Por el envío de más de 25 toneladas de cocaína a Estados Unidos en narcoaviones, el capo narco Juan José Santisteban Gómez, alias el 'Cubano', es requerido por la DEA, y Colombia aceptó la solicitud de extradición. Pero, además, el gobierno norteamericano lo considera clave para evidenciar los nexos del régimen de Nicolás Maduro con el narcotráfico.
Santisteban tenía alianzas con bandas organizadas colombianas como 'La Oficina' y 'Los Pelusos' y con las guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC. A ellos les compraba la coca que salía, desde pistas clandestinas en Venezuela, hacia Centroamérica, para el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, que finalmente la enviaba a Estados Unidos.
El 'Cubano' se volvió el principal proveedor de los mexicanos, por lo que desde el 2014 se había mudado a Colombia para controlar el negocio desde la producción del clorhidrato. De hecho, según el expediente conocido por el diario El Tiempo, pagó unos 9.690 dólares para obtener cédula y pasaporte colombiano falsos, bajo el nombre de Pedro Antonio Becerra Cárdenas.
En la ciudad fronteriza de Cúcuta, en Norte de Santander, las autoridades detectaron varias casas de cambio de divisas bajo su dominio, usadas para blanquear el dinero producto del narcotráfico. Incluso, el general Jorge Luis Vargas, entonces director de la Dijín, aseguró al medio nacional que financió a las Autodefensas Unidas del Pacífico y a las Guerrillas Unidas del Pacífico.
Con fachada de un comerciante, se instaló en un edificio de El Poblado, un exclusivo sector de Medellín, donde finalmente fue capturado en junio de 2018, cuando se movilizaba en un carro blindado. Ahora, el presidente de Colombia, Iván Duque, decidió autorizar su envío a Estados Unidos para que colabore en contra de Maduro, en su intención de restablecer la democracia en el vecino país.
A la DEA le interesan unos presuntos vínculos de Santisteban con generales de alto rango cercanos al ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López. De hecho, según el expediente que tienen, después de huir del régimen cubano llegó a Caracas, donde obtuvo nacionalidad y documentos falsos venezolanos, detalla El Tiempo.
El capo se expone a una pena que puede superar los 25 años de cárcel por narcotráfico, pero si colabora con las autoridades norteamericanas podría recibir una rebaja con la que podría estar en libertad en menos de 10 años, según el medio colombiano.
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