El “brazo político” de Pablo Escobar pide que lo liberen por miedo a contraer coronavirus

Alberto Santofimio Botero, pieza clave en la muerte del excandidato presidencial Luis Carlos Galán, es mayor de 70 años y teme contraer el Covid-19 en prisión. Entre las medidas de emergencia decretadas por el presidente Iván Duque está el aislamiento obligatorio a los adultos mayores

Guardar
Alberto Santofimio Botero, exministro de
Alberto Santofimio Botero, exministro de Justicia y excongresista colombiano señalado de vínculos con Pablo Escobar y ser determinador del asesinato de Luis Carlos Galán.

Las medidas de emergencia decretadas por el presidente Iván Duque para contener la propagación del coronavirus en Colombia han producido una consecuencia inesperada y es la petición de libertad por parte del exministro de justicia Alberto Santofimio Botero, quien se encuentra preso como uno de los cómplices del asesinato del ex candidato presidencial Luis Carlos Galán, ordenado por Pablo Escobar en 1989.

La defensa de Santofimio argumenta que el exministro, uno de los pocos condenados por el magnicidio de Galán, cumple con las condiciones de confinamiento obligatorio que el presidente Duque delimitó para los mayores de 70 años, que son los más propensos a contraer la enfermedad del Covid-19.

“Frente a la situación de Coronavirus haremos una petición especial al juez solicitándole que mientras dure esta situación el doctor Santofimio Botero, debido a su edad, pueda estar en su casa. Esto debido a que en la cárcel hay riesgo de contaminación y porque en La Picota solamente hay un médico para atender a 5 mil internos”, afirmó a medios el abogado Edgar Aguilar.

Santofimio tiene actualmente 78 años y es el único preso mayor de 70 años recluido en el pabellón sur, de la Cárcel La Picota de Bogotá, donde fue trasladado en mayo del 2019.

Esta no es la primera vez que Santofimio pide su liberación, la última había sido tan solo días antes de que Duque expidiera la directriz de confinamiento en cuarentena para las personas mayores de 70 años o “abuelitos” como los nombró en su alocución.

En esa ocasión la defensa del exministro argumentó que Santofimio ya había cumplido tres quintas partes de la condena de 24 años que le impuso la Corte Suprema de Justicia por ser determinador del asesinato de Luis Carlos Galán y que ya había emprendido un plan para reparar económicamente a las víctimas reconocidas en el proceso que comprende la venta de propiedad y objetos de valor a su nombre.

Luis Carlos Galán era el
Luis Carlos Galán era el favorito para para ganar las elecciones presidenciales cuando fue asesinado en un acto a los 45 años.

Esta solicitud tenía pendiente un pronunciamiento por parte de los representantes de las víctimas en este proceso, las cuales no se les había reparado pese a los años de condena que cumplía el exministro en casa por cárcel, razón por la que la Corte determinó quitarle este beneficio el año pasado.

El brazo político del Cartel de Medellín

Alberto Santofimio Botero nació en Ibagué, Tolima, en 1942 y desde joven mostró su vocación política, siendo concejal de su municipio y alcanzando una curul en la Cámara de Representantes por primera vez a los 25 años.

Alberto Santofimio Botero y Pablo
Alberto Santofimio Botero y Pablo Escobar en un evento del Movimiento de Renovación Liberal

Desde entonces se convirtió en una figura central de la política nacional, tanto así que estuvo en la baraja de candidatos presidenciales del Partido Liberal -uno de los más tradicionales de Colombia- para las elecciones de 1982, pero declinó a favor de Alfonso López Michelsen, su entonces jefe político, quien ya había sido presidente entre 1974 a 1978 y cuando logró nuevamente llegar la primer cargo de la República lo nombró como su ministro de Justicia.

En esos años, el Cartel de Medellín, con Pablo Escobar a la cabeza, estaba viviendo su mejor momento, acumulando tal poder e influencia que tenía pensando al capo narcotraficante hacer su propia incursión en la política y en esto Alberto Santofimio sería una pieza esencial.

Santofimio era el líder del Movimiento de Renovación Liberal, el cual comandaba desde su curul en el Senado. Fue este movimiento el que avaló la candidatura de Pablo Escobar a la Cámara de Representantes, como fórmula de Jairo Ortega, una de las fichas políticas más reconocidas de Santofimio en el departamento de Antioquia.

Para 1983 cuando Pablo ya ocupaba su curul en la Cámara de Representantes, el periodista Juan José Hoyos escribió una crónica de una visita a la hacienda Nápoles, ese día coincidió con Alberto Santofimio, con Jairo Ortega y otros congresistas. De esa crónica se hizo famoso un pasaje en el que cuenta cómo cuando tras horas de espera Escobar se reunió con sus políticos invitados “todos sin excepción se levantaron como si fuera el 20 de julio y el presidente de la república acabara de hacer su entrada al Salón Elíptico del Capitolio Nacional”.

Luis Carlos Galán y Alberto
Luis Carlos Galán y Alberto Santofimio Botero.

Después vino el enfrentamiento de Escobar con el ministro Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán, quienes lo expusieron ante el país como un narcotraficante, ganándose su odio y terminando ambos siendo asesinados por órdenes suyas.

Durante la disputa con Bonilla, Santofimio fue un defensor de Escobar, primer afirmando que este “no tenía ningún antecedente judicial”, lo que era falso, y luego diciendo que sobre el entonces ministro de Justicia cabía la “duda moral” cuando el capo narco y su aliado político Jorge Ortega lo señalaron de ser él quien recibía dineros del narcotráfico. Años después de muerto Escobar, Santofimio terminaría de enterrar su carrera política y de asociar su nombre al narcotráfico al ser uno de los implicados en el escándalo del Proceso 8.000, que fue como se le conoció a la entrada de “dineros calientes” provenientes del Cartel de Cali a la campaña de Ernesto Samper Pizano, quien fue presidente de Colombia a nombre del Partido Liberal entre 1994 y 1998.

Pero la mayor sombra que se ciñe sobre su figura siempre será el magnicidio de Luis Carlos Galán, en el que la justicia lo encontró culpable de ser su determinador.

El juicio por este caso empezó en 2005 cuando al Fiscalía le expidió orden de captura y presentó el caso en su contra. En sus argumentos contra el exministro la Fiscalía aseguraba que Escobar tenía vínculos con Santofimio como “miembro del ala política del llamado cartel de Medellín” y entre las pruebas que presentó estuvieron los testimonios de varios miembros de esta organización criminal.

Uno de ellos fue el de John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, quien afirmó en Santofimio le dijo a Escobar: “Si Galán es presidente te extradita, te lo digo con todo el convencimiento, Pablo, mátalo”.

John Jairo Velasquez, alias Popeye,
John Jairo Velasquez, alias Popeye, afirmó en testimonio que Alberto Santofimio aconsejó a Pablo Escobar asesinar a Luis Carlos Galán.

Además, el lugarteniente de Escobar ha dicho que Santofimio por asesorar políticamente a Escobar recibía pagos de 200 mil y hasta 500 mil dólares.

Esto cambiaba los motivos del asesinado de Galán, que pasaba a ser no solo un vendetta personas del capo contra uno de sus principales detractores, sino una jugada política de Santofimio, que para finales de los 80 era uno de las figuras presidenciables del liberalismo y le era políticamente rentable sacar del camino al enemigo más fuerte que tenía para obtener la nominación del partido para ser candidato presidencial.

Pablo Escobar desde su curul
Pablo Escobar desde su curul en la Cámara de Representantes.

Junto al testimonio de Popeye también estaba el de otros ex miembros del Cartel de Medellín como Carlos Oviedo, abogado y ex congresista quindiano y el de Luis Carlos Aguilar, alias Mugre. Todos coincidieron con Popeye de que fue Santofimio quien en últimas convenció a Escobar para que matara a Galán.

Por estos hechos la justicia lo condenó a 25 años de cárcel y tras una absolución en segunda instancia, el más alto tribunal del país, la Corte Suprema de Justicia, ratificó finalmente su pena.

En todos estos años Santofimio siempre se ha sostenido en su inocencia y ahora deberá esperar la terminación que tomen los jueces frente a su última petición de libertad, una puerta que se le abre casi que fortuitamente, en medio de la emergencia mundial por la pandemia del coronavirus.

Guardar