Durante un año permaneció en Colombia el iraquí Ahmed Burhan Yahya Syala fingiendo ser un rico comerciante árabe, pero lo que hacía realmente era suministrar información al grupo terrorista Estado Islámico para obtener identidades colombianas. Para no levantar sospechas, mantuvo una relación sentimental con una mujer de una importante familia política.
A principios de 2017 Yahya Syala empezó a contactar a mujeres colombianas a través de Facebook, luego de estudiar cerca de 4.000 perfiles. Se presentaba como un árabe bastante acomodado, con dinero suficiente para establecerse en el país. Finalmente, comenzó una relación sentimental con una reputada profesional vinculada a una influyente familia política del Tolima.
Así se trasladó desde Malasia para vivir en Melgar, donde supuestamente planeaba abrir un negocio de comidas y un concesionario de autos de lujo clásicos, según conoció El Tiempo. Y pese a tener visa de turista -que permite estadía solo por seis meses-, dilató su permanencia en el país argumentando problemas de salud.
Pero gracias a una alerta internacional las autoridades iniciaron una investigación sobre el iraquí de 51 años en la que hallaron dos capturas que tuvo en Mosul, Irak. Una por actividades terroristas en 2004, y otra por conexiones con miembros de Al Qaeda, asociados a líderes del Estado Islámico en 2009.
Además, establecieron movimientos migratorios extraños a Siria, Emiratos Árabes, Malasia, Irán, Turquía, China y Sudán. "Estaba efectuando tareas de reconocimiento de terreno y suministro de información para obtener documentación colombiana para terroristas, por canales no formales. Además, estaba identificando fronteras porosas para ingresar a otros países", aseguraron a El Tiempo oficiales de inteligencia.
Por su parte, un funcionario de Migración Colombia explicó al medio nacional que por su cercanía a Estados Unidos y por no tener restricciones de ingreso en más de 100 países, extranjeros del Medio Oriente llegan al país. "Solo con llevar dos testigos, obtienen un registro civil de nacidos en el país con el que luego sacan cédula y pasaporte legales. Se hacen colombianos en menos de una semana", dijo.
Mientras eso ocurría Yahya Syala mantenía sus costumbres musulmanas. El seguimiento estableció que solo compraba alimentos permitidos por su religión, seguía el horario iraquí que es de ocho horas de diferencia y tuvo choques culturales con sus vecinos.
En el allanamiento a su domicilio las autoridades encontraron documentos, un celular y un computador en los que estaban recopilados decenas de contactos con miembros del Estado Islámico. Por eso el Gobierno de Colombia decidió expulsarlo de inmediato y viajó custodiado hasta Estambul, Turquía.
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