Colombia superó este martes los 7.000 muertos a causa del nuevo coronavirus, que fue detectado por primera vez en el país el 6 de marzo, según el balance oficial divulgado por el Ministerio de Salud.
En las últimas 24 horas fallecieron 237 personas, para un total de 7.166 óbitos, mientras ya van 211.038 contagios, de acuerdo con las autoridades.
Con ocho millones de habitantes, Bogotá concentra un tercio de todos los casos.
En la capital colombiana y en Medellín, la segunda ciudad del país, rige un confinamiento estricto en varios puntos, en un intento por frenar la velocidad de contagio y evitar un colapso de la red de cuidados intensivos habilitada para la pandemia.
En la última semana, Colombia, con unos 50 millones de habitantes, sumó un promedio de 7.306 nuevos casos diarios y 220 muertes, saltando de 6.000 a más de 7.000 óbitos entre el 16 y el 21 de julio.
El gobierno de Iván Duque, presionado por el colapso de la economía, ha ido relajando las medidas de aislamiento en momentos en que los expertos prevén para julio y agosto la fase de mayor contagio.
El presidente decretó recientemente una nueva ampliación del confinamiento hasta el 1 de agosto, aunque con múltiples excepciones.
Colombia es el quinto país de América Latina más castigado por la pandemia en número de fallecidos y contagios.
Iván Duque estimó que la pandemia del nuevo coronavirus estará presente por “lo menos un año más”. La declaración aleja escenarios de una reanudación plena de actividades tras cuatro meses de restricciones, en un momento en el que el virus recién está entrando en su fase crítica en Colombia.
En un mensaje virtual al Congreso, con motivo del comienzo de un nuevo año legislativo, el jefe de Estado colombiano descartó un fin próximo de las medidas de aislamiento pese a los estragos económicos causados por la emergencia sanitaria. No obstante, remarcó la necesidad de combinar una reapertura con medidas sanitarias destinadas a mitigar la propagación del virus.
“Cuidar la salud y la vida simultáneamente con reactivar la vida productiva, con distanciamiento social, es el deber del mundo entero, mucho más cuando sabemos que frenar la COVID-19 no es fácil, porque no hay vacunas, tratamientos e inmunidades aseguradas, y que estará presente por lo menos un año más”, sostuvo el mandatario.
En ese sentido, señaló que “mientras se desarrolla algún mecanismo efectivo” -es decir, vacunas o tratamientos contra la enfermedad- se empeñará en “proteger la vida de las personas, la vida de los empleos y la vida de las empresas”.
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