El estudiante colombiano Dilan Cruz, de 18 años, murió por el disparo de una escopeta calibre 12 cuya munición era una bolsa con “múltiples perdigones de plomo”, señala el informe forense divulgado este jueves que consideró el caso como “homicidio” violento.
“Los hallazgos de necropsia permiten afirmar que la muerte del joven es secundaria al trauma craneoencefálico penetrante ocasionado por munición de impacto disparado por arma de fuego, lo cual ocasiona severos e irreversibles daños a nivel de encéfalo”, detalló la directora del Instituto de Medicina Legal, Claudia García, en una declaración a la prensa.
Cruz se convirtió el lunes pasado en la primera víctima mortal de la violencia policial en las protestas contra el Gobierno colombiano, dos días después de caer herido en la cabeza por un disparo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de esa institución, durante una manifestación pacífica en el centro de Bogotá.
La funcionaria explicó que los elementos que estudió el equipo de Medicina Legal, conformado por especialistas forenses, hacen parte de “un cartucho de carga múltiple, munición de impacto”, una bolsa de perdigones de plomo. “Los informes de necropsia y balística serán entregados a la Fiscalía General de la Nación el día de hoy”, añadió.
La primer versión sobre la muerte de Dilan apuntó al impacto de un cartucho de gas lacrimógeno. Sin embargo, el primer socorrista que lo atendió, Dilan Alejandro Gutiérrez, declaró a medios que cuando se acercó al cuerpo del joven estudiante se percató de un objeto incrustado en su cráneo del que sobresalía una tela.
El medio local El Tiempo reportó poco después que luego de ingresar al hospital, al joven le removieron de su cráneo piezas metálicas y otros elementos consecuentes con un disparo.
Las descripciones se condicen con el reporte, que indica que la munición que le fue sustraída -"tipo ‘Bean bag’"- corresponde a una bolsa de material textil que contiene múltiples perdigones de plomo.
El director de la Policía colombiana, general Óscar Atehortúa, informó ayer que el caso de Cruz está en manos de la Procuraduría (Ministerio Público), que aplicó “el poder preferente” para ocuparse de la investigación.
Al respecto, el procurador general de la nación, Fernando Carrillo, dijo a periodistas antes de que se conociera el dictamen forense que el Ministerio Público está verificando si “los estándares internacionales y esos protocolos de uso de esas armas se cumplieron en el caso de la tragedia de Dilan Cruz”.
El funcionario señaló que este caso debe ser “irrepetible” y puso como ejemplo a Chile, donde la crisis social ha dejado ya al menos 23 muertos, de los que seis fueron producto, presuntamente, de la acción de agentes del Estado a los que organismos internacionales acusan de haber cometido violaciones de derechos humanos para contener las protestas.
La acción represora observada por organismos como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional (AI) en el país andino contempla abusos a los detenidos, torturas y la comisión de graves lesiones por el empleo de escopetas de perdigones y balines de goma, que entre otras cosas han provocado lesiones oculares a más de 230 personas.
“Colombia no puede permitir que se den los escenarios que se están presentando en Chile tras 41 días del inicio de las protestas sociales”, manifestó Carrillo.
Cruz fue ingresado el sábado por la tarde en el Hospital San Ignacio, en el barrio de Chapinero, luego de ser herido por la Policía.
Desde ese día, miles de participantes en las manifestaciones contra la política económica y social del presidente colombiano, Iván Duque, se congregaron frente al hospital como homenaje al joven estudiante, convertido en símbolo del rechazo a la violencia policial.
Duque, por su parte, afirmó el jueves que su Gobierno mantendrá la “conversación nacional” anunciada la semana pasada tras la primera jornada de protestas masivas en el marco de la huelga general en Colombia pero resaltó que temas como el retiro la reforma tributaria y el desmonte del ESMAD, ambas peticiones de los manifestantes, están fuera de la mesa.
Los manifestantes, a través del Comité Nacional del Paro, indicaron en una rueda de prensa que continuarán con las movilizaciones hasta que el Gobierno atienda sus solicitudes y decida convocar a un diálogo directo. En este marco, anunciaron un nuevo paro nacional para el 4 de diciembre y un concierto “Enciende tu voz, un canto por Colombia”, el 8 de ese mes. También se esperan cacerolazos para el jueves y viernes.
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