El predio, avaluado en $30 mil millones, estaba bajo la figura de extinción de dominio, pues en 2006 fue vendido a Bernardo Pinzón Rivera, un presunto testaferro del reconocido narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta.
Pinzón fue asesinado el 15 de septiembre de 2008, en España, y las autoridades colombianas ordenaron la extinción de dominio del predio.
“La ciudad podrá gozar de un área de desarrollo naranja, gracias a que se construirá un gran parque interactivo, cultural y tecnológico”, expresó el alcalde Ospina sobre los planes que tiene sobre este lote, donde también se construirán viviendas de interés social.
Mientras caminaba por donde, en su época de lujo, habían piscinas y los espacios en los que se presentaron artistas de la talla de Lucho Bermúdez y Celia Cruz, el mandatario local habló de lo que sueña para este sitio.
“Ahora que veo ondear la bandera de Cali, me sueño con tener aquí un planetario, una propuesta que la comunidad interprete sobre desarrollos en tecnología y que en su proceso constructivo y futura operación reactive la economía”, contó Ospina.
Según el alcalde de Cali, “no servía que el predio estuviera abandonado por más de dos décadas y que fuera una herida en el corazón y alma de nuestro pueblo. Ahora se convertirá en sitio de interés turístico para propios y visitantes, constituyéndose en un gran aporte para las futuras generaciones”.
El plan de convertir el Club en un Centro Comercial
Pinzón había iniciado el proceso de construcción de un centro comercial, que llevaría el mismo nombre del Club, para lo que ordenó, después de una vida activa de 78 años, su demolición, desde mayo hasta diciembre de 2007.
En su momento se presentó el proyecto como un centro comercial con 320 locales comerciales y oficinas, así como salas de cine, hotel, gimnasio, casino, 1400 parqueaderos, plazoleta de comidas y un hipermercado, lo que se constituía en ese entonces, una de las más ambiciosas propuestas en Cali.
Según el periodista Oscar López Noguera, en junio del 2008, los directivos del San Fernando interpusieron una demanda para el cobro ejecutivo de $2.586 millones de pesos, en atención a un cheque sin fondos. Desde febrero del 2009 el lote quedó en manos de la Fiscalía.
Del que fue uno de los clubes más importantes para la clase élite de Cali, sólo queda el muro que cierra el predio, lleno de grafitis y carteles; la vegetación y la casa donde vivía el administrador del Club.
Ahora, con el predio en manos de la Alcaldía, se espera que en los próximos meses se presenten los diseños del plan de las obras que se ejecutarán en el antiguo club.