La justicia española decidió unificar las acusaciones contra el colombiano Jorge Ignacio Palma, al comprobar que fue él mismo quien abuso sexualmente de cuatro mujeres y mató a tres de ellas, con un el mismo método.
El juzgado de Instrucción Número 20 de Valencia que llevaba el caso de Marta Calvo decidió unificar la investigación con el de las otras dos mujeres asesinadas y la de su última víctima que sobrevivió pero denunció a Palma de haberle introducido a la fuerza cocaína en sus genitales, al igual qye le sucedió a las víctimas de sus tres asesinatos.
Las víctimas de este hombre de 38 años nacido en Ibagué son la mencionada Marta Calvo, de nacionalidad española que desapareció el 7 de noviembre de 2019 después de un encuentro con el colombiano; Lady Marcela Vargas, colombiana muerta el 15 de junio de 2019, y Arliene Ramos, brasileña fallecida el 25 de marzo de 2019; todas asesinadas en la ciudad española de Valencia.
De acuerdo a las mismas declaraciones del acusado, Calvo, la víctima que más exposición mediática ha tenido en el país ibérico, falleció tras un encuentro de sexo y cocaína que tuvieron en su apartamento de Valencia.
La joven de 25 años se habría conocido con el colombiano por una página de internet -era trabajadora sexual- y habría accedido a ir a su residencia en la localidad de Manuel en Valencia. Allí falleció.
Según Palma, cuando la joven muere él entra en pánico, pues tenía antecedentes penales, y decide descuartizar su cuerpo, esconderlo y darse a la huida.
Veintiún días pasaron hasta que Palma se entregó a la justicia y confesó su crimen, desde diciembre de 2019 el colombiano permanece en prisión preventiva sin fianza. Aún no han podido ser hallados los restos de Marta Calvo.
Sus otras víctimas también ejercían la prostitución, como Lady Marcela Vargas una colombiana de 26 años. Su último cliente fue Palma, con quien entró a una residencia y nunca salió. La causa de la muerte según las autoridades fue una sobredosis de cocaína, la cual había sido introducida en sus genitales, donde tiene una absorción inmediata, pero en una cantidad 26 veces superior a la considerada letal.
La brasilera Arliene Ramos tenía 32 años y también era prostituta en Valencia. Ella murió dos días después de su encuentro con Palma, también por una sobredosis de cocaína que había sido introducida en su vagina.
A pesar de las coincidencias y del modus operandi para seleccionar y atacar a sus víctimas, estos casos no fueron relacionados por la justicia española sino hasta días recientes, en los que fueron unificados en un mismo juzgado.
Sumado a la manera de operar, el tiempo es otro factor de análisis, ya que los intervalos de 2 a 3 meses entre las víctimas llevarían a presentar a Jorge Ignacio Palma como un asesino en serie.
Esto ayudaría a que sus actos no queden impunes o cuenten con penas menos severas ya que, por ejemplo en el proceso por la muerte de Marta Calvo, el más adelantado, la defensa de Palma alega la inexistencia del cadáver como prueba contra el colombiano, y con ello buscan reducir su pena.
Al llevar los cuatro casos como una causa conjunta esto se dificulta, ya que el colombiano se le imputarían cargos por homicidio doloso y homicidio con dolo eventual, delitos que acarrean penas de entre 15 y 22 años.
Palma, además de ser un posible asesino en serie está catalogado por las autoridades europeas como un narcotraficante de cocaína en cantidades medias y por esto ha cumplido una condena de ocho años de cárcel en Italia tras ser detenido con 9 kilos de droga.
MÁS SOBRE ESTE TEMA