FARC II: las disputas entre los líderes disidentes de la ex guerrilla para recuperar sus negocios criminales

Iván Márquez y Jesús Santrich pretenden recuperar con su “Segunda Marquetalia” el poder que tuvieron en el pasado, pero en cada territorio al que llegan encuentran otros grupos disidentes que no están dispuestos a plegarse a su mando

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La "Segunda Marquetalia" es una
La "Segunda Marquetalia" es una organización reincidente comandada por antiguos comandantes de las extintas FARC como Iván Márquez, Jesús Santrich, El Paisa y Romaña, que tras firmar el acuerdo de Paz con el Gobierno y desmovilizarse decidieron en 2'19 retomar las armas y refundar, hasta ahora sin éxito, las antiguas FARC.

En medio de la oleada de violencia que vive Colombia por las recurrentes masacres reportadas en distintos puntos del país que este año han dejado 192 muertos, un nuevo actor armado se agrega a la ecuación del conflicto en varios de los territorios más afectados históricamente por la confrontación de grupos ilegales, la “Segunda Marquetalia”.

El grupo de reincidentes comandados por Iván Márquez, Jesús Santrich, El Paisa, Romaña y otros antiguos mandos de las extintas FARC que hace más de un año anunciaron su regreso a las armas parece estar preparado para empezar a hacerse sentir en los lugares históricos donde hizo presencia la que fuera la guerrilla más poderosa del hemisferio occidental.

Manteniendo un relativo bajo perfil hasta este momento, durante los meses de cuarentena los reportes de los enfrentamientos de la Segunda Marquetalia con otros grupos disidentes de las FARC y demás estructuras armadas empezaron a aparecer en información de inteligencia militar, de ONG que hacen seguimiento al conflicto y en el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo.

La última de estas alertas, previene de una inminente confrontación armada en los territorios donde llegó la Segunda Marquetalia en busca de consolidar parte del poderío que en el pasado tuvieron allí las FARC.

Iván Márquez fue jefe negociador
Iván Márquez fue jefe negociador de la Paz para las FARC pero tras firmar el acuerdo decidió regresar a las armas, hoy comanda la "Segunda Marquetalia" una disidencia que pretende refundar a la extinta guerrilla.

Sin embargo, en estos lugares la guerra no ha mermado, y se libraba una fuerte disputa entre varios actores armados que también pretenden hacerse con el control total de las rutas del narcotráfico y demás rentas ilegales de la región, en la que participan la guerrilla del ELN, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo) y estructuras disidentes de las FARC que nunca se acogieron al Acuerdo de Paz como el frente Carlos Patiño.

A este coctel de violencia llegaron a sumarse los hombres comandados por Márquez, Santrich y compañía, los cuales reclaman el liderazgo histórico que tuvieron en las antiguas FARC frente a las demás estructuras disidentes y le apuestan a un proyecto unificador que busca relanzar la vieja guerrilla pero han encontrado una férrea resistencia que se ha traducido incluso en una abierta declaración de guerra.

Los frentes de guerra

El arribo de la Segunda Marquetalia a los departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Huila, Nariño y Norte de Santander empezó a tener eco a principios del mes de agosto cuando las comunidades de Buenos Aires en el Cauca denunciaron enfrentamientos entre los comandados por Iván Márquez y el frente disidente Jaime Martínez.

Desde entonces este tipo de enfrentamientos se ha presentado en otras zonas de la región.

En la alerta temprana 043 de 2020 la Defensoría del Pueblo, por ejemplo, se advierte un alto riesgo para la población de Algeciras en el Huila, en la cual hacen presencia varias organizaciones armadas que podrían enfrentarse entre sí produciendo graves afectaciones a las comunidades cercanas.

Según esta advertencia, el municipio “reviste preeminencia en el desarrollo del conflicto armado en la región. Fue una zona dominada por la extinta guerrilla de las FARC-EP, dominio caracterizado por las restrictivas formas de regulación social a través de medios violentos”.

Esto traduce en la presencia de “facciones disidentes de las Farc autodenominadas: Comisión Financiera de FARC- EP - Unidad Manuel Marulanda Vélez; Comisión Frente 62; FARC-EP Segunda Marquetalia Columna Teófilo Forero - Unidad Óscar Mondragón y Columna Móvil Teófilo Forero FARC-EP”.

Hernán Dario Velasquez Saldarriaga, alias
Hernán Dario Velasquez Saldarriaga, alias "El Paisa", es el comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero, que pertenece a la Segunda Marquetalia de Iván Márquez y Jesús Santrich.

La Teófilo Forero fue una de las columnas más sanguinarias de la historia de las FARC, responsable de infames atentados como los del Club El Nogal en Bogotá, el sufrido por Álvaro Uribe Vélez en Barranquilla cuando era candidato presidencial en 2002, el secuestro de los 12 diputados del Valle del Cauca, el secuestro al avión de Aires, entre muchos otros.

Su cualidad de “columna móvil” la caracterizaba por tener una amplia zona de influencia y reforzar objetivos y operaciones militares de alto valor en distintas partes del país. Su comandante, Hernán Darío Velázquez, alias El Paisa, es uno de los jefes de la Segunda Marquetalia, por lo que su presencia en las antiguas zonas de mayor influencia revive un gran temor dentro de la población.

El interés en esta región del Huila es estratégico y se desprende de su posición geográfica privilegiada para el tránsito de armamentos hacia el Caquetá, Meta y otros departamentos cercanos.

Jesús Santrich, reincidente de las
Jesús Santrich, reincidente de las FARC y uno de los líderes de la Segunda Marquetalia, en una foto reciente compartida desde las "montañas" colombianas. Fuente: Resumen Latinoamericano

“Ello podría suscitarse por intereses por el dominio territorial de Algeciras, a razón de la ventaja que brinda su ubicación para la operación en la zonas nororiental y central de departamento, y los corredores estratégicos de comunicación que ofrece con el Caquetá y diferentes regiones del país”, afirma la alerta.

Además, allí hay un especial interés para atentar contra la vida de los reincorporados que están comprometidos con el Acuerdo de Paz, los cuales, afirma la Defensoría, se encuentran en especial condición de vulnerabilidad.

Así como los menores de edad en esas poblaciones que estarían en riesgo de ser reclutados por los grupos ilegales que allí hacen presencia.

Cauca: epicentro de conflicto

Pero esta situación se repite en otros lugares de estos departamentos. En Cauca, por ejemplo, la disidencia del Frente Carlos Patiño, ha recibido la llegada de las tropas de la Segunda Marquetalia con una declaración frontal de guerra.

En la zona operan otras disidencias de las FARC que se han agrupado en el Comando Coordinador de Occidente, CCO, y del cual hacen parte las columnas móviles Jaime Martínez, Dagoberto Ramos, Franco Benavides y Urias Rondón, los Frentes 30 Rafael Aguilera, Carlos Patiño e Ismael Ruiz, y la compañía Adán Izquierdo.

Disidentes del Frente Carlos Patiño
Disidentes del Frente Carlos Patiño en el Cauca exhibiendo su armamento de guerra.

El 14 de agosto pasado estas disidencias reconocieron la llegada de los hombres comandados por Márquez y Santrich, así como una reunión entre las comandancias para tratar de unificar sus operaciones.

Sin embargo, calificaron estos intentos como fallidos ya que Márquez y compañía pretendían que estas disidencias, que no se acogieron al acuerdo de paz, se plegaran al liderazgo histórico de los antiguos jefes reincidentes.

En un comunicado emitido por la CCO se afirma: “Con ellos intentamos unificarnos pero su jefe Iván Márquez pretendió que nuestro trabajo de organización de más de 4 años, se lo entregáramos a sus demás jefes que solo están acostumbrados a comandar tropas y quienes llevaron en sus manos el fracaso de las FARC-EP, ellos son cómplices por acción u omisión y ante el pueblo colombiano deberán responder”.

El enfrentamiento ha perdido todo tinte ideológico, pero no político, pues en la retórica usada por todas las disidencias se muestra una clara apuesta por reclamar la legitimidad por utilizar el nombre de FARC y que en las poblaciones que buscan controlar los reconozcan como los verdaderos herederos de la antigua guerrilla.

En la misma comunicación las disidencias de las FARC en el Cauca sostienen que combatieron y seguirán enfrentando a las tropas de la Segunda Marquetalia. “No podemos permitirnos que descaradamente vengan a decirle a Colombia que ellos son las FARC-EP cuando fueron ellos precisamente los que intentaron destruir nuestra organización revolucionaria”, reiteran.

Frente Carlos Patiño, disidencia de
Frente Carlos Patiño, disidencia de FARC, afirmaron que seguirán enfrentando a la Segunda Marquetalia, grupo comandado por Iván Márquez y Jesús Santrich.

En la zona se libran otras guerras ya que la CCO también sostiene confrontaciones con el Frente José María Becerra del ELN y con las Autodefensas Gaitanistas que también hacen presencia en el Cauca.

Todos estos frentes de guerra también están siendo adoptados por los hombres de Márquez y Santrich, de los que se afirmaba hace unos meses estarían protegidos en Venezuela pero ahora se afirma que están en la región.

El botín de hacerse con el control de los territorios del Cauca y los departamentos cercanos no es menor, en la zonas hay plantaciones de marihuana en el norte del departamento, así como de cocaína, territorios poco vigilados para procesar clorhidrato de cocaína y rutas para sacar la droga al Pacífico, pasando por la subregión del Naya y el cañón del Micay.

La poca presencia del Estado con oferta institucional de justicia, salud educación o economías legales, así como la falta de control militar facilitan el asentamiento de estos grupos armados, que entran a suplir estas carencias y que imponen su ley a sangre y fuego, en especial durante la cuarentena decretada en todo el territorio nacional desde marzo pasado.

Así quedó demostrado a principios de mes cuando se conoció la noticia del asesinato de Cristian Caicedo y Maicol Ibarra, de 12 y 17 años respectivamente. Ellos fueron acribillados por hombres de las Autodefensas Gaitanistas (Clan del Golfo) por violar un toque de queda impuesto en Leiva (Nariño), municipio donde se fueron a refugiar después de un día de intenso combate con las tropas de la Segunda Marquetalia.

Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo son otra estructura armada con presencia nacional que disputa control de territorio con el ELN y las disidencias de las FARC y que ahora también estaría enfrentada con la Segunda Marquetalia de Márquez y Santrich.

Los niños estaban llevando una tarea al colegio San Gerardo cuando fueron asesinados, presuntamente, por confundirlos con informantes del grupo de reincidentes de las FARC.

Estos hechos ampliarían el rango de influencia de la Segunda Marquetalia, que partiendo del sur del Cauca, ya tendría presencia al norte de Nariño (municipio de Leyva) y en el Huila (municipio de Algeciras) como lo reseñó la defensoría y en otros departamentos cercanos.

Ya en Nariño se había registrado la llegada de la Segunda Marquetalia desde abril cuando la Policía Nacional reseñó los enfrentamientos entre las tropas de Gentil Duarte, el actual comandante disidente de FARC más poderoso, y los hombres de Márquez y compañía.

Duarte, que junto con el histórico Frente 1 fueron los primeros guerrilleros en separarse del acuerdo de Paz, incluso antes de ser firmado, también rehusó plegarse al mando de Márquez y los demás comandantes del antiguo Estado Mayor central de las FARC, desencadenando un enfrentamiento que tuvo como epicentro el municipio de Tumaco (Nariño) donde hace presencia el Frente Óliver Sinisterra, hoy dividido entre los leales a Duarte y a la Segunda Marquetalia.

Gentil Duarte, líder del Bloque
Gentil Duarte, líder del Bloque Oriental, el grupo disidente de FARC más grande y peligroso de Colombia.

Lejos de tener el poder, legitimidad y autoridad de sus días pasados, los viejos jefes de las FARC que negociaron el acuerdo y decidieron volver a las armas ya no están a gusto con solo ser un actor mediático o menor en el conflicto y con sus últimos movimientos se demuestra un interés de retomar control territorial en antiguas zonas de influencia.

Así, mientras la Segunda Marquetalia mantiene un discurso unificador que amenaza con revivir las FARC, hoy no cuentan con el respaldo de la gran mayoría de estructuras disidentes, convirtiéndolos en un actor más dentro del mar de subgrupos que actualmente operan en Colombia, transformando las dinámicas de una violencia que ya no combate al Estado sino que dirige su foco a la población.

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