Una trabajadora sexual de 22 años grabó a escondidas los momentos de intimidad que tuvo con un cliente infiel, un reconocido comerciante de Bucaramanga, para extorsionarlo. Le exigía ropa de marca y dinero a cambio de no hacerle llegar las imágenes a su esposa.
El hombre, de 44 años, contactó a la mujer por redes sociales, donde ofrecía sus servicios sexuales. Todo transcurrió normal durante los primeros encuentros, hasta que un día la joven puso cámaras ocultas en la habitación donde usualmente de veían.
Además, le pedía a su cliente fotos desnudas que él le enviaba por WhatsApp. Entonces, comenzaron las extorsiones. La trabajadora sexual, además, le exigía perfumes finos para no perjudicar su matrimonio ni su imagen pública.
"En el momento en que la mujer comparte intimidad con uno de sus clientes, una persona muy representativa para la sociedad, logró registrar toda esa actuación en video", dijo a Vanguardia Liberal el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía de Bucaramanga.
El comerciante accedió inicialmente a las extorsiones de la mujer, pero luego decidió denunciarla ante el Gaula de la Policía, que capturó a la delincuente cuando pretendía recibir una millonaria suma, en un operativo sorpresa.
De acuerdo con Blu Radio, esta era una práctica común de la trabajadora sexual, pues ya había extorsionado a varios clientes con amenazas de publicar en redes sus escenas sexuales.
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