Como presidente del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, el cardenal Alfonso López Trujillo levantó polémica al promulgar que el único método efectivo para prevenir enfermedades de trasmisión sexual era la abstinencia y satanizó el uso del condón incluso para los cero positivos. No hay ejemplo que pueda definir mejor la posición ideológica del religioso colombiano más famoso internacionalmente, amigo personal de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, y que también estuvo relacionado con Pablo Escobar y con la defensa de sacerdotes pederastas.
López Trujillo es de un pequeño pueblo del parque de los nevados ubicado en el departamento de Tolima. Ingresó al Seminario de Bogotá en 1954, abandonando sus estudios en psicología. Y en 1960 ya se estaba ordenando como sacerdote. Tuvo una exitosa carrera de asenso en la iglesia católica, que no obstante estuvo envuelta en uno que otro escándalo. A sus 43 años se convirtió en el cardenal más joven del mundo, nombrado por el mismo papa Juan Pablo II, que más tarde lo puso a la cabeza del Consejo Pontificio para la Familia en la Santa Sede.
Entonces, dio rienda suelta a sus posturas más ultraconservadoras. Años antes, en el secretariado general del Consejo Episcopal Latinoamericano, se había dedicado a perseguir incansablemente a los sacerdotes practicantes de la teología de la liberación. En Medellín, incluso se ensañó con los curas carismáticos que apoyaban las demandas de las comunidades, "que pintaban desnudos y usaban modelos vivos, o que se atrevían a cuestionarlo en privado o en público", contó el escritor paisa Héctor Abad Faciolince en una columna.
López Trujillo riticó toda señal de liberalismo: clonación, experimentos con células madre, aborto, planificación, eutanasia, matrimonio igualitario. Afirmaba que el preservativo era "inmoral", que no ayudaba a prevenir el VIH/Sida. Sus declaraciones tuvieron efectos nefastos en poblaciones africanas de influencia católica. Pues llegó a decir incluso que usar condones era como "apostar por la propia muerte".
"Los curas protegidos por el arzobispo, en cambio, en vez de luchar por las condiciones mínimas de vida de sus parroquias, eran aliados de mafiosos, y con ellos se los veía en medio de bendiciones y misas campales, para recibir las limosnas que López Trujillo tanto codiciaba, aunque vinieran del dinero más sucio de Medellín, aunque fuera plata untada de sangre", expresó Abad Faciolince en la columna en Semana.
Vínculo con Pablo Escobar
El narcotraficante Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín, había financiado el periódico Medellín Cívico y puesto en su dirección al padre Elías Lopera, con el apoyo del también sacerdote Hernán Cuartas. Ambos se ganaron el cariño de los hinchas rifando entradas a los partidos de fútbol en el estadio Atanacio Girardot, regaladas por el mismo capo. Incluso, lo acompañaron a las entregas de sus obras sociales en los tugurios de Medellín y participaron activamente en los encuentros académicos con los que el capo inició su lucha contra el tratado de extradición.
Antes de iniciar la guerra urbana, Escobar optó por realizar foros con figuras prominentes de la política y la farándula nacional para llamar la atención de la opinión pública, dando discursos argumentativos de por qué la extradición no se debía permitir. En ellos participaron, entre otros, la presentadora y amante del capo Virginia Vallejo, y eran moderados por Lopera. La asistencia era masiva.
De ahí que se conociera el vínculo entre Lopera y Escobar, que se veían juntos en actos públicos y posaban de lado en fotos de prensa. Se llegó a decir que el cura fue testaferro del mafioso para ocultar los dineros provenientes del narcotráfico, y que le dejaron una gran fortuna personal. Frente a esto la iglesia nunca se pronunció, ni López Trujillo que entonces era el arzobispo de Medellín.
De hecho, la periodista María Jimena Duzán, en una columna titulada 'Lo Santofimio de López Trujillo', denunció que la iglesia recibía recursos provenientes del narcotráfico a través de Lopera, y renegó de que el cardenal no hiciera nada al respecto. Y años después explotaba otro escándalo del sacerdote por un romance homosexual, de los que López Trujillo siempre criticó vehementemente.
Julio César Cardona López denunció pública y judicialmente a Elías Lopera por una relación amorosa que habían tenido 30 años atrás, que inició cuando el devoto tenía 16 años, siendo un niño; por lo que exigía una indemnización de 477 mil dólares. Tal como lo contó el columnista de El Espectador, Yohir Akerman:
"Desde entonces mantuvieron una relación que terminó en 2012, cuando, según el señor Cardona, el sacerdote Lopera lo abandonó por un accidente que sufrió provocado por un ritual de santería aconsejado por el mismo cura", escribió el abogado.
Defensa de pederastas
La posición extremadamente conservadora de López Trujillo era compartida por George Pell, entonces arzobispo de Melbourne, Australia. Su asesoría, de hecho, ayudó a Pell a ascender como tesorero del Vaticano y a convertirse en uno de los hombres de confianza del actual papa Francisco. Aunque en 2017 estuvo acusado de cometer delitos sexuales contra niños entre 1976 y 1981, y de encubrir varias violaciones más.
López Trujillo también ha sido señalado de haber encubierto a varios sacerdotes acusados de delitos sexuales con menores de edad en Medellín, en una reciente investigación realizada por W Radio. Uno de los implicados, a quien ordenó como diácono en 1986 y al que le permitió ordenarse como sacerdote por el mismo papa Juan Pablo II, fue el Padre Mario Castrillón, de 49 años, que fue condenado a prisión domiciliaria.
Castrillón ha sido de los pocos sacerdotes condenados por pederastia. Pagó 100 meses en una casa cural por acceso carnal abusivo con menor de 14 años y actos sexuales abusivos con un menor de 14 años. Pese a ello, actualmente ejerce su sacerdocio en la exclusiva clínica de El Rosario, en el sector de El Poblado.
Pese a todo este entramado de escándalos, López Trujillo ha sido el único cardenal papable de Colombia. El que más influencia ha tenido en el Vaticano. Incluso adquirió renombre cuando se supo que fue determinante para influir en escoger como papa al alemán Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, sobre la segunda opción fuerte: el argentino Jorge Bergoglio, actual soberano de la Santa Sede.
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