En una comunicación emitido por el Comando Central (Coce) del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el grupo terrorista colombiano admitió por primera que incorpora menores de edad entre sus combatientes, aunque aseguró que sólo lo hace a partir de los 16 años y por reclutamiento voluntario.
El documento se titula ‘Mienten para ocultar el mal Gobierno’ y en él la guerrilla de tradición marxista-leninista afirma que: “Los Estatutos del ELN ordenan que las incorporaciones y retiros sean absolutamente voluntarios y conscientes y mandan que la edad para el ingreso a la guerrilla sea de 16 años, conforme al Derecho Internacional Humanitario, motivo por el que está proscrito el reclutamiento”.
Sin embargo, es conocido por denuncias de las comunidades e investigaciones de la Fiscalía, que en regiones como el Catatumbo este grupo armado recluta niños forzosamente desde los 12 años de edad. Una práctica que es compartida por otras estructuras armadas herederas del paramilitarismo que operan en esa región.
Recientemente, Leyder Palacios, líder social de Bojayá, Chocó, un pueblo que vive un asedio paramilitar y guerrillero desde que empezó el nuevo año, obligando a muchas comunidades a permanecer confinadas a causa de la presencia de los armados, denunció que el ELN había reclutado forzosamente entre 40 y 50 menores de la zona, lo que en sus palabras está generando “un problema y un drama social al interior de las comunidades".
Según reportes del Ejército colombiano, un 49% de los reclutamientos de esta guerrilla corresponden a menores de edad, los cuales pertenece a poblaciones vulnerables donde el ELN tiene fuerte presencia y control territorial.
En el documento emitido por el Coce, la cúpula del ELN exime su responsabilidad por la constante oleada de muertes a líderes sociales que tiene a Colombia en medio de una grave crisis humanitaria y señala al Gobierno de querer eludir su responsabilidad en estos crímenes.
Afirman que al culparlos a ellos por la muerte de los líderes sociales, el gobierno quiere hacer una “cortina de humo” para “negar sus responsabilidades en el exterminio de líderes comunitarios, defensores de Derechos Humanos y excombatientes”.
“Ninguna de las expresiones democráticas y de la izquierda es considerada como enemiga. Por el contrario, todas ellas tienen nuestro reconocimiento al ser parte de la gama diversa de la sociedad colombiana”, afirman en su comunicado.
Los jefes elenos también informaron que los Congresos Nacionales del ELN han“ratificado la política del deslinde categórico con el narcotráfico, que prohíbe tener cultivos, laboratorios, rutas o comercio de narcóticos”.
Históricamente el ELN ha negado su incursión en el negocio del narcotráfico afirmando que sus vínculos con esta actividad se reducen al cobro de impuestos y extorsiones a quienes la desarrollan en los territorios que controlan.