Un grupo de 120 personas intenta contener la emergencia ambiental desatada por un nuevo atentado al oleoducto Caño Limón-Coveñas en zona rural del municipio de Teorama, en Norte de Santander, que ocasionó un derrame de crudo que ya llegó al río Catatumbo.
El hecho criminal se registró el pasado 12 de febrero en horas de la tarde, y es atribuido por las autoridades al Ejército de Liberación Nacional (ELN), a quien también se le señala de otro atentado al mismo oleoducto en el departamento de Putumayo, al sur del país.
Con la instalación de 108 barreras, la empresa colombiana busca evitar que el crudo siga llegando a más fuentes hídricas. Y también el uso de retroexcavadoras, tanques, camiones, plantas eléctricas y embarcaciones.
Los habitantes de zonas aledañas al daño, como los corregimientos de San Pablo y El Aserrío, se mantienen en alerta, pues dependen de esas aguas para su consumo y el riego de sus cultivos.
#Atención | #Ecopetrol activó plan de contingencia del oleoducto Caño Limón-Coveñas al registrarse un nuevo atentado hoy, 12 de febrero de 2019, aproximadamente a las 4:45 de la tarde, en zona rural del municipio de Teorama, Norte de Santander. pic.twitter.com/rF9AuoVSXa
— Ecopetrol (@ECOPETROL_SA) 12 de febrero de 2019
Ecopetrol también informó que en lo corrido de 2019 se han presentado 11 atentados contra oleoductos en el país, siete de ellos contra el Caño Limón-Coveñas.
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