Una llamada a la Policía reveló el paradero de Lina Marcela Puentes Ninco, de 29 años, quien había sido reportada como desaparecida hacía tres días por su pareja sentimental y padre de dos de sus cuatro hijos de 11, 10, 8 y 5 años. Su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición envuelto en un colchón, dentro de la vivienda del presunto asesino.
El coronel Nelson Quiñones, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, informó que el pasado martes sus uniformados recibieron una llamada de un hombre que señalaba que su hijo lo había contactado amenazando con quitarse la vida porque había matado a una mujer, que sería trabajadora sexual, y que la tenía con él en una habitación que arrendaba; según detalla el diario La Nación.
Los agentes se trasladaron de inmediato hacia la vivienda, pero el joven se negó a abrirles la puerta. Después de varios minutos insistiendo, finalmente permitió el ingreso de la Policía, quien encontró el cadáver en un pequeña cuarto. "Me llamaron que habían encontrado a mi esposa muerta. No me dijeron cómo la habían matado", narró al medio local Carlos Andrés Valenzuela.
La pareja de la víctima aclaró que la mujer trabajaba como camarera nocturna en un bar desde hacía un año. Justamente, las cámaras de seguridad del establecimiento la captaron por última vez cuando salía de su turno el pasado sábado, en compañía de dos hombres. "Ella estaba en el trabajo, salió con dos tipos y se desapareció, hasta ahí fue que supimos de ella", dijo Valenzuela a La Nación.
Las autoridades detuvieron al joven que se encontraba dentro de la vivienda con el cadáver, identificado como Juan Diego Aldana Vargas, de 21 años, quien trabajaba con su padre en el sector petróleo. Es hasta el momento el principal sospechoso del feminicidio.
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