Una Fiscalía colombiana anunció este martes que impuso medidas cautelares con fines de extinción de dominio (expropiación) a ocho inmuebles del empresario Alex Saab, acusado por las autoridades de ser testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro.
Los inmuebles “harían parte del patrimonio ilícito que constituyó el empresario Alex Naín Saab Morán a través de operaciones financieras irregulares”, tienen un valor de 35.000 millones de pesos (unos 9,7 millones de dólares) y están ubicados en Barranquilla, en el Caribe colombiano, señaló la Fiscalía en un comunicado.
En concreto, la Justicia impuso el "embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo” (es decir, la posibilidad de vender) sobre los bienes. Los inmuebles son una mansión valuada en 28.000 millones de pesos (unos USD 7,7 millones), dos lotes, una casa, un apartamento y tres garajes.
“Las medidas con fines de extinción de dominio fueron inscritas en la Oficina de Instrumentos Públicos para evitar que los inmuebles seas vendidos antes de las diligencias de ocupación”, agregó el documento.
DINERO ILÍCITO EN COLOMBIA
Según la Fiscalía, las propiedades que expropiará están a nombre de una sociedad “que habría servido de fachada para ocultar los dineros obtenidos por Alex Saab” por medio de una empresa con la que hizo “importaciones y exportaciones ficticias que representaron pérdidas al Estado colombiano”.
La institución investiga al empresario por “lavado de activos, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, exportación y/o importaciones ficticias, y estafa”.
Contra Saab también está vigente una “circular azul” de Interpol, destinada a localizarlo, identificarlo y obtener información sobre él persona para una investigación criminal. Su paradero actual es desconocido.
ACUSACIONES CONTRA SAAB
Saab, de ascendencia libanesa, está relacionado con varias empresas involucradas en operaciones marcadas por acusaciones de corrupción: entre ellas se encuentra Group Grand Limited (GGL), la cual ha sido acusada de vender al régimen de Maduro alimentos a precios subsidiados para distribuir en barrios humildes.
De hecho, un funcionario del gobierno estadounidense aseguró el año pasado que, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) del régimen, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro al parecer se hicieron de “cientos de millones de dólares”.
Saab había logrado mantener un perfil bajo ante el ojo público. Pero ello cambió en 2017, cuando la ex fiscal general venezolana Luisa Ortega Díaz lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro.
“Esta persona es señalada por las agencias internacionales de ser un testaferro de Nicolás Maduro y encabezar un esquema de corrupción que, en Venezuela, se apoderó de recursos millonarios destinados a la compra de alimentos y mercados que llegaron a precios superiores y descompuestos”, precisó hoy la Fiscalía colombiana.
En paralelo, el Departamento de Justicia de EEUU presentó en julio del año pasado cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido. Ambos han sido acusados de haber lavado hasta 350 millones de dólares que supuestamente defraudaron a través del sistema de control cambiario en Venezuela.
Ese organismo alega que, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros individuos para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela hasta cuentas bancarias en EEUU, razón por la que Washington tiene jurisdicción en el caso.
(Con información de EFE)
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