hombre que había sido su novio, su amigo y su “enemigo”, Iván Duque, quien le aseguró que de ella se quedaría allí.

María Juliana Ruiz e Iván
María Juliana Ruiz e Iván Duque, el día de su matrimonio / Archivo

Duque tuvo razón, ya que Ruiz Sandoval estudió su Maestría en Leyes con Énfasis en Negocios Internacionales en la American University de esta ciudad, se casó, trabajó en la OEA y tuvo sus tres hijos: Luciana, Eloísa y Matías. De los 17 años que llevan de casados, 12 los vivió la familia Duque Ruiz en la ciudad de la Casa Blanca.

A los 23 años, ‘Maju’, como le dicen sus amigos, entró de pasante a la Organización de los Estados Americanos, donde sentiría “su realización profesional”. Llegó a trabajar con el secretario general tras 12 años en los que pasó de sacar copias a liderar comisiones con una importante relevancia diplomática.

María Juliana Ruiz una de
María Juliana Ruiz una de las sesiones de la Organización de Estados Americanos / Archivo OEA

La mujer que ama cocinar acompañada, ir al mar en ocasiones sola, leer poesía, compartir planes junto a chimeneas con su familia, y ver películas o leer un libro, es considerada por sus hijos como la “brava de la casa”. Está convencida que los hijos son la oportunidad para autocorregirse y mejorar experiencias en la vida.

“Es una mujer trabajadora, con los pies en la tierra, mi polo a tierra también y una mujer que se entrega todos los días por dar lo mejor de ella como mujer y como profesional, para mantener a esta familia”, le mencionó en una ocasión Iván Duque a Noticias Uno.

Cuando Iván Duque decidió postularse para el Senado (2014-2018) fue un momento difícil para la primera dama y sus hijos. Ya existía arraigo y estabilidad en el país donde habían cumplido, como no muchos, el popular “sueño americano”. Volver a Colombia fue una decisión trascendental en la vida de María Juliana Ruiz y su familia, y que, a pesar de lo difícil del cambio, cedió ante los sueños y convicciones de su marido. Convicciones que lo llevaron a convertirlo en el cuarto presidente más joven en la historia del país.

En la campaña presidencial su mayor preocupación era mantener a su familia unida. De llegar a convertirse en primera dama, intuía que el tiempo se haría más corto con su esposo, y el de este, con sus hijos que han sido una prioridad inaplazable. Y lo evidenció cuando Iván Duque recorría el país para convencer a la gente y los que más resintieron su ausencia fueron sus hijos, según recuerda Ruiz Sandoval.

A pesar de los dos años que cumple en la Casa de Nariño, a Ruiz Sandoval poco se le ve desfilar ante los medios de comunicación, poco se difunden sus iniciativas y poco se le ve protagonizar eventos e inauguraciones. A ella, que prefiere observar y apoyar a su esposo desde la privacidad, según cuenta, los medios la cubren sin mucha insistencia.

Luego de trabajar como secretaria General para la clínica Shaio, se dedicó en pleno a los oficios de primera dama.

No se conocen mucho, ni se publicitan mucho las iniciativas que lidera, pero está al frente de proyectos con la niñez y la juventud en temas referentes a la cultura, la salud y la educación. En medio de la pandemia, se le ha visto en La Guajira llevando mercados y ayudas con la iniciativa ‘Ayudar nos hace bien’ o la “Gran Alianza por la Nutrición”, que cumplió en marzo su primer año.

Ha mantenido un perfil bajo que pocas veces se ha interrumpido. La primera vez que salió de ese relativo anonimato fue a causa del blazer azul pastel que usó en la visita del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y de su esposa Melania. Un blazer que fue tendencia en las redes sociales por lo extravagante de su estilo y que fue objeto de burlas, debates en internet, memes e incontables notas de medios de comunicación que abordaron desde distintos ángulos como el “¿Es frívolo el debate de la primera dama?”, por Semana.

María Juliana Ruiz y el
María Juliana Ruiz y el presidente Duque en compañía del presidente Donald Trump, y su esposa Melania Trump. / Twitter: MarkKnoller

Esta semana se volvió a interrumpir su bajo perfil con las que fueron, para muchos de sus críticos, unas infortunadas declaraciones que dio a Noticias Caracol. A la pregunta si dejaría que sus hijos salieran a marchar en un país como Colombia, donde existe la represión policial, María Juliana respondió:

“Yo le quiero decir que me asusta más la agresión ciudadana que la represión policial. Pero la protesta es un derecho legítimo y no se lo negaría a mis hijos en este país. Lo que tendría presente es que mis hijos no salieran a la calle de manera violenta, con agresividad, con odio”.

Las palabras sentaron mal en buena parte de la opinión pública por el reciente antecedente del 9 de septiembre, cuando se registró el asesinato a manos de la Policía del estudiante de derecho Javier Ordoñez. El mismo día, en una jornada de protestas con pocos precedentes en Bogotá, alimentada por la indignación tras ese hecho, resultaron al menos 13 personas muertas, según el portal Cuestión Pública, 581 heridos, 58 de estos con armas de fuego por acciones de la Policía.

‘La mujer del presidente’ tuvo que bailar con una pregunta sumamente afilada de la que no salió del todo bien, pues de su primera entrevista en el prime-time quedó esa frase que dividió a la audiencia y alimentó una nueva polémica con ella como protagonista.

Tal vez pasará un buen tiempo antes de que María Juliana Ruiz vuelva a medirse a una aparición con esos reflectores. Su predecesora, ‘Tutina’ de Santos, supo de los riesgos de exponerse tras la experiencia de ocho años de Gobierno. De lo que no se librará es de la avalancha de opiniones cada vez que se mencione su nombre, una experiencia que su esposo está de sobra acostumbrado a sobrellevar.

Como todas las familias presidenciales en Colombia, la Duque Ruiz será protagonista de la vida nacional después del mandato. Seguirán escribiendo su historia como hasta ahora, con un destino trazado por sacrificios que solo se hacen por el amor al estudio, al trabajo, a los hijos y al país.

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