“La sociedad tiene que ser atrevida cuando lo que está en juego es la vida de la gente”, con estas palabras el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, promueve el nuevo enfoque que ha adoptado la ciudad para tratar el avance del coronavirus, que está basado en la implementación de la Ivermectina para el tratamiento de los pacientes covid positivos.
Este medicamento, reconocido como un parasitario de amplio uso médico por décadas, es la última luz de esperanza en una serie de medicamentos que se han ensayado sin éxito para el tratamiento de la enfermedad, y aunque sobre su efectividad aún no hay un consenso científico concluyente, está siendo probado de manera clínica en la ciudad para determinar si sus efectos como antiviral pueden contrarrestar algunas de las afectaciones que el Covid-19 causa en las personas.
La polémica está servida en Colombia frente al uso de la Ivermectina, pues el Gobierno no avala ni recomienda aún su prescripción para tratar el coronavirus. Sin embargo, desde la alcaldía de Cali y su grupo de asesores médicos defienden que desde ya se empiece a implementar en la ciudad dosis controladas del medicamento a pacientes asintomáticos, sospechosos o con afectaciones leves. Afirman que, hay suficientes evidencias y casos de éxito en países latinoamericanos como Perú, Ecuador, Salvador, Honduras, entre otros, para ser ignorados y por esto han diseñado un programa de salud pública que consiste en distribuir 20 mil dosis de Ivermectina para la atención terapéutica de los afectados.
Defiende Ospina, quien es médico de profesión, que este medicamento fue esencial en la estrategia implementada por Guayaquil, para lograr bajar de 500 muertes diarias a 0, y que, en Cali, donde el avance de la enfermedad está empezando a desbordar el sistema sanitario, no piensa quedarse “cruzado de brazos” y sin respuesta ante el “incendio de la pandemia”.
Pero ¿qué es la Ivermectina? ¿qué se sabe de su eficacia contra el Covid-19? Y ¿Qué está haciendo Colombia para avalar o no su uso?
La ivermectina es un antiparasitario comúnmente utilizado en humanos para el tratamiento contra algunos gusanos parásitos (estrongiloidiasis intestinal y oncocercosis), y para tratamientos externos también de parásitos como los piojos, y para condiciones de la piel como la rosácea. Su uso está restringido bajo prescripción médica.
Algunos de los efectos secundarios que pueden asociarse con este fármaco incluyen sarpullido, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, hinchazón del rostro o las extremidades, baja repentina de la presión, eventos neurológicos como mareos, convulsiones y confusión, o en casos muy graves hepatitis.
Su uso como medicamento alternativo para tratar el Covid-19 comenzó a tomar fuerza después de un estudio In Vitro, es decir, en laboratorio, adelantado en Australia el cual mostró que bajo estas condiciones controladas y en altas dosis inhibía la replicación del SARS-CoV-2, causante del coronavirus.
“Hay estudios que demuestran que puede inhibir ciertos virus, sobre todo partículas virales que contienen dentro de su genoma RNA, como la Covid-19. El hecho de tomar la ivermectina en inicios tempranos puede permitir que se inhiban cierta proliferación de proteínas del virus, en nuestras células”, explica la investigadora genética y magíster en Ciencias de la Biología, Vivian Andrea Perdomo Díaz.
La médica reconoce que este medicamento debe usarse de manera responsable y en ningún caso ser automedicado, pues sus efectos secundarios “podrían ser muy grandes, especialmente en el sistema nervioso”.
Al respecto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció la existencia de varios estudios que señalan la posible afectividad de la Ivermectina en el tratamiento del Covid-19 pero resaltó que dichos estudios podían tener un riesgo alto de sesgo por lo que presenta “muy poca certeza de la evidencia y que la evidencia es insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños”.
Destaca además la OPS que en el mundo se están adelantando varios estudios clínicos sobre la Ivermectina, los cuales aún no han dado resultados.
El estudio clínico de Colombia
La semana pasada, después de días de polémica, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) avaló el primer ensayo clínico sobre la Ivermectina en Colombia, el cual se llevará a cabo la ciudad de Cali.
Julio Cesar Aldana, director de esta entidad, le dio detalles a Infobae sobre este estudio, el cual está apenas iniciando sus pruebas.
“Este es un protocolo avalado por el Invima que busca recabar información sobre la seguridad y posible eficacia de esta sustancia en el tratamiento del Covid-19.
El estudio, que está dirigido por el doctor Pio López, director del Centro de Estudios de Infectología Pediátrica, donde se conducirá el ensayo clínico, se realizará en 400 personas por un espacio de cuatro meses.
“En el estudio se dará Ivermectina a 200 pacientes y a los otros 200 no durante 28 días y se monitoreará los avances”, afirmó Aldana.
Aunque la duración es de cuatro meses resaltó el funcionario que dependiendo de los avances y el criterio médico de quienes conducen el ensayo clínico podría tenerse conclusiones antes de ese tiempo.
“Lo que ha dicho el Gobierno y nosotros como Invima, es que estas no son substancias que las debe consumir un paciente a muto propio, no puede ser utilizada sino solamente en el marco de estudios clínicos autorizados”, resaltó.
Y agregó: “No es que una persona vaya a ir a la farmacia a pedir la Ivermectina porque es un producto de prescripción clínica. Debe haber una responsabilidad ciudadana, de las droguerías, y una acción clara del Gobierno para que la gente entienda que está sucediendo”.
Además del ensayo clínico con Ivermectina, en Colombia se adelantan otros cuatro protocolos de ensayos clínicos para tratar el Covid-19, señala el director del Invima.
Uno lo lidera el doctor Juan Manuel Anaya en la Universidad del Rosario y trata de la efectividad del uso del plasma de pacientes recuperados para tratar pacientes convalecientes. La Universidad Nacional en Bogotá adelanta uno sobre el Lopinavir y el Ritonavir. Uno del cual ya hay bajas expectativas que también se realiza en Cali por la Fundación Valle del Lili sobre la Cloroquina; y uno respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el marco de su programa Solidaridad y coordinado por el Ministerio de Salud que en el país se centra en los efectos del Remdesivir y el Inteferon.
Todos estos estudios plantean un panorama prometedor en los meses venideros y se espera que den luces sobre posibles tratamientos contra el virus pandémico, pero mientras que esto sucede el Gobierno se reitera en que el único consenso científico que existe contra el virus está en guardar la distancia social, lavarse regularmente las manos y usar los elementos de bioseguridad como el tapabocas.
“Yo entiendo que hay una desesperación en todo el mundo de cómo buscamos una herramienta para combatir esto. Entiendo al alcalde de Cali, el hecho no es controvertir con él, este es un momento de unión y consenso, y el único consenso científico que hay hoy es el autocuidado”, dijo Aldana.
La apuesta de Cali
Más allá del estudio clínico que se realiza en su ciudad, Jorge Iván Ospina sigue convencido de que hay que actuar con urgencia para detener el avance del virus, y que para eso el personal médico de Cali debe usar todas las herramientas que tenga a su alcance, incluyendo la Ivermectina.
Además de los estudios médicos que muestran indicios de su efectividad, Ospina defiende que la droga tiene pocos o nulos efectos colaterales, que es una molécula libre de patente por tanto puede ser utilizada gratuitamente por todos los laboratorios del mundo y que además es “muy económica por tanto puede ser costo eficiente en la acción”.
Su principal interés con el uso del medicamento es impedir que los pacientes covid positivos se agraven al punto de tener que ser remitidos a una sala de cuidados intensivos, donde las probabilidades de mantenerse con vida bajan drásticamente entre un 40% y 50%.
“La velocidad de transmisión del virus se viene incrementando, si antes estaba en 1.8, 1.12 ahora está cerca de 1.30 el RT y si esa velocidad de transmisión sigue creciendo vamos a tener mayor cantidad de contagiados y con ello un 5% van a ser la manifestación critica de la enfermedad y la posibilidad de la muerte”, resalta el alcalde.
Bajo estas premisas hizo un llamado a los médicos de su ciudad para que usen su independencia del facultativo, para recetar Ivermectina a los pacientes positivos o sospechosos. “Hay que ganarle a la velocidad de la enfermedad”, reitera.
“Ante esas evidencias hay que asumir acciones terapéuticas desde la salud pública como es el uso de la Ivermectina en pacientes sospechosos, en pacientes covid positivos, en pacientes sintomáticos respiratorios, porque si no lo hacemos de esa manera no tendremos las coberturas para poder superar esta batalla tan agria y difícil que adelantamos”, sostiene.
Esto convierte a Cali en la ciudad para observar en Colombia, pues además del ensayo clínico que podría dar resultados concluyentes sobre la Ivermectina se adelantará en paralelo el uso del medicamento para tratar pacientes sospechosos y confirmados con coronavirus.
Esta ciudad, capital del Valle del Cauca, registra a la fecha un 87% de ocupación en sus camas de UCI por lo que se ha declarado alerta roja, además de decretarse un toque de queda en cinco de sus principales localidades. En todo el Valle del Cauca hay 16.112 casos confirmados y 625 muertes.
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