El día que ganó el ‘No’

El 2 de octubre de 2016, hace cuatro años, se llevó a cabo el segundo plebiscito de la historia de Colombia, esta vez, para refrendar los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc. Contra la mayoría de los pronósticos, el No se impuso.

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Movilización en contra de los
Movilización en contra de los acuerdos de paz.

Por Mario Perlaza

“Se va a caer, se va a caer, la dictadura va a caer”, cantaba la senadora del Centro Democrático, Maria Fernanda Cabal, a las 4:44 de la tarde del 2 de octubre de 2016, en la sede de campaña del No, mientras el 83% de las mesas escrutadas mostraba que el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos perdía esa justa en las urnas. Ese día, a las 4:47 de la tarde, con el boletín ocho y el 91% de las mesas contadas, el Sí dejó de liderar y Colombia le dijo No al acuerdo entre las Farc y el Gobierno para acabar con una guerra de más de 50 años.

El entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había dicho a principios de agosto de 2016: “lo que se firme en La Habana lo someteré a plebiscito, les guste o no a las Farc”, quienes, en su momento, le habían enviado una carta al Gobierno diciendo que el plebiscito refrendatorio desconocía “el acuerdo general, la Constitución, el Estado de Derecho y las normas de funcionamiento del Estado colombiano”. Los mecanismos de refrendación e implementación de los acuerdos de paz eran el último punto a discutir en la mesa de negociación y, aunque los guerrilleros habían pedido una Asamblea Nacional Constituyente, el 24 de agosto de 2016 se anunció que el plebiscito se realizaría el 2 de octubre.

Ese día, a las diez de la mañana, el presidente de la República se acercó a su puesto de votación en el Congreso para apoyar el Sí. Desde allí se pronunció: “Terminar una guerra de 52 años y abrir el camino de la paz que nos va a llevar a un mejor futuro. La paz es el camino para que nuestros hijos y nuestros nietos tengan un mejor país”, afirmó. Además, animó a los colombianos a votar, a pesar de que en algunos lugares del país, como en Barranquilla, las lluvias mantuvieron a la gente en sus casas y varias mesas tuvieron que ser reubicadas. En el Magdalena se desbordaron ríos y quebradas.

El principal líder de la oposición, Álvaro Uribe Vélez, votó antes del mediodía y se pronunció, cuestionando a Santos por la reducción del umbral electoral del 50% al 13% y la falta de recursos para la campaña del No; denunció además compra de votos por parte de algunos alcaldes. En este momento, y gracias a las encuestas que se habían hecho durante meses, era muy probable que el expresidente perdiera en las urnas. Las encuestas señalaban una victoria del Sí con un porcentaje superior al 65%.

La campaña del Gobierno fue masiva, cerrando con un magno evento en Cartagena el 26 de septiembre del 2016 en el que Santos y el excomandante de las Farc Timoleón Jiménez, alias Timochenko, firmaron el acuerdo en frente de la comunidad internacional. Ese día, políticos, artistas, asistentes y los negociadores del acuerdo vistieron de blanco como señal de que la paz había llegado a Colombia.

El 26 de septiembre de
El 26 de septiembre de 2016 se llevó a cabo la firma del primer acuerdo que luego sería rechazado en las urnas.

Sin embargo, a las 4:47 de la tarde de ese domingo, Santos comenzó a perder el plebiscito. El No se impuso, con 6.422.136 votos, el 50,23% del total escrutado, y el Sí cerró con 6.361.762 votos, un 49,77% del total. La abstención también ganó, con un 62,5%, la mayor tasa en la historia del país.

Los resultados llamaron la atención. En el interior del país el No fue el triunfador, pero en Caloto, Cajibío, Silvia, Barbacoas, Tumaco y Mitú, territorios históricamente azotados por la violencia, el Sí ganó con un margen del 70%. En Toribío, donde se cometió una de las masacres más recordadas por los colombianos, el Sí se impuso con un 86%. Pero el dato que más sorprendió fue que en Bojayá, donde más de 100 civiles murieron por un cilindro bomba que lanzaron las Farc, el Sí ganó con un 96 por ciento. El voto de las víctimas del conflicto armado colombiano fue un rotundo sí.

En la noche, el mandatario se pronunció. “Como jefe de estado soy el garante de la estabilidad de la Nación y esta decisión democrática no debe dañar dicha estabilidad, como presidente, conservo intacto mis facultades y mi intención de buscar la paz”, dijo y agregó que se reuniría con los dirigentes de la campaña del No para buscar consensos, además de que el cese al fuego por parte de las Farc seguiría. Al otro día, el expresidente Uribe llegó a la Casa de Nariño y ese lunes hubo movilizaciones en todo el país exigiendo un nuevo acuerdo.

Finalmente, el 24 de noviembre de 2016, se firmó el acuerdo definitivo entre las Farc y el Gobierno en el teatro Colón en Bogotá, un acto mucho menor que el de Cartagena. Con un nuevo acuerdo donde se incluyeron, según Santos, “el 99% de las peticiones” de los líderes del No, empezó la implementación que hoy se ha visto truncada por hechos como la creación de disidencias de las Farc y el asesinato de 215 excombatientes, según el ahora partido político Farc.

Cuatro años después, Santos afirma que el plebiscito fue “un error fatal” y que se ha arrepentido de haberlo hecho, a pesar de la insistencia de algunos asesores y de su propia familia. Para el uribismo, la consulta fue “un robo”, porque, según dijo el senador del Centro Democrático, Fernándo Araujo, en 2019, los exmiembros de las Farc “vinieron al Congreso y no han pagado un día de cárcel”, y, agregó, “El país se olvidó”.

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