Armados con lanzas, buzos en las playas del mar Caribe colombiano se han dado a la tarea de sacar de sus escondites y atravesar a todo pez león que encuentren. El que logre obtener más gana el 'Torneo de Captura' que realiza periódicamente Parques Naturales con el objetivo de acabar con la presencia de esta especie en las aguas del país. ¿La razón? Este aparente inofensivo animal viene comiéndose la biodiversidad marina desde hace casi dos décadas, cuando por error un huracán lo dejó en libertad en un habitad distinto a la suya.
A pesar de su aspecto vistoso y único, de rayas blancas y naranjas y aletas pectorales que parecen un abanico, el pez león se ha convertido en un problema ecológico insostenible para más de 30 países por su apetito voraz. Es un viajero del océano Índico, originario de las costas orientales de África y del oriente medio, especialmente del sur de Asia, y de Australia. Un animal de arrecife, ponzoñoso y venenoso, depredador de especies nativas. Considerado hoy una plaga del Caribe, con solo tres variantes genéticas.
El Pterois volitans -su nombre científico- apareció en 1992 en las costas de Florida, Estados Unidos, luego de que el huracán Andrew liberara accidentalmente varios ejemplares que se encontraban en un acuario de un coleccionista privado que se rompió. Empezó así su proliferación en el Atlántico Occidental de ese país, y se extendió rápidamente a la costa Atlántica en Suramérica, y ya tiene encendidas las alarmas del Mediterráneo. Es la invasión más rápida y agresiva documentada en ecosistemas marinos, expresó a Infobae el biólogo Juan González, investigador de Invemar.
Y explicó que su peligro radica en que su dieta es a base de cerca de 300 especies distintas de peces jóvenes encontrados en el fondo del mar, que son vitales para el equilibrio ecológico de los arrecifes coralinos. Tiene gran capacidad de adaptación y reproducción, lo que ocasiona severos impactos en la cadena trófica y en los ecosistemas del Caribe donde no tiene un depredador natural. De esta forma, desplaza y disminuye la biodiversidad de especies nativas, incluso de algunas en peligro de extinción.
Investigadores de la Universidad de Oregon documentaron en 2008 que en solo cinco semanas el pez león acabó con el 80% de los peces nativos de un coral en Bahamas. El animal consume hasta el triple de alimentos que otros nativos, como el mero, inclusive presas que superan el 40% de su tamaño pues su estómago puede crecer hasta 30 veces su capacidad. Cada cuatro días deja hasta 30.000 huevos. Y puede vivir a 300 metros de profundidad o en aguas someras, en ambos lugares se defiende con toxinas que tiene en sus aletas dorsales. En conclusión, es un perfecto invasor.
En Colombia se reportó por primera vez en la isla de Providencia, en 2008. Pero la captura del primer individuo y la constancia oficial se dio en mayo de 2009. Desde entonces se convirtió en una amenaza para el Archipiélago de San Andrés y Providencia, donde se calcula que existen cerca de un millón de ejemplares. A estas alturas su propagación ya se dio en los Parques Nacionales Old Providence McBean Lagoon, Tayrona, Los Corales del Rosario y de San Bernardo, Corales de Profundidad y el Santuario de Fauna Acandí, Playón y Playona.
En estos ecosistemas se alimenta principalmente de pargo, mero, larvas de loro y cirujano, de cangrejos y langostas, o moluscos como los caracoles, desplazando así a especies como las chernas que también comen esos crustáceos. Así lo ha estudiado la bióloga Paula Pabón de la Universidad Nacional. Estos animales también hacen parte del consumo humano, por lo que en algunos lugares con sobrepesca impide o disminuye la capacidad de regeneración de especies nativas, dificultando aún más los programas de recuperación de ecosistemas.
Una investigación de la Universidad de los Andes registró que un pez león necesita 100 gramos de alimento al día. En zonas como San Andrés, donde hay un millón de ejemplares, significa que comen una tonelada diaria de especies nativas, solamente en esta parte del país. Dicen los expertos que la medición es clave para entender el impacto que pueden sufrir los ecosistemas si el pez león se sigue proliferando.
Por todo esto se hizo necesario para el Estado diseñar acciones para el manejo y control del pez león en el Caribe colombiano, que además ha generado un movimiento importante de estudios científicos coordinados para tal fin. Así, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, mediante la resolución 675 de 2013, adoptó el Plan de Manejo y Control para el pez león y el protocolo para su captura, extracción y disposición final. Y lo hizo desde dos frentes: su captura y su consumo.
Bajo la campaña 'Apoya la Conservación Controlando y Consumiendo Pez León', propuesta desde la Dirección Territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales de Colombia con el apoyo del proyecto Áreas Protegidas y Diversidad Biológica de KFW (Cooperación Alemana), se realiza periódicamente el Torneo de Captura y el Concurso de Preparación de Platillos. Ambos se desarrollan en las áreas anteriormente mencionadas donde hace presencia la especie.
Un total de 1.886 peces león han sido extraídos de playas y reservan naturales del Caribe colombiano en 302 torneos de captura organizados por Parques Naturales de Colombia. Esto ha propiciado que los buzos elaboren artes de pesca especiales, que se formen para el manejo adecuado de lanzas que no dañen otra fauna marina y capacitaciones para que no sufran accidentes, pues las espinas de las aletas dorsales son venenosas.
Su picadura puede provocar doloras heridas a los buzos o a los bañistas que por error lo pisen, y la toxina que inocula puede causar hasta parálisis respiratoria, insuficiencia circulatoria y fiebre. Sus síntomas desaparecen entre uno y dos días después. El veneno lo contienen sus glándulas epidérmicas, una proteína que al ser cocinada se desnaturaliza, convirtiéndose en aminoácidos, es decir, en comida perfectamente comestible para el humano. El peligro es mientras está vivo.
"La carne gusta, es blanda, blanca y manejable en la cocina; tiene altos nutrientes. Desde la Asociación incentivamos el uso de este pez depredador en los restaurantes para que los seres humanos acabemos con esta especie invasora", señaló a Infobae Paola Narváez, directora Ejecutiva de Acodres (Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica) capítulo Santa Marta.
Por eso Parques Nacionales Naturales ha divulgado técnicas para su preparación y una lista de distintas recetas, pues la carne es rica en ácidos grasos omega 3. Actualmente, buzos de cada playa extraen diariamente unos 15 peces león para su consumo y para elaborar piezas artesanales con sus aletas.
"Los esfuerzos no están dirigidos a erradicar el pez león de todos los arrecifes del mar Caribe colombiano, porque es imposible. Pero sí a eliminar su presencia en algunas áreas importantes para el turismo, la pesca y la diversidad donde se identifique es que esté limpia de la especie", aclaró González. Esta es la primera vez que se establece una medida como esta en Colombia, donde participan distintos agentes del Estado, academia, ONGs y la sociedad civil representada en pescadores, restaurantes y centros de buceo.
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