Se sigue complicando el caso del exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, después de que un juez segundo de ejecución de penas legalizara su captura y ordenara su encarcelación en la cárcel de máxima seguridad de Bogotá, La Picota.
Arias fue extraditado desde los Estados Unidos hace pocos días y tiene pendiente cumplir una pena en Colombia por 17 años y 5 meses de prisión a causa de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que lo encontró culpable de dos delitos en el marco del escándalo de Agro Ingreso Seguro, un programa de subsidios agropecuarios para campesinos pobres que terminaron siendo dirigidos a las familias y empresas más ricas de Colombia.
El exministro llegó al país en un jet privado y escoltado por oficiales Marshall estadounidenses quienes lo entregaron en custodia a agentes de Migración Colombia. Después fue trasladado a la Escuela de Caballería del Ejército en Bogotá, lugar que había sido su sitio de reclusión antes de fugarse a los Estados Unidos.
La Escuela de Caballería es una instalación de residencias de altos mandos del Ejército y cuenta con pistas de equitación, varias canchas de tenis y un casino para oficiales. Comodidades de las que podría gozar Arias pese a la condena que tiene en su contra.
La presencia del exministro en el país ha desencadenado una tormenta política, ya que es una de las figuras más destacadas de uribismo, grupo político del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que hoy está en el poder. Para ellos, Arias es considerado un "mártir" por ser víctima de una persecución judicial en su contra.
Esto ha llevado que senadores del Centro Democrático, como Paloma Valencia, empezaran a promover la "Ley Andrés Felipe Arias" que pretende brindar una doble instancia retroactiva a todos los condenados por la Corte Suprema de Justicia. Esto permitiría reabrir el caso contra el exministro y le permitiría construir una nueva defensa.
La llegada de Arias a Colombia se ha manejado con total recelo por las autoridades y por el Gobierno. No existe una foto o un video de su arribo al país, tampoco de su reclusión en la Escuela de Caballerías, algo que ha desatado una gran polémica.
La salida del exministro para no ser recluido en una cárcel de barrotes está a manos del Impec -autoridad carcelaria de Colombia- quienes según el juez podrían definir otro lugar de reclusión.
Arias fue condenado formalmente en 2014 por la Corte Suprema de Justicia bajo los cargos de peculado por apropiación y firma de contrato sin cumplir con los requisitos legales, poco antes de recibir la sentencia definitiva se fugó a los Estados Unidos, allí pidió asilo político, pero le fue negado. Desde 2016 y con un pedido de extradición en su contra, pasó varios periodos preso en prisiones federales y le fue negada la libertad condicional por considerarlo en riesgo de fuga.
Colombia tiene una larga tradición de extradiciones de nacionales a los Estados Unidos, especialmente por cargos de narcotráfico. Sin embargo, este es el primer caso de un alto funcionario del Estado que es extraditado desde los Estados Unidos hasta Colombia.