Colombia militariza su frontera por miedo a que el coronavirus avance fuerte desde Ecuador

En la última semana los alcaldes y gobernadores de las poblaciones fronterizas han emitido alertas por la situación

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En condiciones normales por  el Punte Internacional de Rumichaca circulan unas 35 mil personas al mes, entre extranjeros y nacionales que se mueven entre Colombia y Ecuador. Hoy la frontera está cerrada, pero la amenaza del coronavirus sigue latente por los más de 36 pasos ilegales que hay entre ambos países.
En condiciones normales por el Punte Internacional de Rumichaca circulan unas 35 mil personas al mes, entre extranjeros y nacionales que se mueven entre Colombia y Ecuador. Hoy la frontera está cerrada, pero la amenaza del coronavirus sigue latente por los más de 36 pasos ilegales que hay entre ambos países.

En las zonas cercanas a la frontera con Ecuador se vive un preocupante panorama. El país vecino presenta la peor crisis humanitaria por causa del avance del coronavirus siendo hasta ahora el más afectado en contagios y muertes per cápita de la región, algo que podría significar un gran problema para Colombia si no se toman los controles suficientes para frenar el tránsito ilegal de personas que continúa presentándose.

Esta situación ha llevado al Gobierno colombiano a militarizar la frontera, enviando 500 uniformados a reforzar los 586 kilómetros terrestres que comparte el país con Ecuador.

Pese a que los pasos fronterizos oficiales son cuatro: uno marítimo en el municipio de Tumaco; y tres terrestres, Soutiuño, San Miguel de Putumayo y el puente Internacional de Rumichaca, en Ipiales (Nariño), se calcula que por lo menos hay 36 pasos ilegales donde a diario transitan personas que entran y salen de los dos países.

Rumichaca es el principal paso entre Colombia y Ecuador, un punto que en situación de normalidad transitan unas 35 mil personas por mes entre nacionales y extranjeros, según información suministrada por Migración Colombia promediando los pasos migratorios de enero y febrero de este año.

Pero esta frontera está cerrada desde el pasado 16 de marzo, dos días después de que Ecuador hiciera lo propio de su lado del puente, ante el abrumador avance del coronavirus en ese país, el cual sumaba ya cerca de 4.000 mil casos positivos y 200 personas fallecidas.

Desde el 14 de marzo Ecuador Cerro sus fronteras e impuso controles estrictos para monitorear a todo el que transitara por el Puente Rumichaca. Colombia hizo lo mismo desde el 16 de marzo.
Desde el 14 de marzo Ecuador Cerro sus fronteras e impuso controles estrictos para monitorear a todo el que transitara por el Puente Rumichaca. Colombia hizo lo mismo desde el 16 de marzo.

El SOS comenzó a principios de semana, el lunes 30 de marzo, cuando el Gobernador de Nariño, donde está el Puente de Rumichaca, envió una comunicación al Gobierno Nacional alertando que “el coronavirus está llegando por la frontera”.

Reclamaba el gobernador Rojas que la atención solo estaba puesta en la frontera con Venezuela pero que la situación en Nariño era tan grave que tenía en peligro a por lo menos 630 mil personas con riesgo de ser infectadas.

Muchos hermanos ecuatorianos están buscando la forma de huir de su país por la manera en la que ha avanzado el virus en su territorio, y eso hace que una de sus válvulas de escape sea la frontera. Además, su economía se mueve en dólares, por lo que traer sus recursos a Colombia les resulta rentable para subsistir. Tenemos que evitar la propagación sin límite del covid-19 desde Ecuador”, alertaba preocupado el Gobernador en entrevista con El Tiempo.

A man walks with a face mask, amid the new coronavirus outbreak, at Rumichaca border bridge in Tulcan, Ecuador March 1, 2020. REUTERS/Daniel Tapia
A man walks with a face mask, amid the new coronavirus outbreak, at Rumichaca border bridge in Tulcan, Ecuador March 1, 2020. REUTERS/Daniel Tapia

A su clamor se sumó la petición de la Procuraduría Colombiana en la voz del procurador Fernando Carrillo que recomendó fortalecer el funcionamiento de los Equipos de Reacción Inmediata en la franja limítrofe y dotar a Nariño de muestras para la detección del virus, así como el aumento del pie de fuerza y la construcción de hospitales de campaña.

Militares a la frontera.

El jueves pasado llegaron a Ipiales (Nariño) 500 unidades del Ejército para reforzar el pie de fuerza y respaldar las labores de seguridad en la frontera.

Ese mismo día las autoridades civiles y militares el Colombia y Ecuador se reunieron para trazar u plan conjunto de acción. La primera conclusión de esta reunión fue reconocer la existencia de por lo menos 36 pasos ilegales entre ambos países que son usados por para el tránsito irregular de personas.

Comandantes del Ejército Colombiano y Ecuatoriano inaugurando la "Operación Espejo" para el control conjunto de los pasos de la frontera.
Comandantes del Ejército Colombiano y Ecuatoriano inaugurando la "Operación Espejo" para el control conjunto de los pasos de la frontera.

Desde entonces la frontera se encuentra totalmente militarizada, y desde el lado colombiano, reforzada además por los sobrevuelos de la Fuerza Aérea con la intención de monitorear cualquier tránsito ilegal por las trochas y caminos que comparten los dos países.

De acuerdo con El comandante de la Tercera División del Ejército colombiano, general Jorge Isaac Hoyos, la operación desplegada conjuntamente por los Ejércitos de ambos países denominada “Operación Espejo” establece la coordinación de las unidades de ambas fuerzas militares para que una llegue donde no puede llegar la otra y así mantener un control efectivo sobre los pasos ilegales.

Un oficial de policía ecuatoriano se asoma al lado del camino para observar un paso ilegal en la frontera entre Ecuador y Colombia.
Un oficial de policía ecuatoriano se asoma al lado del camino para observar un paso ilegal en la frontera entre Ecuador y Colombia.

Por el lado ecuatoriano además se puso a disposición una fuerza de caballería para llegar a los lugares de más difícil acceso.

Todos estos controles se suman a los ya establecidos desde el cierre de la frontera, que impide el tránsito de cualquier persona extrajera o nacional por el puente Rumichaca o cualquier otro punto de control migratorio.

La única excepción es el transporte de carga, pero incluso este tiene unos estrictos controles. Según explica Migración Colombia no hay entrada de personas desde Ecuador, ni siquiera los conductores de los vehículos de carga, ya que estos son detenidos en la mitad del Puente Rumichaca y revisados por el personal de salud antes de volver a su país; luego el vehículo es completamente desinfectado y ahí en el puente hay un conductor Colombiano que lo aborda y continúa la marcha, lo mismo pasa a la inversa.

El transporte de carga es lo único que puede pasar por la frontera pero incluso para estos casos los controles son tan estrictos que no se permite al conductor ecuatoriano pasar hasta territorio colombiano.
El transporte de carga es lo único que puede pasar por la frontera pero incluso para estos casos los controles son tan estrictos que no se permite al conductor ecuatoriano pasar hasta territorio colombiano.

La única forma de que un ciudadano colombiano pueda ingresar por esa frontera es que Cancillería emitan un permiso especial por paso humanitario.

Los coyotes y la muerte que llega sin visa

El principal foco de atención de todo este despliegue militar son los llamados “coyotes”, personas dedicadas a llevar y traer migrantes por las trochas y caminos ilegales de la frontera.

Estos grupos se especializan en transportar venezolanos en rutas que pueden iniciar desde el Cúcuta, municipio fronterizo con Venezuela ubicado aún la zona central del país y que está a unos 1.500 kilómetros de Ipiales (Nariño) y Tulcán, el primer pueblo al otro lado de la frontera con Ecuador. Pero también a traer gente desde el país vecino hasta Colombia.

“Son calanchines, contrabandistas de personas, que se dedicas a llevar y traer de un país a otro a quien les pague. Llevan principalmente venezolanos que son los que más se mueven por la frontera pero ahora hay mucha gente ecuatoriana que quiere venir huyendo del coronavirus”, dice Andrés* un habitante de Ipiales que vive cerca a la frontera y pidió reserva de su identidad.

Por el cierre de la frontera muchas personas, en su mayoría venezolanos, quedaron varados de uno u otro lado de la frontera y ahora buscan vías para cruzar.
Por el cierre de la frontera muchas personas, en su mayoría venezolanos, quedaron varados de uno u otro lado de la frontera y ahora buscan vías para cruzar.

De Ipiales hasta Tulcán hay unas tres horas a pie y alrededor de una hora en carro. Por este paso se cobran entre 30 y 430 dólares por personas, de acuerdo a fuentes en terreno consultadas por Infobae.

La ruta a pie consiste en senderos de trochas y montañas, pero también se hace en vehículos que se usan para transportar mercancía de contrabando.

Otra ruta muy usada pero mucho más peligrosa es cruzar de un país a otro por el Río Guáitara, una paso que cientos de venezolanos usaron el año pasado cuando Ecuador endureció sus medidas de control migratorio y se quedaron varados en Ipiales.

Desde el cierre de las fronteras cinco personas provenientes de Ecuador han quedado atrapadas en el Río Guáitara, según informa el cuerpo de Bomberos de Nariño. El último caso fue de una mujer ecuatoriana que venía viajando desde Guayaquil y trató de cruzar hacia Ipiales. Tras su rescate fue puesta en aislamiento inmediatamente pues provenía de la ciudad que concentra el 70% de los casos y muertes por coronavirus en el país vecino.

En Guayaquil los muertos comienzan a aparecer en las calles ante el colapso del sistema de salud para atender la gran cantidad de casos que ha dejado el coronavirus en la ciudad.
En Guayaquil los muertos comienzan a aparecer en las calles ante el colapso del sistema de salud para atender la gran cantidad de casos que ha dejado el coronavirus en la ciudad.

Pero estos casos solo son un asomo del verdadero alcance del problema, ya que las complejidades del territorio dificultan tener un control completo de toda la extensión de la frontera, por lo que es casi un hecho que sigan dándose estos cruces ilegales.

En Nariño hay a la fecha confirmados seis casos positivos de Covid-19, incluyendo el primer caso de un menor recién nacido diagnosticado con la enfermedad. Uno de esos casos está en Ipiales, en plena frontera con Ecuador, pero por lo menos cuatro de los casos están relacionados con el país vecino.

Por su parte, en Ecuador el avance del virus ha desencadenado una verdadera crisis humanitaria, en especial en la ciudad de Guayaquil, que concentra la mayoría de casos y muertes del país. El drama es tal en esta ciudad, que los muertos están empezando a apilarse en las calles pues no hay donde atender los enfermos ni mucho menos donde enterrarlos.

Personas esperan al nado de ataúdes afuera del Hospital General Guasmo Sur en Guayaquil, Ecuador, después de que se reportaran nuevas muertes por coronavirus.
Personas esperan al nado de ataúdes afuera del Hospital General Guasmo Sur en Guayaquil, Ecuador, después de que se reportaran nuevas muertes por coronavirus.

Esta fotografía de una epidemia desbordando el sistema de salud de un país, es la amenaza latente que tiene en vilo a los colombianos que viven cerca de la frontera, quienes sienten como la muerte, escondida dentro del desespero de quienes buscan atravesar la frontera para salvar sus vidas, no respeta visas o puntos de control.

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