La mañana de este viernes se hizo pública una carta dirigida al ELN para pedir que cesen todas las acciones violentas como un gesto de paz que reabra las vías al diálogo, firmada por cientos de personalidades de la vida pública del país, entre ellos ex negociadores y facilitadores de paz, políticos y académicos, incluso por varios ex comandantes de la extinta guerrilla de las FARC.
En la misiva se muestra una preocupación colectiva por el retroceso de una búsqueda pacífica al fin del conflicto en el país, por lo que piden a los comandantes de esa insurgencia un gesto de paz en ocasión del Día Nacional de la Víctimas, que se conmemora todos los 9 de abril.
"Hoy el país reclama de ustedes gestos categóricos que demuestren su voluntad de transitar con la mayor celeridad posible hacia el fin de la guerra. Al aproximarse el 9 de abril, Día Nacional de las Víctimas, desde la pluralidad que representamos les hacemos un llamado a que cuanto antes –y como lo han hecho en otras oportunidades- anuncien a Colombia un cese unilateral al fuego y de hostilidades que tenga los más amplios alcances, que permita avanzar en el objetivo de poner fin al conflicto armado, y que ahorre vidas, recursos y sufrimientos en los territorios donde ustedes hacen presencia", describe la carta.
Y tal como lo anuncia, sorprendió entre la opinión pública la pluralidad de los firmantes, entre los que están ex jefes de la extinta guerrilla de las FARC como Pastor Alape y Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko'; ex candidatos presidenciales como Sergio Fajardo, Gustavo Petro y Humberto De La Calle; ex facilitadores de paz con el ELN como Frank Pearl, Mauricio Rodríguez, Alberto Fergusson, Roy Barreras y Álvaro Leyva; congresistas como Antanas Mockus y Jorge Robledo; y ex ministros como Aurelio Iragorri y Juan Fernando Cristo.
Mucho de ello con posiciones ideológicas contrarias, pero que se unieron bajo un mismo propósito. Y es que -tal como lo señala la revista Semana– después de que el presidente Iván Duque anunciara que objetará la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que le da garantías al Acuerdo de Paz firmado entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, se conformó un bloque político que unió fuerzas para proteger estos acuerdos.
Por ello, ahora se unen para pedir que no se cierren las puertas a unas conversaciones de paz con el ELN que, tal como pasó con las FARC, buscan la salida pacífica de este grupo guerrillero al conflicto y su reincorporación a la vida civil. Y señalan que después de los avances en materia de seguridad obtenidos con la desmovilización de los milicianos de las FARC, se ve un preocupante retroceso en las acciones de violencia y en los mismos diálogos de paz en los que se logró crear una agenda en común.
Esta es la carta completa:
Quienes suscribimos esta carta somos integrantes de la iniciativa Defendamos la Paz: desde una gran diversidad de posiciones políticas y sociales, nos une la convicción de que la Paz es un fin supremo de la Nación, como lo consagra la Constitución, y que el diálogo es la vía idónea para resolver los conflictos del país. De nuestra iniciativa hacen parte negociadores y facilitadores que participaron en las conversaciones que condujeron al Acuerdo Final entre Gobierno y FARC, y otros que intervinieron en los diálogos con ustedes, también lideresas y líderes de organizaciones sociales que animaron los avances en materia de participación ciudadana en ese esfuerzo de paz.
Hemos registrado como un verdadero retroceso en el proceso de solución definitiva de la confrontación armada el lamentable recrudecimiento de las hostilidades y de los muy dolorosos actos violentos en la capital de la República y en determinadas zonas del país, así como la decisión de cesar las conversaciones que desde hace años venían sosteniendo el Gobierno Nacional y el ELN. Ese retroceso es deplorable luego de que tras la fase exploratoria y largos ciclos de diálogos se hubiera logrado pactar una agenda, y dar los primeros pasos hacia un Acuerdo de Paz.
En los territorios del país, las comunidades que padecen a diario los efectos directos de la violencia piden que ese proceso se retome a la mayor brevedad.
Hoy el país reclama de ustedes gestos categóricos que demuestren su voluntad de transitar con la mayor celeridad posible hacia el fin de la guerra. Al aproximarse el 9 de abril, Día Nacional de las Víctimas, desde la pluralidad que representamos les hacemos un llamado a que cuanto antes –y como lo han hecho en otras oportunidades- anuncien a Colombia un cese unilateral al fuego y de hostilidades que tenga los más amplios alcances, que permita avanzar en el objetivo de poner fin al conflicto armado, y que ahorre vidas, recursos y sufrimientos en los territorios donde ustedes hacen presencia.
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