La posesión del Congreso de la República este lunes en Colombia no pasó sin su dosis de polémica, la cual ya venía cocinándose por el nombramiento del cuestionado Arturo Char como presidente del Senado, pero terminó de explotar después de un video en el que se escucha al presidente Iván Duque referirse a una senadora de la oposición que ejercía el derecho a la réplica como “la vieja esta”.
La frase despertó indignación inmediata y el video comenzó a ser compartido por otros congresistas de la oposición que le reclamaban a Duque una disculpa pública que hasta ahora no ha llegado. En Twitter los hashtags #LaViejaEsta y #LaViejaEstaEs se convirtieron en primera y segunda tendencia durante toda la tarde del lunes festivo y el primero aún lo era el martes por la mañana.
Lo curioso es que el polémico video lo compartió la propia vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, claramente sin percatarse de que se escuchaba a Duque preguntar: “La vieja esta dijo que dónde estaba yo, que no estaba escuchando”.
El video fue tomado en el salón de conferencias de la Casa de Nariño, lugar donde Duque transmite su programa diario sobre el avance del coronavirus en el país, y el comentario lo dijo en medio de una interacción informal del mandatario con uno de sus asesores.
La “vieja esta” a la que se refiere el presidente colombiano es la senadora Aida Abella, quien hablaba en nombre de la oposición ejerciendo el derecho a réplica que otorga la legislación colombiana a los partidos declarados opositores al Gobierno, garantizándoles el mismo tiempo y los mismos medios de difusión que los mensajes presidenciales.
Aida Abella hace parte de la coalición Decentes, un grupo político conformado por varios movimientos de izquierda democrática que se unieron para presentar una lista conjunta al Congreso y que tienen como líder al excandidato presidencial Gustavo Petro, quien disputó hasta último momento el primer cargo del país con Iván Duque.
La senadora representa al partido Unión Patriótica, un partido político con gran tradición e historia en la izquierda colombiana ya que, durante la época de mayor auge del paramilitarismo, sus miembros fueron víctimas de un genocidio que buscaba exterminarlos totalmente señalados de ser el brazo político de guerrilla de las FARC.
La UP se fundó en 1984 bajo la premisa de que se propiciara una tregua entre el Estado y la guerrilla colombiana en la que esta última pudiera participar en política a través de un partido mientras dejaba progresivamente las armas. Cabe anotar que si bien esta cercanía ideológica y de militancia era manifiesta, no todos los miembros de la UP integraban las FARC o comulgaban con la lucha armada. Sin embargo, todos fueron blanco de los grupos paramilitares y contrarrevolucionarios que existían en el país.
Los asesinatos más recordados contra miembros de la UP fueron el magnicidio de los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo, pero el saldo total entre asesinados, amenazados, secuestrados y desaparecidos fue de 4.153 víctimas. Estos crímenes son reconocidos por la justicia colombiana como de lesa humanidad y a la UP después de muchos años le fue reconocida su personería jurídica para participar en política como medio de reparación.
Aída Abella es una de esas lideresas históricas del partido que logró sobrevivir la época del exterminio, y tras décadas de exilio regresó al país para revivir a la UP y en 2018 gracias a la coalición Decentes logró llegar al Senado.
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