No fue pensado para moverse en trayectos urbanos y menos entornos rurales, el emblemático Jeep Willys fue concebido como un arma para la Segunda Guerra Mundial. En Colombia este vehículo se convirtió en símbolo de trabajo y pujanza en el Eje Cafetero.
El representante a la cámara del Centro Democrático del Quindío y ponente de la iniciativa, Diego Javier Osorio, manifestó en Caracol Radio que “la iniciativa siempre fue blindar la actividad económica de los conductores de los willys y que los ministerios de cultura, comercio y transporte establezcan las pautas para su protección y preservación.”
El parlamentario destacó que no solo el alegórico vehículo se ha convertido importante para el departamento, sino que sus efectos lo hacen integrante del paisaje de toda una cultura yipera, pues alrededor de esta dinámica hace efectos en el ámbito económico y turístico de esta zona del país.
Por otro lado, Rafael Pérez, un tradicional yipero del departamento, declaró que no ve del todo buena la noticia, “es un buen inicio pero que aún falta para dignificar la labor del sector, la normatividad puede perjudicar a los Willys en cuanto a la vigencia del vehículo y así generar riesgo de que salgan de circulación”, manifestó al medio.
Sin embargo, agregó que a pesar de que hay mucho vehículo reemplazando el trabajo del yipero, a nivel de turismo, es fundamental el trabajo para mantener la tradición.
¿Cómo el Yipao conquistó la cultura colombiana?
Según los libros de historia, en realidad fue una adopción, en los años 40 el Ministerio de Defensa de Colombia adquirió una importante cantidad de estos vehículos y los habitantes de los municipios de Calarcá, Armenia y Sevilla, vieron el potencial del campero y lo transformaron de la guerra para el sector agrícola y con el tiempo al turismo.
Su pesada carrocería y fuerte motor engalanaron en medio de festivales y desfiles las cosechas de los campesinos, desde sacos de café, racimos de plátano, bultos de naranja y hasta un trasteo lo hicieron una máquina resistente al trabajo duro.
La palabra ‘Yipao’ proviene del nombre de la marca vehículo -Jeep- que fue adaptada a la cultura y acento de la región.
Actualmente, en Calarcá la exhibición de este vehículo es apoyada por la Alcaldía municipal, que por medio de un concurso premia económicamente al ‘Yipao’ que más soporte una carga y pueda conducir sobre los ejes traseros. El primer desfile se realizó en la ciudad de Armenia en 1988 y se fue propagando a los departamentos de Risaralda, Caldas y Valle del Cauca.
En cuanto al turismo, estos vehículos se han vuelto importantes en el transporte público y en especial de turistas, quienes pagan por vivir la experiencia de transportarse a otros lugares del territorio.
El Yipao tiene Guinness World Records
En febrero de 2006, una caravana de más de 350 vehículos se dio cita en Calarcá, Quindío, para generar el mayor “Jeep Parade” y así lograr el reconocimiento mundial que otorga el famoso libro.