Una fiesta en la que Ever Trujillo se reunió con sus socios del cartel de Sinaloa para concretar el envío de entre cinco y diez toneladas de cocaína, facilitó su captura, el pasado 9 de septiembre, en una acción conjunta de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN), la Fiscalía General de la Nación y el Ejército Nacional, en El Tarra, zona rural del departamento colombiano de Norte de Santander.
El presunto cabecilla de las finanzas de la zona de frontera del Frente de Guerra Nororiental del ELN, se encargaba de la cadena de producción y comercialización de la pasta base de coca y clorhidrato de cocaína, en los municipios de Tibú y El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, zona limítrofe con Venezuela. También era dueño de las pistas clandestinas de Río de Oro y Versalles, en la zona rural de El Tarra, por donde se hacía el envío de droga y facilitaba el ingreso de los narcotraficantes mexicanos.
La captura de Trujillo fue un golpe importante por tratarse de uno de los grandes capos del narcotráfico en la zona del Catatumbo, ubicada entre el noreste del departamento de Norte de Santander, extendiéndose hasta la Cordillera Oriental de Colombia, llegando al Lago de Maracaibo en Venezuela y considerándose por esto una zona transnacional.
“Una de las formas de comercializar el clorhidrato de cocaína era mediante el trueque de vehículos de alta gama, traídos desde Venezuela y desde el interior del país, que una vez recibidos, eran entregados en parte de pago o revendidos a otros narcotraficantes; varios de estos vehículos eran adaptados con caletas multipropósito a fin de transportar pequeñas cantidades de droga o armas ilegales”, confirmaron las autoridades.
Según la Policía Nacional, Trujillo “se movilizaba en camionetas de alta gama junto con sus escoltas, asimismo solía frecuentar sitios de lenocinio, en los que pagaba altas sumas de dinero”.
Sus inicios
Según las autoridades, alias Colombiano, ingresó al ELN siendo menor de edad y ascendió rápidamente en la estructura hasta convertirse, a sus 28 años, en el encargado de la cadena de producción y comercialización de droga que era transportada a Venezuela, para luego exportarla a países de Centroamérica y México, y después rendir cuentas directamente a alias Alfred o Francisco, cabecilla del frente.
Cabe aclarar que el ELN tomó el poder de la zona luego de la firma de los Acuerdos de Paz con las FARC, que históricamente habían dominado esta región. Sin embargo, detrás del control de estas tierras también surgieron otros grupos armados ilegales como el Clan del Golfo, Los Caparros y Los Rastrojos, de los que las autoridades colombianas tienen elementos probatorios que los vinculan con carteles mexicanos como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Enlace con los mexicanos
Según los primeros informes de la Fiscalía Nacional Colombia sobre la captura de Trujillo, se tienen “elementos de prueba que lo vincularían con los carteles mexicanos de la droga y el manejo de pistas clandestinas al servicio del narcotráfico”.
La Administración para el Control de Drogas Estadounidense (DEA por su sigla en inglés) asegura que el 82% de la cocaína que sale de Colombia con destino a Estados Unidos primero pasa por Centroamérica o México, para lo que se requieren alianzas entre carteles mexicanos y grupos armados ilegales que dominan las rutas.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales le imputó a Trujillo los delitos de financiación del terrorismo, concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico y rebelión, pero según el expediente en su contra, también podría enfrentar una posible extradición a Estados Unidos.
El presunto narcotraficante tenía bajo su control más de 10 laboratorios para la preparación de la base de coca y el clorhidrato de cocaína, alcanzando a producir entre 400 y 500 kilos de cocaína semanales que eran enviadas a través de sus pistas clandestinas usando el territorio venezonalo como plataforma y trasladándola desde allí a Centroamérica y México.
Infobae América publicó en abril de este año un informe que detalla el movimiento del narcotráfico en la población fronteriza con Venezuela de Machiques de Perijá, en donde bajo el liderazgo del cartel de Sinaloa y el apoyo del ELN se construyeron “400 pistas para el aterrizaje y salida de narcoavionetas con destino a las Islas del Caribe y Centroamérica”.
“Se pudo establecer que esta persona alcanzaba a administrar cerca de 4.000 millones de pesos mensuales producto de la producción y comercialización del estupefaciente”, confirmó el director de la DIJIN, general Fabio Hernán López Cruz, al ratificar la importancia de esta captura como un golpe contundente para el narcotráfico de la región.