Cali fue el principal foco de violencia durante la huelga general de este jueves en Colombia, por lo que la alcaldía decretó toque de queda hasta las 06H00 locales del viernes.
“Cali está recuperando la tranquilidad y seguirá recibiendo más apoyo de la fuerza pública” en los próximos días, indicó en rueda de prensa el recién nombrado ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
El toque de queda también fue implantado en los municipios de Candelaria y Jamundí, cercanos a Cali, debido a los saqueos, al igual que en Facatativá, una localidad que está ubicada a menos de 50 kilómetros de Bogotá. Pese a esta medida, en algunos barrios de la zona sur de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, vándalos ingresaron a conjuntos de apartamentos a robar, lo que obligó a sus moradores a armarse con palos y otros objetos para defender sus propiedades.
Un gran número de comercios han cerrado sus puertas ante las posibles dificultades sufridas por sus trabajadores a la hora de desplazarse hasta los lugares de trabajo, así como para salvaguardar sus instalaciones de posibles actos vandálicos.
El secretario de Seguridad de Cali, Andrés Villamizar, ha explicado que estarán exentos del toque de queda “quienes estén debidamente acreditados, como miembros de la Fuerza Pública, Ministerio Público, Defensa Civil, Cruz Roja, Fiscalía General de la Nación, vigilancia privada, periodistas, personal sanitario, ambulancias, vehículos de atención prehospitalaria y organismos de socorro”, entre otros.
“También el personal que acredite la calidad de funcionario, así como toda persona que requiera atención de un servicio de salud”, ha manifestado, según informaciones del diario local ‘El Tiempo’.
El deterioro de las pensiones y los salarios, el incumplimiento de los acuerdos con los estudiantes, y la perenne situación de violencia que vive el país --más de 160 dirigentes sociales y sindicales han sido asesinados en lo que va de año--, así como el intento del Gobierno de modificar el acuerdo de paz con las FARC en 2016, son los principales puntos de las movilizaciones que se han registrado este jueves en varios puntos de Colombia.
En la noche se escucharon además estruendosos ‘cacerolazos’, inusuales en Colombia, que se prolongaron por más de dos horas en sectores de Bogotá, Cali y Medellín.
Los choques dejaron al menos 57 civiles y 70 policías heridos, y 43 capturados en toda Colombia, así como daños materiales, según indicó el ministro de Defensa.
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