Colombia inicia este lunes 1 de junio una nueva etapa en el manejo de la pandemia por Covid-19 la cual está enfocada en la reactivación progresiva de la economía y la vida social que el Gobierno ha denominado “aislamiento preventivo obligatorio inteligente”.
Las reglas del juego para esta nueva etapa están consignadas en el decreto 749 del 2020 que emitió Presidencia el pasado jueves 28 de mayo, en el cual como primera medida se amplía la cuarentena nacional por un mes más, es decir entre el 1 y el 31 de junio.
Esta ampliación de la cuarentena, sin embargo, viene acompañada de excepciones y medidas de flexibilización que buscan volver poco a poco a las actividades normales en el país. Cabe destacar que las medidas de emergencia en Colombia empezaron el pasado 12 de marzo que entre otras cosas incluyó el cierre de fronteras marítimas, terrestres y aéreas, la restricción al comercio, las aglomeraciones y cualquier actividad de ocio, así como la restricción de la movilidad sólo para obtener alimentos, servicios bancarios y asistencia médica. La cuarentena nacional empezó en forma el 25 de marzo.
En Colombia se han reportado 28.236 casos positivos de Covid-19, 890 muertes y 7.121 recuperados. Lo que corresponde, de acuerdo con declaraciones del presidente de la República, Iván Duque, a una tasa de 474 casos de coronavirus por millón de habitantes y 16 muertes por cada millón de habitantes.
Algo para destacar es que las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno nacional, en especial las excepciones y la reactivación de los sectores, deberán ser adaptadas por los alcaldes y gobernadores a las realidades de cada territorio, lo que quiere decir que no se adoptarán de inmediato ni de manera general en todo el país.
Varias ciudades tendrán un trato especial en la adopción de estas medidas, como lo son Bogotá, Barranquilla, Cali, Cartagena y Leticia, en las cuales el brote del coronavirus ha tenido especial propagación.
Lo que se puede hacer
En el último decreto emitido por presidencia, el 749 del 2020, se contemplan 43 excepciones a las medidas de aislamiento, muchas de ellas implementadas progresivamente desde el 27 de abril, cuando se empezó a liberar ciertos sectores de la economía como manufactura, construcción.
Aparte de estos y otras actividades de comercio al por mayor que ya se habían permitido a principios de mayo como la fabricación de muebles, colchones y somieres; vehículos automotores; productos informáticos y maquinaria de distinto tipo.
Dentro de las nuevas actividades permitidas destacan:
1. La apertura de centros comerciales, museos y bibliotecas: Estos establecimientos no podrán superar el 35% de su aforo y la afluencia de público será controlada por cada alcaldía.
2. La apertura de todo tipo de comercio: cumpliendo protocolos y sin superar un aforo de 35%.
3. Se seguirá promoviendo el teletrabajo, sin embargo, las empresas pueden volver a reactivar labores en sus oficinas siempre y cuando cumplan con los protocolos de bioseguridad.
4. Los mayores de 70 años podrán hacer actividades al aire libre tres veces a la semana durante 30 minutos al día. No obstante, su confinamiento se extiende hasta el 31 de agosto.
5. Los niños de 2 a 5 años podrán salir de sus casas tres veces a la semana durante 30 minutos al día. Los niños entre 6 y 17 años también podrán hacerlo tres veces a la semana, pero por una hora al día.
6. Todas las personas entre 18 y 69 tendrán dos horas durante el día para hacer actividades al aire libre, como hacer ejercicio o caminar.
7. Volverán los servicios de limpieza y aseso, incluido el servicio doméstico y de lavandería serán permitidos.
8. Se permitirá la asistencia a peluquerías con citas programadas y bajo controles de bioseguridad.
9. Las actividades profesionales, técnicas y de servicios en general
10. Restaurantes en hoteles podrán atender a los huéspedes, así como vender a domicilio.
Lo que todavía no se puede hacer
Aunque el espíritu general del “aislamiento inteligente” es la apertura y la flexibilización de las medidas de cuarentena, hay actividades que el Gobierno ha dejado claro que no estarán permitidas en ninguna circunstancia. La gran mayoría se refieren a actividades de la vida social como lo son:
1. Los eventos públicos o privados que impliquen aglomeraciones de personas. Es decir, fiestas, conciertos, reuniones sociales, congresos, coloquios o similares están prohibidos.
2. No se reabrirán establecimientos y locales de comercio de esparcimiento y diversión como bares, discotecas, lugares de ocio, entretenimiento, juegos de azar, apuestas, billares, bingos, casinos o locales de juegos de videos.
3. Los gimnasios, piscinas públicas, canchas deportivas, spas, saunas, balnearios, turcos, polideportivos, parques de atracciones mecánicas o parques infantiles seguirán cerrados.
4. Cines y teatros permanecerán cerrados. Estos espacios están identificados como lugares de alto riesgo de contagio.
5. No se abrirán restaurantes ni establecimientos gastronómicos para atender al público, estos podrán funcionar vendiendo por medio de comercio electrónico o con servicio a domicilio.
6. Los servicios religiosos que implique aglomeraciones o reuniones también permanecerán prohibidos.
7. Los deportes de contacto y la práctica de ejercicio grupal, en especial en parques públicos, también se mantendrá restringida.
8. Los colegios y universidades permanecerán cerrados y volcados a la virtualidad. Solamente se podrán utilizar espacios prácticos para la investigación como laboratorios y talleres.
Bogotá y Barranquilla con medidas especiales
Bogotá y Barranquilla son las dos ciudades con mayores casos de contagios por coronavirus, mientras que la capital de Colombia reporta 9.637 casos con una población cercana a los 10 millones de habitantes, la capital del Atlántico con poco más de 1.2 millones de habitantes tiene 1.784 contagiados.
En el caso de Bogotá la alcaldesa Claudia López ha sido enfática en señalar que “ya no estamos en cuarentena”, refiriéndose a que con la apertura progresiva de los sectores económicos permitida por el Gobierno hay tanta gente en la calle que los controles son casi imposibles y que seguir llamando así a las medidas adoptadas solo confunde a la gente.
La alcaldesa ha sido crítica de la mayoría de las medidas implementadas por el Gobierno reafirmando que aún es apresurado reabrir la economía del país pues según las proyecciones del propio Ministerio de Salud el pico de contagios en Colombia -y por ende en Bogotá- llegará a finales de junio.
Sin embargo, en la capital se ha definido una serie de medidas que adaptan las decisiones del Gobierno y las endurecen, como la obligatoriedad de las empresas a registrarse en un sistema de la alcaldía que certifica el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad antes de recibir el permiso pare retomar labores.
Del mismo modo, en la capital no se levantará la cuarentena tal cual ha operado hasta mayo por lo menos hasta el 15 de junio, es decir, los nuevos sectores económicos habilitados en el nuevo decreto presidencial deberán esperar para volver a labores, así como los centros comerciales, museos, bibliotecas, peluquerías, y demás establecimientos de comercio.
En esta ciudad se ha adoptado además una estrategia de cuarentena por sectores, en la cual las restricciones a la movilidad y al trabajo son más fuertes en las localidades de mayor contagio.
Durante la emergencia Bogotá ha permanecido en Alerta Amarilla, lo que indica que hay una afectación a la salud pública pero que está en rangos controlables y que la capacidad del sistema de salud para atenderla está garantizada. Pero con el aumento progresivo de los casos la alcaldesa afirmó que de superarse el 50% de la capacidad hospitalaria, la ciudad completa será declarada en Alerta Naranja, y nuevas restricciones más fuertes deberán ser adoptadas.
En algunos barrios de localidades como Kennedy, Suba, Chapinero, Puente Aranda, Bosa, Rafel Uribe y Antonio Nariño, la Alerta Naranja ya ha sido decretada. Esto implica, aparte de mayores restricciones a la movilidad, mayores controles por parte de la fuerza pública y también mayores esfuerzos del personal sanitario en la desinfección de los lugares públicos.
La localidad de Kennedy es el lugar más crítico pues ya cuenta con ocho barrios con Alerta Naranja y de acuerdo con recientes declaraciones de la Alcaldía Mayor de la ciudad será aislada en su totalidad hasta el 14 de junio.
En Barranquilla por su parte el alcalde Jaime Pumarejo extendió el pico y cédula de dos dígitos que funciona en la ciudad para restringir la movilidad hasta el 15 de junio.
Además, dijo que solo hasta el 6 de junio se empezará con la reactivación de los nuevos sectores y que la apertura de los centros comerciales, museos y bibliotecas, se evaluará a partir de esta fecha dependiendo del comportamiento de la ciudad en cuanto a los contagios y la ocupación de las camas de UCI.
La Procuraduría ha advertido que en el caso de Barranquilla el Ministerio de Salud debe tomar medidas pronto pues entre la ciudad y el resto del departamento del Atlántico acumulan el 13.2% del total de casos de coronavirus en Colombia.
En Cali y Cartagena, donde el avance del virus también ha sido muy significativo, sus mandatarios también decidieron aplazar la apertura de los comercios hasta mediados del mes de junio.
El fútbol profesional masculino volverá en agosto
Otra de las actividades que regresarán a Colombia en esta nueva etapa del “aislamiento inteligente” es el fútbol profesional, sobre el cual ya hay un protocolo definido por fases para que los partidos regresen a partir de agosto.
La primera etapa empezará a partir del 8 de junio, día en que los jugadores podrán regresar a los entrenamientos, en primer lugar, para ser evaluados por personal de salud. Se les tomarán pruebas moleculares y serológicas de inmunoglobulinas para garantizar que empiezan sanos las prácticas, este proceso durará 14 días.
La etapa dos, que iniciará en paralelo, consiste en la adecuación de las sedes deportivas y de entrenamiento de acuerdo con los protocolos de bioseguridad.
En la etapa tres, que durará 28 días, se empezará con los entrenamientos individuales y diferenciados. Cada cuatro días los jugadores serán sometidos a pruebas serológicas.
Después de este tiempo los equipos viajarán y se concentrarán en una sede única o varias cercanas, deben ser lugares con varios estados que aún no han sido definidos por la Dimayor, la autoridad del Fútbol Profesional Colombiano.
En las sede o sedes definidas se debe garantizar condiciones hoteleras y el cumplimiento de los protocolos sanitarios para la prevención del Covid-19. En esta etapa se iniciarán también los entrenamientos colectivos, monitoreando con pruebas rápidas cada cuatro días el estado de salud de los jugadores.
Para la primera o segunda semana de agosto se proyecta el regreso de los partidos, los cuales serán jugados sin público. La Dimayor todavía debe definir si continúa con el torneo que fue interrumpido por la pandemia o si empieza uno nuevo. También cuántos torneos se jugarán, pues en Colombia normalmente al año se coronan dos campeones.
El fútbol femenino, por su parte, empezará con protocoles similares un mes después del masculino, por lo que se espera que en septiembre se retome la liga profesional en esta categoría.
Los vuelos internacionales volverán en septiembre
Una de las flexibilizaciones más importantes en el marco de la cuarentena inteligente fue el anuncio de la reapertura de los vuelos internacionales a partir del 1 de septiembre.
Así lo afirmó la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, quien precisó que desde el lunes 1 de junio los colombianos podrán comparar tiquetes para viajar al exterior, resaltando que las fechas disponibles serán hasta dos meses después y que la frontera aérea internacional se mantendrá cerrada hasta el 31 de agosto.
Lo particular del anuncio es que no se especificó cuándo volverían los vuelos domésticos, que a la fecha permanecen cerrados, así como el transporte terrestre intermunicipal para fines distintos al abastecimiento de alimentos. Estos seguirán restringidos por lo menos hasta el 31 de junio, tiempo que tomará el Ministerio de Transporte para ajustar los protocolos de bioseguridad con miras a la reapertura del sector.
En cuanto al transporte público masivo al interior de las ciudades se mantendrá con los protocolos de bioseguridad. Ningún sistema podrá operar a más del 30% de su capacidad y se debe garantizar el aislamiento de los pasajeros al interior, así como el uso obligatorio del tapabocas.
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