Las autoridades colombianas emitieron en el pasado una orden de captura contra dos ciudadanos iraníes identificados como Hassan Jalali Bidgoli y Amir Mohit Kermani, señalados por extraer ilegalmente oro de las cuencas de los ríos Quito y San Juan, en el departamento de Chocó, para traficarlos a Canadá y Estados Unidos.
Los presuntos criminales, que se presentaban como empresarios con documentos de ciudadanía estadounidense, trabajaban en sociedad con un venezolano conocido con el alias de Moisés, junto con el cual alcanzaron a mover 50 millones de dólares en oro y platino, según detalla El Tiempo.
Los envíos ilegales se realizaban a través de las compañías Vencol, cuyo representante legal era el ciudadano venezolano, y Dragados San Miguel S.A.S., dedicada a la explotación y comercialización de los minerales, con uso de materiales letales para la tierra como el mercurio.
Las actividades eran reportadas a estructuras delincuenciales en Libia y Estados Unidos. Además, al parecer, pagaban cuota al Clan del Golfo para que les permitiera operar en la zona y por servicios de seguridad, de acuerdo con El Tiempo.
La Policía informó al medio que nueve personas que fueron detenidas integraban la red criminal, y hay otras 16 órdenes de captura en trámite. Entre los otros capturados están un patrullero de la Policía de Cundinamarca, y Walter Antonio Cordero Cuadrado, propietario de un taller de maquinaria pesada.
Los detenidos deberán responder por delitos relacionados con daño y aprovechamiento de recursos naturales, contaminación ambiental, violación de fronteras, invasión de áreas protegidas, explotación ilícita de yacimientos mineros, concierto para delinquir agravado, lavado de activo y enriquecimiento ilícito.
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