El pasado 22 de febrero se demolió en Medellín el famoso edificio Mónaco, una de las paradas de los llamados 'narcotours', por ser la última residencia de la familia del capo Pablo Escobar, quien lo mandó a construir en la década de los 80´s. La noticia ahora son sus restos, que están siendo llevados por la alcaldía de la ciudad a un lugar secreto.
Por estos días, un grupo de trabajadores recoge con maquinaria pesada los escombros que dejó la implosión del Mónaco, desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde, informa el diario El Tiempo. Según vecinos, aún siguen llegando curiosos de todo el mundo a ver la fachada del edificio y a fotografiar lo que quedó de la estructura blanca de ocho pisos.
Esta imagen será diferente, en poco tiempo la volveremos a retratar, ya con la mirada de respeto y reconocimiento a las víctimas. Este lugar se transformará #MedellínAbrazaSuHistoria pic.twitter.com/ntRdgjsnel
— EDU (@EDUMedellin) 22 de febrero de 2019
En total son 23.000 metros cúbicos de tierra y metal los que se recogen de los restos del Mónaco, según la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (EDU). Estos serán dispuestos en un lugar desconocido bajo cláusula de confidencialidad, dice el medio nacional. Ello, para evitar que sean robados por oportunistas o personas que quieran tener un recuerdo del capo.
Por su parte, Blu Radio afirmó que los restos serán llevados a distintas escombreras del Área Metropolitana de Medellín, en mes y medio de trabajo, tiempo en el que el lugar debe quedar completamente limpio.
"Se trata de desmantelar una infraestructura mental y antisímbolos para honrar los valores y la ética de quienes fueron héroes y víctimas. Eso es lo que se va a construir allá", recaló a Blu Radio el secretario privado de la Alcaldía de Medellín, Manuel Villa.
El edificio Mónaco estaba ubicado en el barrio Santa María de los Ángeles, en el exclusivo sector de El Poblado. Tenía columnas reforzadas, puertas de seguridad, jacuzzi por cada habitación, salas de billar, una colección de autos antiguos y de obras de arte, y hasta túneles dispuestos para un posible escape.
El 13 de enero de 1988, fue escenario un carro bomba con 80 kilos de explosivos que detonó el Cártel de Cali en su entrada, en un atentado contra Pablo Escobar que dejó 3 muertos y 10 heridos. La familia del capo sobrevivió, pero el hecho fue el desencadenante de una guerra urbana entre carteles que generó las peores olas de violencia en Colombia.
Ahora, en el lugar se construirá un parque de tres momentos que se entregará en noviembre de este año. Una parte mostrará cómo era la ciudad antes de la época de violencia sometida por Escobar, una segunda será un muro en el centro del lugar para rememorar a las 46.200 víctimas del narcotráfico, y la última una especie de bosque urbano.
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