Desconocidos atacaron este viernes con explosivos una plataforma petrolera ubicada en una zona rural del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, informó la petrolera estatal Ecopetrol. Las autoridades están investigando quiénes estuvieron detrás del ataque. La revista Semana informó que presuntos disidentes de las FARC serían los autores.
“Rechazamos categóricamente el ataque terrorista contra la plataforma petrolera Cosecha C en zona rural del municipio de Arauquita, departamento de Arauca. Grupos al margen de la ley ingresaron y activaron cargas explosivas contra la infraestructura”, detalló la compañía en sus redes sociales.
En la publicación, Ecopetrol publicó una imagen y un video en el que se ve la plataforma en llamas mientras las autoridades tratan de apagar el fuego.
“Condenamos estas acciones violentas que ponen en riesgo la vida y la integridad de los trabajadores y de las comunidades vecinas, e impactan gravemente el medio ambiente”, añadió la empresa.
Ecopetrol denunció que hasta el 5 de mayo hubo 25 atentados, en especial contra los oleoductos Caño Limón-Coveñas y Bicentenario, en los departamentos de Arauca, Norte de Santander y Boyacá, todos fronterizos con Venezuela. En 2018 la infraestructura petrolera colombiana sufrió 107 atentados, de los que 89 afectaron al oleoducto Caño Limón-Coveñas y 18 al Transandino.
En enero pasado, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció en un informe que en Arauca y el vecino estado venezolano de Apure la población está a merced de grupos guerrilleros y otras organizaciones armadas que cometen todo tipo de abusos.
Con testimonios de un centenar de habitantes, HRW documentó abusos en ambos lados de la frontera por parte del ELN, una disidencia de las desmovilizadas FARC y las venezolanas Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FPLN).
Grupos armados ilegales imponen su ley en una amplia franja de la frontera entre Colombia y Venezuela, a ambos lados, donde amenazan a los habitantes con castigos que van desde multas o trabajos forzados hasta la muerte, alertó un informe de HRW.
“Los residentes en Arauca y Apure viven con miedo, ya que los grupos armados reclutan a sus hijos e imponen sus propias reglas, amenazan a los residentes y castigan a quienes desobedecen, incluso con asesinatos o meses de trabajo forzado en los campos”, dijo José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de HRW.
(Con información de EFE)
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